Problemas de cuello y espalda
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Los expertos no se ponen de acuerdo sobre si un ajuste inadecuado del sujetador puede provocar dolores de cuello y espalda. Algunos estudios dicen que no está relacionado, pero otros demuestran que las personas con pechos grandes son más propensas a usar un sujetador que no proporciona suficiente apoyo. Esto puede provocar problemas de postura y dolor.
Dolor en los pechos
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Si tus pechos se desbordan por encima de las copas, están aplastados en las axilas o pinchados con aros, te dolerán enseguida.
Dolor de pezones
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Una de las principales razones por las que duelen los pezones? La fricción. Un sujetador demasiado suelto o demasiado apretado y que te roce de forma incorrecta puede provocar rozaduras e irritaciones en los pezones.
Problemas de la piel
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Los pechos que no están bien sujetos pueden descolgarse y provocar estrías en la piel que duran toda la vida. También pueden aparecer surcos en los hombros debido a que los tirantes se clavan en la piel con el tiempo.
Dolores de cabeza
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Si tienes dolores de cabeza que no puedes explicar, puede que la culpa la tenga tu sujetador. La tensión que puedes tener en los músculos por un sujetador mal ajustado puede provocar dolores de cabeza.
El mejor ajuste
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Lugares clave en los que centrarse para asegurar un buen ajuste: las copas, la banda frontal y los tirantes. Asegúrate de que la banda esté lo suficientemente ajustada para que se mantenga en su sitio sin resbalar, pero lo suficientemente suelta para poder deslizar un dedo entre ella y tu piel con facilidad. Elige unos tirantes lo suficientemente anchos como para que no se claven en los hombros, y unas copas que contengan totalmente tus pechos.
Cómo encontrar tu talla
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Para conocer tu talla de sujetador, puedes acudir a una tienda que te tome las medidas o hacerlo tú misma. En primer lugar, mide tu pecho justo por debajo de los pechos y redondea al número entero más cercano. Esta es la parte numérica de tu talla de sujetador. Asegúrate de mantener la cinta métrica por debajo de los omóplatos: ahí es donde debe estar el tirante trasero de tu sujetador.
Encuentra tu talla de copa
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A continuación, mide tu pecho a la altura de los pezones. La diferencia entre esta medida y la de tu pecho te indica tu talla de copa: Una pulgada es una copa A, dos es B, tres es C y cuatro es D, y así sucesivamente. Si tus pechos son de diferente tamaño, puedes encontrar plantillas que te ayuden a igualarlos para que el sujetador te quede mejor.
Sujetador deportivo
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Necesitas el doble de sujeción del pecho durante los entrenamientos: elige un sujetador deportivo que se mantenga en su sitio cuando saltes, te retuerzas y te agaches. Pero no intentes conseguir esa sujeción llevando un sujetador demasiado ajustado: Esto puede provocar dolor de cuello y una compresión que te lleve a entumecer los brazos. Un sujetador que roza puede provocar rozaduras e incluso sangrados, sobre todo alrededor de la banda. Puede ser útil aplicar un poco de vaselina o lubricante deportivo en las zonas problemáticas.
Cuándo decir adiós
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Tu sujetador debería servirte durante varios años, si lo cuidas bien. Lávalo cada dos o tres usos para que el tejido no se desgaste demasiado rápido. Vigila los signos de exposición de los aros o de estiramiento que podrían estropear su ajuste.