Las largas jornadas de trabajo pueden parecer aún más largas si tiene una enfermedad inflamatoria intestinal como la colitis ulcerosa (CU) o la enfermedad de Crohn. Síntomas como la diarrea, el dolor de barriga, los gases y el sangrado rectal pueden aparecer sin previo aviso.
Independientemente del tipo de trabajo que realice, los brotes de CU pueden ser embarazosos. Además, pueden afectar a su capacidad laboral. Las personas con CU pierden más días de trabajo debido a la enfermedad que la población general.
¿Qué medidas puede tomar para controlar su CU en el trabajo? Aquí hay algunos consejos que le ayudarán a manejar los síntomas y las sorpresas, las leyes que exigen adaptaciones en el lugar de trabajo para que pueda hacer su trabajo, y formas de manejar el estrés.
Tienes que decírselo a tu jefe?
Tu empleador no puede preguntarte si tienes UC o cualquier otra condición de salud. Pero durante una entrevista de trabajo puede preguntarte si eres físicamente capaz de hacer el trabajo que requiere tu puesto. Y si siente que tiene que explicar sus frecuentes viajes al baño o sus muchos días de enfermedad, puede optar por revelar su diagnóstico.
La Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA) exige a tu empresa que haga cambios razonables (también llamados adaptaciones) para que puedas hacer tu trabajo mientras tengas una enfermedad. Esto puede incluir un horario de trabajo flexible o el acercamiento del escritorio al baño. Si hace peticiones en virtud de la ADA, tendrá que explicar a su empresa por qué las necesita.
La UC puede hacer que necesites más tiempo libre del que te permiten las vacaciones o la baja por enfermedad de tu trabajo. La Ley de Permisos Médicos y Familiares (FMLA) es una ley que permite a los trabajadores de empresas del sector privado de 50 empleados o más tomarse hasta 12 semanas libres en un año por una enfermedad grave. La baja no es remunerada, pero el puesto de trabajo está protegido. Tienes que decirle a tu empleador por qué necesitas este tiempo libre según la FMLA y presentar una carta de tu médico.
Debes decírselo a tus compañeros de trabajo?
De nuevo, no estás obligado a hacerlo. Pero si los compañeros de trabajo notan que te sientes mal a veces o que rechazas la pizza gratis, puede ser un alivio decirles que tienes CU y explicarles cómo te afecta. Hablar de su CU podría fortalecer sus relaciones laborales.
Aquí tienes algunos consejos para ayudarte a iniciar la conversación:
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Escribe lo que quieres decir sobre la UC. Garabatear algunos pensamientos y datos puede guiar tu charla con tus compañeros de trabajo o tu jefe.
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Sé todo lo abierto que quieras. Tus compañeros pueden tener preguntas sobre la UC o sobre cómo te afecta en el trabajo. Si te sientes cómodo, respóndeles y hazles saber lo que te ocurre.
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Diles cómo pueden ayudar. En el trabajo, formas parte de un equipo. Comunica a tus compañeros el apoyo o la flexibilidad que necesitas y lo que hace que el trabajo sea más estresante para ti.
Prepárese para los síntomas o prevenga los mismos
Es una realidad: La CU puede estallar cuando estás en el trabajo. Para prepararse para los accidentes o ayudar a prevenir los brotes, usted puede:
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Mantener un juego extra de ropa interior y ropa en su escritorio o casillero en caso de que necesite cambiarse después de un accidente.
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Guarda toallitas húmedas en tu escritorio. El papel higiénico del baño de tu lugar de trabajo podría irritar tu trasero.
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Haz pausas para caminar en lugar de para tomar café. El ejercicio puede reforzar el sistema inmunitario y aliviar el estrés. Evite la cafeína, que a menudo desencadena la diarrea.
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La CU puede deshidratarte. Tenga una botella de agua en su puesto de trabajo y beba a sorbos a lo largo del día.
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Guarda tentempiés saludables en el trabajo. Las máquinas expendedoras no ofrecen una buena selección de golosinas saludables. Con la UC, es una buena idea comer con frecuencia durante el día.
Gestionar el estrés en el lugar de trabajo
El estrés no causa la CU, pero podría empeorar sus síntomas.
El trabajo puede ser estresante aunque no tengas CU. Estas cosas pueden ayudarte a desestresarte y a recuperar el equilibrio emocional:
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Yoga o tai chi
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Imágenes guiadas, una práctica en la que te concentras en palabras, imágenes o música que te hacen sentir más positivo
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Técnicas de respiración, que pueden ayudarle a relajarse
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Escuchar tu música favorita
Ponga su salud en primer lugar
Si necesitas cambiar tu horario de trabajo porque la UC te cansa por la tarde, házselo saber a tu jefe. Tómate descansos cuando los necesites para no sentirte agobiado.
Conoce tu cuerpo. Habla si necesitas ayuda o algún cambio en tu situación laboral para poder hacer el trabajo. Asegúrate de tener suficiente energía para hacer tu trabajo y disfrutar también de tu vida.
Prestaciones de la Seguridad Social
Si su EII le dificulta o impide trabajar, puede tener derecho a las prestaciones de la Seguridad Social del gobierno en forma de ayuda económica. Necesitará la documentación médica apropiada para demostrar la discapacidad. Adecuada significa que el diagnóstico y la evaluación de su enfermedad se realizan de forma médicamente aceptable. Esto podría incluir estudios de imagen como radiografías, ecografías, TAC, resonancias magnéticas o exploraciones con radionúclidos. También podría incluir informes de patología, cirugía, endoscopia y otros procedimientos e informes de su médico que muestren la gravedad y duración de sus síntomas de EII.
Es importante demostrar que las evaluaciones se aplican al periodo de tiempo para el que solicita las prestaciones. Puede llamar a la Administración de la Seguridad Social (SSA) al 1-800-772-1213 para iniciar el proceso por teléfono, o visitar el sitio web de la SSA para iniciar una solicitud en línea.