De los archivos del médico
Entras en la cocina con un propósito, y luego te quedas en la puerta preguntándote qué has ido a hacer. ¿Añadir algo a la lista de la compra? ¿Buscar las llaves? ¿Tomar un vaso de agua? ¿Quién sabe? Tu mente está completamente en blanco.
Aunque nos referimos en broma a estos momentos como "momentos de la tercera edad", le ocurren a todo el mundo, desde los más jóvenes hasta los más mayores", dice el doctor Adam Gazzaley, director fundador del Centro de Neurociencia por Imagen de la Universidad de California en San Francisco.
Gazzaley lleva años investigando los problemas de memoria mediante la tecnología de imágenes cerebrales. "Tu cerebro funciona como una serie de redes, con diferentes áreas que se comunican entre sí en todo momento", dice. "Cuando intentas recordar algo, tu cerebro establece una nueva red. Los fallos de memoria se producen cuando hay una interrupción en esa red".
¿Qué causa la ruptura? Las interferencias, que merman tu capacidad de concentración. Las interferencias pueden ser cualquier cosa, desde el timbre de tu teléfono móvil hasta el parloteo de fondo en un restaurante, pasando por la divagación de tu mente. "Hemos comprobado que cuando una persona está expuesta a interferencias, su capacidad de recordar información, incluso durante períodos muy cortos, disminuye significativamente", dice Gazzaley.
Cómo prevenir la pérdida de memoria
Algunas personas pueden mantener sus redes frente a las interferencias: ya sabes, esos amigos que nunca olvidan una cara o siempre recuerdan el cumpleaños de todo el mundo. ¿A qué se debe esto? "Algunas personas son mejores que otras a la hora de mantener o reactivar sus redes, y ése es el principal objetivo de nuestra investigación en este momento: entender qué causa la variabilidad individual de la memoria", dice Gazzaley.
¿Qué se puede hacer? Intentar limitar las interferencias. "No siempre se puede desconectar del mundo, pero se puede aprender a centrar la atención en la tarea que se está realizando", dice Gazzaley. Por eso, si vas a la cocina a anotar algo en la lista de la compra, no contestes al móvil ni dejes que tu mente divague hacia una reunión de esa mañana. "Ensaya mentalmente lo que estás haciendo, y mantenlo en mente, hasta que termines la tarea", dice.
También puedes entrenar a tu cerebro para que recuerde la información practicando. "Nuestros cerebros tienen plasticidad, es decir, la capacidad de mejorar en algo cuando se les desafía", dice Gazzaley. "Yo suelo poner a prueba mi memoria para que siga mejorando". Prueba esto: La próxima vez que vayas al supermercado, no hagas una lista y comprueba cuántos artículos puedes recordar. "Cuatro o cinco es mi punto dulce", dice. "Nueve es pasarse".
Recordar los nombres
"La semana pasada, un amigo me presentó a un posible cliente para mi negocio", cuenta Laurie Rowland, de 32 años, chef/catering de Smyrna, Ga. "A los diez minutos de nuestra conversación, no podía recordar su nombre. ¿Por qué iba a olvidar algo tan importante?".
La respuesta corta, dice Gazzaley , es que "no estabas prestando realmente atención. Tal vez estabas concentrado en lo emocionante que sería tener un nuevo cliente o estabas tratando de causar una buena impresión, pero tu cerebro no estaba concentrado en la tarea que tenías entre manos, en este caso, "recordar su nombre". La próxima vez que conozcas a alguien nuevo, presta mucha atención y repite el nombre para consolidar la información en tu cerebro".
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