Cómo prepararse para la cirugía de colitis ulcerosa
Es habitual que la gente se opere de colitis ulcerosa en las primeras fases de la enfermedad. Pero tanto si se encuentra en las primeras etapas como en las últimas, o en algún punto intermedio, es probable que se pregunte cómo prepararse. Esto es lo que debe saber.
Prepárese mentalmente. Es más fácil sentirse preparado para lo que se avecina cuando las responsabilidades del día a día están resueltas. Antes de la operación, piense en cómo se gestionarán las obligaciones laborales y familiares. Asegúrese de pedir suficiente tiempo libre en el trabajo para su recuperación (su médico puede decirle cuánto tiempo necesitará). Si tiene hijos, intente programar la operación cuando no haya colegio. Si no es posible, consiga ayuda para el cuidado de los niños.
Ponte en contacto con una enfermera especializada en ostomías si vas a realizar una. Se trata de una operación que cambia la forma en que la orina y las heces salen del cuerpo. Este tipo de especialista te visitará en el hospital y te dirá qué tipo de tratamiento es necesario para ayudarte a sanar.
Prepárese emocionalmente. Es natural sentir diferentes emociones antes y después de la operación. Hablar con otras personas que han pasado por lo mismo puede ayudar. Únase a un grupo de apoyo online o presencial para personas con EII. También puedes acudir a un terapeuta.
Rodéate de familiares y amigos que puedan apoyarte. Apóyate en ellos para que te lleven y traigan del hospital. También pueden ayudarte a preparar las comidas y a ocuparse de las tareas domésticas mientras te recuperas.
Prepárese físicamente. Cualquier intervención quirúrgica supone un esfuerzo para su cuerpo. Por ello, debe estar lo más fuerte y sano posible. Es importante seguir una dieta saludable con alto contenido en proteínas y mucha agua en los días y semanas anteriores a la operación. Esto refuerza su sistema inmunitario. Hable con su médico sobre las vitaminas o minerales que debe tomar como preparación. La mala alimentación es un riesgo para las personas con enfermedad del intestino irritable. Le hace correr un mayor riesgo de infección a causa de la cirugía.
No beba alcohol el día antes de la operación. Si fuma, intente dejar de hacerlo. Fumar ralentiza su capacidad de curación. Esto aumenta las posibilidades de infección.
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Qué llevar. Prepare una bolsa de viaje para llevar al hospital. Incluya ropa cómoda con la que sea fácil moverse. Lleve a un familiar o amigo que pueda darle apoyo. Los calcetines de compresión pueden ayudar a la circulación de la sangre en las piernas y prevenir los coágulos.
Qué hay que tener en cuenta. Cualquier intervención quirúrgica conlleva riesgos. Entre ellos se encuentran las hemorragias, las infecciones y los problemas derivados de la anestesia general. Su cirujano puede hablarle de los posibles riesgos y de lo que puede hacer para prevenirlos.
Cita preoperatoria. Para ello, acudirá al hospital aproximadamente una semana antes de la operación. La enfermera le tomará las constantes vitales y repasará su historial médico. También le informará de los medicamentos que debe tomar o no tomar antes de la operación. Hablará de sus síntomas de colitis. Es posible que se le soliciten pruebas como una radiografía de tórax o un electrocardiograma para conocer la fuerza de su corazón. Se le extrae sangre para que el anestesista la evalúe. Este médico le recetará la anestesia general. Es el medicamento que le duerme durante la operación y le impide sentir dolor.
Habla con tu cirujano. Le hablará de la operación y de los riesgos que conlleva. Su cirujano también le hablará de los beneficios que puede esperar de ella. Es el momento en el que debe preguntar cualquier duda que tenga.
Pautas médicas para la preparación. Es posible que tenga que hacer una preparación intestinal la noche antes de la operación. Esto suele incluir laxantes fuertes para limpiar los intestinos.
Herramientas para la recuperación. Una de las principales herramientas para ayudarle a curarse es una buena nutrición. Siga una dieta de alimentos blandos los primeros días después de la operación y tome de 6 a 8 vasos de agua al día. El ejercicio ligero ayuda al proceso de curación cuando su médico le diga que está preparado.