Si su médico le dice que tiene un adenoma hepático, significa que tiene un tumor hepático que es "benigno". Es otra forma de decir que no es un cáncer. No se extenderá a otras partes de su cuerpo.
El adenoma hepático es muy raro. Ocurre más a menudo en las mujeres, porque está relacionado con el uso de píldoras anticonceptivas.
El tumor se origina en unas células del hígado llamadas hepatocitos. También es posible que su médico lo llame adenoma hepatocelular.
Síntomas
Aproximadamente la mitad de las veces, los adenomas hepáticos no causan ningún síntoma. Es posible que ni siquiera sepa que tiene uno. Pero algunos pueden causar dolor o un bulto en la zona del estómago. O puede sentirse hinchado o lleno sin motivo.
El tumor también puede sangrar mucho o reventar, lo que puede causar síntomas como:
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Dolor intenso en el vientre
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Hinchazón del estómago
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Vómitos
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Un sudor frío
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Un pulso rápido
Si tienes alguno de estos síntomas, busca ayuda médica de inmediato. Es una emergencia que pone en peligro la vida.
Causa
Cualquiera puede padecer un adenoma hepático. Los cambios en sus genes, llamados mutaciones, pueden desempeñar un papel.
Hay ciertas cosas que pueden aumentar sus posibilidades de padecerlo. Los medicamentos y las enfermedades que afectan a las hormonas sexuales, como los estrógenos y la testosterona, pueden provocar un adenoma hepático.
Píldoras anticonceptivas. Las probabilidades de padecer un adenoma hepático aumentan cuando se toman píldoras con dosis altas de estrógeno durante períodos de tiempo prolongados.
Embarazo. Cuando se está embarazada, el cuerpo libera mayores niveles de hormonas sexuales.
Esteroides anabólicos. Estos fármacos actúan como la testosterona.
Clomifeno. Este medicamento para la fertilidad tiene un efecto similar al del estrógeno.
Hormonas de crecimiento humano recombinantes. Se utilizan para tratar los trastornos del crecimiento.
Otras cosas que aumentan las posibilidades de padecer un adenoma hepático son
La obesidad y el síndrome metabólico. Los médicos han visto una relación entre estos problemas y el adenoma hepático, especialmente en los hombres.
Enfermedades de almacenamiento de glucógeno tipo I y tipo III. Estas enfermedades genéticas pueden afectar al funcionamiento del hígado.
Barbitúricos. Estos sedantes están relacionados con el adenoma hepático.
Diagnóstico
Si su médico cree que puede tener un tumor hepático, le hará una prueba de imagen, como una ecografía.
Si las exploraciones muestran que tienes un tumor, es probable que te hagan otra prueba de imagen que pueda mostrar más detalles, como una resonancia magnética o una tomografía computarizada. Esto ayuda a su médico a confirmar que se trata de un adenoma hepático.
En raras ocasiones, su médico puede necesitar más información sobre su tumor. Es posible que necesite una biopsia. Se trata de un procedimiento en el que el médico extrae una muestra de tejido y la examina al microscopio.
Tipos
Hay cuatro tipos principales de adenoma hepático. Cada uno tiene características diferentes, pero suelen tratarse de la misma manera.
Inflamatorios. Suponen entre el 40% y el 50% de los casos, y suelen darse en mujeres.
HNF-1 inactivado. Este tipo representa el 35%-40% de todos los adenomas hepáticos. Observados sobre todo en mujeres, los adenomas HNF-1 inactivados no suelen presentar complicaciones.
Beta-catenina activada. Los hombres tienden a padecer este tipo de adenoma, que constituye el 15%-20% de los casos.
No clasificados. Son el 10% de los adenomas hepáticos.
Complicaciones
Si no recibe tratamiento, el tumor puede sangrar mucho o reventar. Esto es más frecuente en los tumores más grandes. Las mujeres embarazadas, las que han tomado hormonas recientemente y las que tienen adenomas hepáticos inflamatorios tienen más posibilidades de sufrir estas complicaciones.
En un 5% de los casos, los adenomas hepáticos se convierten en cáncer de hígado. Esto ocurre con más frecuencia en los hombres, así como en aquellos con tumores más grandes o activados por la beta-catenina.
Tratamiento
Si le diagnostican un adenoma hepático, su médico le sugerirá que deje de tomar cualquier medicamento con estrógenos, como las píldoras anticonceptivas. Esto puede hacer que su tumor se reduzca. Su médico también le animará a mantener un peso saludable.
Su médico también le sugerirá un tratamiento en función de si es usted hombre o mujer y del tamaño de su tumor.
Hombres. Los adenomas hepáticos tienen más probabilidades de convertirse en cáncer en los hombres. Por ello, los médicos suelen recomendar que los hombres se sometan a una intervención quirúrgica para extirpar el tumor.
Mujeres con tumores pequeños y sin síntomas. Si su tumor mide 5 centímetros o menos, su médico le sugerirá que vigile el tumor con el tiempo en lugar de tratarlo. Le hará una resonancia magnética a los 6 meses y luego una vez al año para asegurarse de que el tumor no está creciendo.
Mujeres con tumores pequeños y síntomas. Es probable que su médico le sugiera una intervención quirúrgica.
Mujeres con tumores grandes. Si su tumor mide más de 5 centímetros, es probable que su médico le recomiende la cirugía. Si ha dejado de tomar píldoras anticonceptivas, puede esperar 6 meses para ver si el tumor se reduce.
Si no puede o no quiere operarse, sus opciones incluyen
Embolización transarterial. En este procedimiento, un médico bloquea el flujo de sangre a su tumor.
Ablación por radiofrecuencia. Este tratamiento puede ser útil para tumores de menos de 3 centímetros que causan dolor. Una corriente eléctrica calienta una pequeña zona de tejido nervioso, lo que detiene el dolor.