Consejos para el cuidado de la piel de los adolescentes

¿Tienes acné? Entonces sabes que no faltan consejos o productos para ayudarte a controlarlo. Pero a veces son contraproducentes y empeoran tu piel. El truco está en saber qué tipo de piel tienes, cuál es la mejor manera de limpiarla y cómo elegir productos que no provoquen un brote.

¿Cuál es tu tipo de piel?

Los cuatro tipos principales... son normal, seca, grasa y mixta:

1. Cuidado de la piel normal

La piel normal tiene un tono de piel uniforme y liso; una textura suave; y no tiene manchas visibles, puntos rojos o parches escamosos. Los poros son apenas visibles y la superficie de la piel no es ni grasa ni seca. La piel normal tiene pocas imperfecciones debido a la cantidad equilibrada de agua y grasa y a la buena circulación sanguínea.

Si tu piel es normal, lávate la cara dos o tres veces al día, con un limpiador suave o con agua y jabón, para eliminar la suciedad y el sudor.

2. Cuidado de la piel seca

La piel seca es opaca, áspera, escamosa y con picores, con poros casi invisibles. La piel seca suele estar causada por un desprendimiento anormal de las células de la capa externa de la piel. En situaciones normales, la lubricación de los aceites naturales del cuerpo ayuda a evitar la pérdida de agua de la piel.

Si tiene la piel seca, lávese la cara a diario con un limpiador suave. Esto ayudará a evitar que su piel se vuelva más seca. Después de lavarse, hidrátese con una crema no perfumada y sin alcohol.

Además, limite las duchas muy calientes, las altas temperaturas y la baja humedad, que le roban la humedad a su piel. Incluso el uso de jabón y el lavado o restregado excesivo de la piel aumentan la sequedad. Muchos adolescentes tienen la piel más seca durante los meses de invierno, cuando la humedad es baja y las calefacciones introducen aire caliente y seco en las habitaciones cerradas.

Si tu piel está muy seca, date un baño caliente durante unos 20 minutos. Evita usar jabón u otros productos que resequen. Cuando salgas de la bañera, sécate el cuerpo con unas palmaditas y, a continuación, aplícate aceite mineral (disponible en la mayoría de los supermercados y farmacias) o una crema o pomada sin alcohol y sin perfume por toda la piel. Vuelve a secar la piel a golpecitos. El aceite o la crema ayuda a retener la humedad, manteniendo la piel flexible y suave.

3. Cuidado de la piel grasa

La piel grasa es una piel propensa al acné con poros abiertos, una tez brillante, puntos negros y granos. Como las hormonas afectan a la producción de grasa, cualquier cosa que afecte a tus niveles hormonales puede influir en tu piel. Algunos expertos creen que el estrés, por ejemplo por los exámenes, puede desencadenar brotes de acné. Muchos adolescentes saben que el acné en sí mismo crea un estrés añadido.

Para mantener limpia la piel grasa, lávate la cara tres veces al día con agua y jabón. Si necesitas limpiarte la cara en el colegio, utiliza una almohadilla limpiadora de venta libre que ayude a disolver la grasa y a eliminar el exceso de suciedad de la superficie de la piel.

Si tienes granos, no los revientes ni los aprietes, ya que esto puede extender la inflamación y empeorar el acné.

Utiliza cosméticos y otros productos faciales que sean "no comedogénicos", es decir, que no obstruyan los poros. Mantén el pelo alejado de la cara y lávate el pelo a diario para reducir la grasa. Aunque parezca ilógico, el uso de una loción ligera en la piel le ayudará a tolerar mejor el efecto de sequedad de los medicamentos para el acné.

4. Cuidado de la piel normal/combinada

Con la piel normal/combinada, es posible que tengas una "zona T" grasa (frente, nariz y barbilla) y una piel seca en el resto. Los poros de la cara son grandes y la piel tiende a tener puntos negros.

La piel normal/combinada puede ser demasiado seca o excesivamente grasa, mientras que las mejillas pueden parecer ásperas. Dependiendo de la época del año, la oleosidad y la sequedad también pueden cambiar. La piel suele estar más seca cuando hace frío.

