Trastorno por consumo de alcohol: ¿Qué es la recuperación?

La recuperación del trastorno por consumo de alcohol (TCA) es algo más que evitar el alcohol. Requiere cambios en la vida que incluyen encontrar las razones por las que el alcohol se volvió tan importante en su vida y encontrar formas saludables de manejar esas cosas.

La mayoría de las personas pasan por varias etapas de recuperación, pero no hay un programa único a seguir. Debido a que su situación es única, puede encontrar que cada etapa es más larga o más corta que el promedio.

Etapa 1: La transición a la abstinencia

Esta etapa de recuperación comienza en el momento en que decides dejar de beber. La mayor parte de tus esfuerzos se dirigen a controlar las ganas de beber, pero se trata de algo más que decir que no.

Las habilidades de afrontamiento incluyen el cuidado de uno mismo. Por ejemplo, dormir lo suficiente, hacer ejercicio y comer bien son buenos hábitos que te hacen una persona más fuerte. También hay que encontrar actividades que sustituyan a la bebida, cosas a las que se pueda recurrir cuando aparezcan los antojos. Otros pasos son reunir un sistema de apoyo de familiares y amigos y unirse a un grupo de apoyo.

En esta etapa también es cuando aceptas emocional y mentalmente que tienes un problema y empiezas a verte de forma nueva y positiva. Pero no es un buen momento para hacer cambios radicales, como un cambio de carrera. Son demasiados cambios a la vez.

Uno de los retos a los que puede enfrentarse es el síndrome de abstinencia del alcohol. Estos tienen diferentes etapas. La primera fase se denomina abstinencia aguda, y los síntomas suelen ser físicos, como náuseas, insomnio o incluso temblores y convulsiones. Si estos síntomas le dificultan mantenerse sobrio, los medicamentos pueden ayudarle. En los casos más graves, lo mejor es que te atiendan en un centro.

A continuación viene el síndrome de abstinencia post-agudo, con síntomas de naturaleza más emocional. Es posible que tengas mucha ansiedad, te sientas irritable, pierdas el interés por la vida, sufras cambios de humor y te preocupe no poder recuperarte con éxito. Estos síntomas pueden aparecer en oleadas. Puede que te sientas bien durante días o semanas y, de repente, te golpeen como un tsunami. Este es un patrón común para muchas personas.

La etapa de transición y los síntomas de abstinencia post-agudos pueden durar hasta 2 años.

Etapa 2: Recuperación y reparación

Piensa en esta etapa como una reacción retardada a los efectos que la bebida tuvo en tu vida. A menudo es cuando empiezas a darte cuenta de que tienes que recoger los pedazos y hacer el duro trabajo de reparar las relaciones. En algunos días, puedes sentir que por cada paso adelante, das dos pasos atrás. Pero la verdad es que estás progresando en tu viaje de recuperación.

Es importante que sigas cuidando de ti mismo, que redobles tu compromiso con la recuperación y que utilices herramientas para mejorar tu imagen personal. Cosas como la terapia cognitivo-conductual (TCC) pueden ayudarte a verte como eres ahora, no como eras, y a entender mejor los sentimientos incómodos que puedes tener sobre la bebida (¡y sobre no beber!). Mantenerte involucrado con tu grupo de apoyo también es clave para evitar una recaída.

Esta etapa suele durar de 2 a 3 años.

Etapa 3: Crecimiento personal

Esta etapa es de carácter abierto. Piensa en ella como un plan para el resto de tu vida. Una gran parte consiste en aprender sobre ti mismo y afrontar los pensamientos y acciones negativas que pueden haberte empujado a encontrar alivio en la bebida. Aunque el autocuidado y las habilidades vitales inteligentes son siempre importantes, este es el momento de empezar a ver el panorama general, involucrarse más con el mundo y tender la mano para ayudar a otros en tu vida. Estas conexiones positivas pueden ayudarte a evitar tentaciones y recaídas.

La recuperación: Lo que realmente implica

La verdadera clave es el éxito de la recuperación viene de tu interior. Tienes que estar preparado para hacer los cambios necesarios para dejar de beber. Entonces, puedes trabajar con tu médico para encontrar el mejor plan de tratamiento para ti. Puede ser una combinación de terapia, apoyo de grupo y medicación. Muchas personas que padecen el trastorno por déficit de atención e hiperactividad también sufren de depresión o ansiedad. El tratamiento de estos problemas de salud mental es imprescindible, sobre todo si son la causa del consumo de alcohol.

Los expertos señalan que la recuperación es algo más que dejar de beber. De hecho, hay incluso un término para las personas que se abstienen pero que no hacen cambios vitales para romper un patrón de consumo, dejar otros hábitos de vida poco saludables y abordar los problemas que probablemente les llevaron a beber. Se llama síndrome del borracho seco.

Algunas señales de que te encuentras en esta situación son sentirte resentido por tener que dejar de beber, pensar en la bebida como en los viejos tiempos y sustituir la bebida por otro hábito perjudicial, incluso la comida o las compras si se hace de forma extrema.

La mejor manera de evitar o superar el síndrome del borracho seco es pedir ayuda cuando se decide dejar de beber, en lugar de intentar hacerlo solo.

Pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino que puede hacerte más fuerte. Un programa de recuperación estructurado te da un conjunto de herramientas, y un grupo de autoayuda te da otro. Esto puede parecer un gran esfuerzo por tu parte, y lo es. Pero las sesiones de terapia y las reuniones de grupo y personales funcionan conjuntamente.

Cambios en el estilo de vida que marcan la diferencia

Estos bloques de construcción crean una base más sólida para una vida más feliz:

Evita volver a caer en las viejas costumbres. Además de cambiar tu visión de la vida con una terapia como la TCC, querrás hacer una pausa con la gente y las situaciones que fomentan la bebida.

Acepta la honestidad. Se miente mucho a los demás cuando se intenta ocultar un problema como el consumo de alcohol, pero es posible que tampoco hayas sido sincero contigo mismo. Reconozca el abuso a usted mismo, así como a su grupo de apoyo, a su familia y a los profesionales médicos con los que trabaja. Puede que al principio no te sientas cómodo, pero ese malestar es normal y útil.

Cuida mejor de ti mismo y de tus necesidades. Esto significa encontrar otras formas, además del alcohol, de sentirse más seguro, tranquilo y contento. Descuidar tu salud, ser demasiado crítico contigo mismo o castigarte por tu problema no es la respuesta. Además de nutrir y ejercitar tu cuerpo, ayuda a nutrir y ejercitar tu mente. Enfoques como el mindfulness y el yoga te ayudan a superar los sentimientos negativos, a calmar la ansiedad, a relajarte y a dormir mejor.

Cuidado con el autosabotaje. La recuperación puede resultar a veces tediosa. Es posible que añores los días de diversión de la bebida. Puede pensar que esta vez puede tener el control sobre la bebida que no tenía antes, o incluso empezar a preguntarse si tenía un trastorno por consumo. Estos son signos de que estás negando tu problema, y a menudo son el primer paso hacia una recaída. Independientemente de la etapa de recuperación en la que te encuentres, también son señales de que debes consultar a tu médico o terapeuta para que te ayude a seguir con tu plan de recuperación.

Hot