Riesgos del alcohol para la salud: Problemas causados por el consumo excesivo y crónico de alcohol

Si bebes un poco de alcohol de vez en cuando, probablemente no te cause un daño duradero si estás sano. Pero la historia es diferente si bebes mucho con regularidad.

Para la mayoría de los hombres, eso se define como más de 4 copas al día, o 14 o 15 a la semana. Para las mujeres, el consumo excesivo es más de 3 bebidas al día, o 7 u 8 a la semana.

El exceso de alcohol puede perjudicarle física y mentalmente de muchas maneras.

Daños en el hígado

El alcohol es una toxina y el hígado se encarga de eliminarlo del cuerpo. Pero tu hígado puede no ser capaz de seguir el ritmo si bebes demasiado y demasiado rápido. El alcohol puede matar las células del hígado y provocar una cicatrización llamada cirrosis. El consumo excesivo de alcohol a largo plazo también puede provocar la enfermedad del hígado graso alcohólico, un signo de que el hígado no funciona tan bien como debería.

Enfermedades del corazón

Es posible que conozcas los peligros de los coágulos de sangre y de los altos niveles de grasas y colesterol en tu cuerpo. El alcohol hace que ambas cosas sean más probables. Los estudios sobre los bebedores empedernidos también muestran que es más probable que tengan problemas para bombear la sangre al corazón y pueden tener una mayor probabilidad de morir por una enfermedad cardíaca.

Problemas del cerebro y del sistema nervioso

El alcohol afecta a las vías de comunicación del cerebro. Esto hace que sea más difícil pensar y hablar con claridad, recordar cosas, tomar decisiones y mover el cuerpo. El consumo excesivo de alcohol también puede causar problemas de salud mental como la depresión y la demencia. Puedes sufrir daños nerviosos dolorosos que pueden persistir mucho tiempo después de estar sobrio.

Anemia

Esto ocurre cuando tu cuerpo no produce suficientes glóbulos rojos sanos para mover el oxígeno. Eso puede provocarte úlceras, inflamación y otros problemas. El exceso de alcohol también puede hacer que sea más probable que se salte las comidas, lo que puede hacer que su cuerpo carezca de hierro.

Cáncer

Existe una clara relación entre el consumo excesivo de alcohol y muchos tipos de cáncer. El alcohol puede dañar las células de la boca, la garganta, la laringe y el esófago. Puede provocar cáncer en el hígado, los senos y los intestinos. El alcohol puede ayudar a que las sustancias químicas cancerígenas del tabaco y de otras fuentes entren más fácilmente en sus células.

Convulsiones

El abuso de alcohol a largo plazo puede aumentar las posibilidades de sufrir epilepsia. Y la abstinencia de alcohol después de un consumo excesivo puede provocar convulsiones.

Gota

Esta forma de artritis es el resultado de la acumulación dolorosa de ácido úrico en las articulaciones. Se puede padecer gota por comer demasiados alimentos con alto contenido en sustancias químicas llamadas purinas, entre las que se encuentran las carnes rojas, los mariscos y el alcohol, especialmente la cerveza y el licor.

Infecciones

El consumo excesivo de alcohol puede impedir que las células inmunitarias combatan los virus y las bacterias. También puede dañar el hígado, que desempeña un papel importante en el sistema inmunitario al fabricar proteínas antibacterianas.

Problemas digestivos

El alcohol es cáustico. Puede inflamar el revestimiento del estómago, causando acidez y náuseas. Con el tiempo, esto puede provocarte úlceras e inflamación crónica en el estómago, el esófago y el intestino. También puede dificultar la digestión de nutrientes importantes como la vitamina B12 y la tiamina. El alcohol también puede provocar la acumulación de enzimas digestivas en el páncreas, lo que da lugar a una enfermedad llamada pancreatitis o páncreas inflamado. Esto puede afectar a la cantidad de insulina que se produce, lo que aumenta el riesgo de padecer diabetes.

Dormir

Tomar muchas copas puede dejarte sin sentido por la noche. Pero una vez que el efecto sedante desaparece, puede interrumpir o disminuir la calidad del sueño. Beber demasiado a menudo puede dificultar la conciliación del sueño y el mantenimiento del mismo. También puede aumentar los ronquidos y la apnea del sueño, dificultando el descanso nocturno.

Cómo obtener ayuda

Si crees que puedes tener un problema con el alcohol, busca ayuda. Habla con tu médico, terapeuta o un especialista en adicciones. Busca grupos de apoyo en Internet. Algunas personas consiguen dejar el hábito por sí solas. Pero si crees que necesitas más ayuda, puedes acudir a tu filial local de Alcohólicos Anónimos... Infórmate sobre el tratamiento ambulatorio del alcohol.

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