Si tienes una piel normal o mixta, lávate la cara dos o tres veces al día con agua y jabón para eliminar el exceso de grasa. Hidrata las zonas secas pero no las grasas.

4 sencillos pasos para una piel sana

Estos son los cuatro sencillos pasos para tener una piel sana:

1. Limpiar

Es importante limpiar la piel a diario para eliminar la suciedad, la grasa y las escamas de piel muerta. El lavado de la piel también libra a la piel del exceso de grasa, lo que puede prevenir el acné.

Si tienes una piel grasa o normal/combinada, utiliza un limpiador diario que contenga ácido salicílico. Este ingrediente se utiliza en muchos "limpiadores para el acné" populares, como los productos de Neutrogena. El ácido salicílico controla la producción de grasa y aumenta la hidratación.

También puede utilizar limpiadores y mascarillas de azufre para secar la piel/exfoliarla. Suelen ser más suaves para la piel que el ácido salicílico. Los lavados, cremas, espumas y geles de peróxido de benzoilo son antimicrobianos y antiinflamatorios y resultan muy útiles para el tratamiento del acné.

Un limpiador que contenga ácido glicólico puede ayudar a eliminar las células muertas de la piel. Es útil para los adolescentes que no toleran las cremas con retinoides recetadas (como Renova... y Retin-A). Lee la etiqueta para ver si tu limpiador contiene estos ingredientes.

Para desmaquillar los ojos, especialmente la máscara de pestañas a prueba de agua, existen productos específicamente formulados para la zona de los ojos. Pero algunos limpiadores faciales suaves pueden eliminar eficazmente el maquillaje de los ojos y del rostro, además de limpiar la piel. Elige productos que no tengan fragancia para no irritar la zona de los ojos.

2. Hidratar/Hidratar

Cuando hidratas tu piel, simplemente añades agua, como cuando te lavas la cara o te bañas. Para hidratar tu piel, añades agua, aceite o ambos.

Para la mayoría de los tipos de piel, debes hidratar la piel por la mañana y por la noche, utilizando una crema hidratante que no agrave un problema cutáneo.

Por ejemplo, nunca pongas una crema espesa en una piel grasa que sea propensa a los brotes. En el caso de las pieles grasas, la crema hidratante debe ser libre de aceites, pero con cualidades hidratantes. Aplique siempre cremas hidratantes después de limpiar e hidratar su piel.

3. Tratar

Muchos adolescentes necesitan tratar afecciones de la piel como el acné, que se produce cuando los poros de la superficie de la piel se obstruyen. Esto ocurre cuando las glándulas sebáceas producen demasiada grasa... y los poros se obstruyen con suciedad, bacterias y residuos. A veces, las cremas hidratantes y los cosméticos grasos contribuyen al desarrollo del acné. Los aceites o tintes de los productos para el cabello pueden empeorar el acné al obstruir los poros.

Aunque los jabones y astringentes eliminan la grasa de la piel, no alteran la producción de grasa. Fregar la piel a veces provoca irritación, lo que desencadena el acné en lugar de resolverlo.

Los productos para la piel que contienen peróxido de benzoilo pueden ayudar a tratar el acné leve si se utilizan con moderación (una vez al día por la noche). El objetivo es tratar todas las zonas grasas de la cara -frente, barbilla, nariz y mejillas- y no sólo donde se notan los granos. Tratar las zonas que tienden a brotar puede ayudar a prevenir futuros granos.

Algunos de estos productos pueden hacer que la piel se reseque demasiado si se utilizan en exceso. Si sientes escozor o ardor, aclara tu piel con agua y jabón suave. Vuelve a probar el peróxido de benzoilo tópico al día siguiente.

Algunos productos para el acné de venta libre pueden causar reacciones alérgicas raras pero graves o irritación severa. Busque atención médica de urgencia si tiene síntomas como opresión en la garganta, dificultad para respirar, sensación de desmayo o hinchazón de la cara o la lengua... Deje también de usar el producto si desarrolla urticaria o picor. Los síntomas pueden aparecer desde unos minutos hasta un día o más después del uso.

