Vivir con un padrastro o una madrastra

Hoy en día es una realidad que aproximadamente la mitad de los matrimonios acaban en divorcio y que tres de cada cuatro personas que se divorcian vuelven a casarse. Esto significa que cada año se forman millones de nuevas familias ensambladas. A veces la transición es bastante fácil. Pero muchas veces, las familias tienen problemas para adaptarse a los nuevos arreglos de vida, reglas y relaciones.

Tratar con los padrastros y los cambios que conllevan puede ser complejo, y a veces frustrante. Pero dedicar tiempo a construir una buena relación con tu padrastro o madrastra puede ayudarte a ti y a tu familia.

Qué es una familia ensamblada?

Una familia ensamblada es una familia en la que uno de los progenitores tiene hijos que no están emparentados con el otro. A veces, ambos progenitores tienen sus propios hijos de un matrimonio o relación anterior. Otras veces, solo uno de los progenitores tiene ya hijos.

Las familias ensambladas pueden ser complejas porque los niños pueden vivir con uno de los padres biológicos y visitar al otro, o vivir con cada uno de ellos parte del tiempo.

Adaptación a un nuevo padrastro o madrastra

Construir cualquier relación requiere tiempo y esfuerzo. No esperes ser el mejor amigo de tu nuevo padrastro o madrastra de la noche a la mañana. Si tú y tu padrastro o madrastra tienen intereses similares, y personalidades que funcionan bien juntos, puede tomar menos tiempo adaptarse. Pero las relaciones con los padrastros pueden ser complicadas porque pueden ser "parte amigo" y "parte padre".

Acostumbrarse al equilibrio entre las partes de amigo y padre puede llevar un tiempo. No te decepciones si la adaptación tarda más de lo que pensabas. Con el tiempo, tanto tú como tu padrastro o madrastra se adaptarán a la nueva situación.

Un padrastro o madrastra sustituye a mi padre biológico?

Tu padrastro o madrastra y tu padre biológico son personas diferentes. Y, la relación con tu padrastro o madrastra se desarrollará en un momento diferente de tu vida que la relación con tu padre biológico.

Debido a estas diferencias, tu relación con tu padrastro o madrastra no será la misma que con tu progenitor biológico, aunque sus funciones parentales sean similares.

Qué pasa si mi nuevo padrastro o madrastra tiene reglas diferentes?

Adaptarse a las nuevas reglas es un problema común para las familias ensambladas. Como tu padrastro o madrastra aporta a la familia experiencias diferentes a las de tu progenitor biológico, puede tener opiniones y expectativas distintas. Es posible que tu padrastro o madrastra espere que seas más responsable, que tengas buenos modales en la mesa, que seas más ruidoso, más silencioso o muchas otras cosas.

Aunque pienses que algunas de estas nuevas normas son peores que las que estás acostumbrado, lo más probable es que sólo sean nuevas para ti. Puede que tu padrastro o madrastra tenga algunas normas que te gusten más.

Si no te gusta una regla en particular, probablemente no sirva de nada decirle a tu padrastro o madrastra que es una regla mala. Puede ser útil decirle a tu padrastro o madrastra que la regla es diferente y que te cuesta adaptarte a ella. Intenta elaborar reglas en las que tanto tú como tu padrastro o madrastra estéis de acuerdo.

Recuerda que, a lo largo de tu vida, tendrás que adaptarte a nuevas normas de vez en cuando. Esto ocurrirá cuando vivas en una residencia universitaria o militar, con compañeros de piso o con tu cónyuge. Aprender a adaptarse a los demás y a sus expectativas y a negociar con ellos es una parte importante de convertirse en adulto.

Qué pasa si no me gusta mi padrastro o madrastra?

Es normal que al principio sientas cierta antipatía o resentimiento hacia un padrastro o madrastra, sobre todo cuando te estás adaptando a la nueva situación. Como con cualquier persona que conozcas, es natural que algunas personas te gusten más y otras menos que otras.

Aunque sientas que todo te desagrada de tu padrastro o madrastra, es probable que haya algunas cosas que te gusten. Lo más probable es que tengáis algunos intereses en común. Intenta centrarte en las cosas que te gustan de tu padrastro o madrastra. Esto puede ser un punto de partida para construir una mejor relación.

También puede ayudarte hablar de tus sentimientos con un amigo adulto que tenga una perspectiva objetiva.

Si hablas con tu padre o madre, no digas que tu padrastro o madrastra es todo malo. En lugar de eso, dile a tu padre o madre las cosas específicas que no te gustan de tu padrastro o madrastra. Así evitarás herir los sentimientos de nadie. También puede evitar peleas entre tu padre o madre y tu padrastro o madrastra. También puede resultar más fácil centrarse en un problema o asunto si eres específico.

Cómo afrontar las transiciones en la familia adoptiva

Un nuevo padrastro o madrastra supone un cambio. Sentirse un poco inestable por un nuevo padrastro o madrastra es normal.

Puede ser útil centrarse en otras áreas estables de su vida durante esta transición, como la escuela, los deportes o los pasatiempos. Esto puede hacer que las cosas parezcan un poco más normales.

Ten en cuenta que tu padre y tu padrastro o madrastra pueden querer que pases tiempo con la familia para ayudar a que todos se vinculen. Esto es bueno, pero si te sientes abrumado por todas las cosas nuevas en tu familia, házselo saber a tus padres. Puedes decirles que centrarte en las partes estables de tu vida te ayuda a afrontar las transiciones familiares.

Otra forma de afrontar los cambios familiares es hablar con un consejero escolar o un terapeuta profesional sobre tus sentimientos. De este modo, puedes obtener apoyo y quizás aprender algunas formas de adaptación.

Asegúrate de hablar de algo más que de las cosas malas. Habla de las cosas buenas, divertidas, diferentes e interesantes de tener un nuevo padrastro o madrastra. Con el tiempo, la mayoría de los adolescentes aprenden a aceptar a los padrastros y disfrutan pasando tiempo con ellos a solas y con sus padres biológicos.

Si tienes una ansiedad persistente y grave, o te sientes enfadado o deprimido como consecuencia de tus relaciones con tu familia adoptiva, pide ayuda a un terapeuta o a tu médico de cabecera.

Hot