Puede que piense en el cobre como algo relacionado con el cableado y la electrónica, pero también es un mineral importante que entra en su cuerpo cuando come algunos tipos de mariscos, frutos secos, verduras, frutas y otros alimentos. Lo necesitas para el crecimiento y la salud en general.
El cobre interviene en muchos de los órganos y sistemas del cuerpo. Te ayuda:
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Fabricar glóbulos rojos
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Mantener sanas las células nerviosas
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Apoyar su sistema inmunológico
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Formar colágeno, una proteína que ayuda a formar tus huesos y tejidos
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Protegen a las células de los daños
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Absorber el hierro en el cuerpo
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Convertir el azúcar en energía
Como el cobre tiene un papel en estas importantes tareas, puede ayudar a mantener a raya ciertas afecciones, como:
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Anemia (recuento bajo de glóbulos rojos)
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Osteoporosis (pérdida de hueso, más frecuente en las mujeres)
Cuando no tienes suficiente
Tu cuerpo no necesita mucho cobre, pero cuando estás bajo, tu salud puede sufrir un golpe. Necesitas mayores cantidades a medida que envejeces. Las cantidades dietéticas recomendadas (RDA) de cobre son:
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Desde el nacimiento hasta los 3 años: 200 microgramos (mcg) -- 340 mcg
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Edades de 4 a 8 años: 440 mcg
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Edades de 9 a 13 años: 700 mcg
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Edades de 14 a 18 años: 890 mcg
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Edades de 19 años en adelante: 900 mcg
Es raro tener una carencia grave de cobre en el cuerpo, pero algunos signos de que puede necesitar más cantidad son:
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Anemia
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Temperatura corporal baja
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Rotura de huesos y pérdida ósea
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Recuento bajo de glóbulos blancos
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Latidos irregulares del corazón
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Piel pálida
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Problemas de tiroides