Tenga en cuenta que debe utilizar el peróxido de benzoilo a diario durante al menos un mes antes de ver el efecto completo. Hay que tener un poco de paciencia.

4. Protege

Después de limpiar tu piel, protégela a diario del sol y de otros factores ambientales. Utiliza un protector solar hidratante con óxido de zinc (al menos un 7%) y un FPS de 30 o superior (según la pigmentación o el color de tu piel) para obtener cobertura contra los rayos UVA y UVB durante todo el año.

El uso de protector solar con ropa protectora, como camisas de manga larga, pantalones y sombreros de ala ancha, mientras se evitan los rayos ultravioleta B (quemantes) máximos del sol (desde las 10 de la mañana hasta las 2 de la tarde), puede proporcionar cierta protección contra el envejecimiento prematuro y el cáncer de piel.

Por qué hidratar la piel?

El agua es una parte esencial de una piel sana. Normalmente, la hidratación se mueve desde el interior de la piel hacia la capa exterior. Cuando la piel carece de hidratación, se vuelve seca y escamosa. Sin la hidratación adecuada, la piel tiene un aspecto seco y apagado. Durante el invierno, el aire gélido del exterior y las ráfagas de calor de la calefacción empeoran las cosas. Puedes compensar estos "ladrones de humedad" utilizando cremas hidratantes de venta libre y bebiendo mucha agua.

Una crema hidratante es un producto que sirve para aumentar el contenido de agua de la capa superior de la piel. Elige una crema hidratante que incluya un protector solar de amplio espectro para ayudar a proteger tu piel de los rayos del sol. Si tienes la piel sensible, evita las cremas hidratantes con fragancia añadida.

Cuándo debo llamar a un médico por mi piel?

Sea cual sea su tipo de piel, si no está seguro de cómo tratar el acné u otros problemas cutáneos, hable con su médico de cabecera o con un dermatólogo. Ponte en contacto con un médico cuando:

  • Su acné es grave. Un dermatólogo puede ayudar a controlarlo.

  • Los tratamientos de venta libre no eliminan el acné. El uso de un tratamiento sin receta como un gel retinoide tópico o los que contienen peróxido de benzoilo, ácido salicílico, ácido glicólico o ácido láctico durante un par de meses debería ayudar. Si no es así, es hora de acudir a un experto.

  • El acné apareció después de empezar a tomar un medicamento. Algunos medicamentos para la ansiedad, la depresión y otras afecciones pueden causar acné o síntomas similares. Su médico podría cambiar su prescripción.

  • Notas que te salen cicatrices de acné. Su dermatólogo conseguirá controlar la condición de su piel y luego tratará las cicatrices.

  • Afecta a tu autoestima. Tener una piel más clara podría hacerte sentir más segura y menos cohibida.

A qué médico debe acudir?

Puedes empezar por tu pediatra o el médico de familia. O puedes ir directamente a un dermatólogo.

El médico probablemente querrá que le des alguna información, como por ejemplo:

  • Cuándo empezó el acné?

  • Se ha mantenido más o menos igual, o ha mejorado o empeorado?

  • Qué tratamientos ha probado y durante cuánto tiempo? Qué tal han funcionado?

  • El acné afecta a su autoestima o a su vida social?

También debe llevar una lista de los medicamentos o suplementos que toma.

También querrás hacer algunas preguntas. Algunas buenas son:

  • ¿Son suficientes los tratamientos de venta libre? Qué es lo que recomiendan?

  • Qué hábitos me ayudarían?

  • Cuál es la mejor manera de limpiar y cuidar mi piel?

  • Qué podemos hacer para que las cicatrices del acné sean menos probables?

  • Qué tipo de maquillaje cubre el acné?

Si el médico le recomienda una crema o un medicamento con receta, pregúntele:

  • Cómo se llama este medicamento y por qué lo recomienda?

  • Cuáles son los efectos secundarios?

  • Cómo debo utilizarlo?

  • Durante cuánto tiempo lo necesitaré?

  • Qué tan pronto debo esperar ver los resultados?

  • Cuándo debemos programar una cita de seguimiento?

Tratar la piel adecuadamente cada día es la clave para evitar problemas cutáneos más graves.

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