Después de sufrir un ictus, es posible que su cerebro tenga que volver a aprender algunas habilidades antiguas. Cuáles de ellas dependerán de su estado. Sin embargo, su materia gris tiene una capacidad asombrosa para repararse y recablearse.
Un programa de rehabilitación de accidentes cerebrovasculares puede ayudar a su cerebro a hacer el trabajo. Puede que no revierta totalmente los efectos del ictus, pero puede ayudarle a recuperar su independencia y parte de lo que ha perdido.
La rehabilitación comienza ya 24 horas después del ictus. En cuanto su estado sea estable, empezará a hacer ejercicios sencillos que le ayuden a volver a sentarse en la cama, ir al baño, bañarse, vestirse y alimentarse.
El proceso es diferente para cada persona porque un ictus puede afectar a distintas partes del cerebro. Independientemente de cómo hayan cambiado tus habilidades, la clave para mejorar es sencilla: Seguir practicando.
Tu equipo
Puede que hagas tu rehabilitación en el hospital, en un centro donde pases la noche, en una clínica o en casa. Sea cual sea el lugar donde se desarrolle su programa, un grupo de expertos le ayudará.
Los fisioterapeutas trabajarán con usted en ejercicios para mejorar su movimiento, equilibrio y coordinación.
Los terapeutas ocupacionales le ayudarán a practicar tareas cotidianas como comer, bañarse y escribir.
Los logopedas le ayudarán con los problemas de habla y deglución.
Los psicólogos o trabajadores sociales le ayudarán con problemas emocionales como la depresión y la ansiedad.
Trabajo físico
Los miembros de su equipo, incluido su fisioterapeuta, le guiarán a través de ejercicios que pueden fortalecer sus músculos, mejorar su coordinación y ayudarle a caminar, por sí mismo o con una silla de ruedas o un andador.
Algunas de las terapias que puede utilizar su equipo son
Terapia de movimiento inducido por restricción (CIMT): Si el ictus ha afectado a uno de los brazos, por ejemplo, el equipo puede colocar la mano "buena" en un guante para animarle a practicar habilidades con la extremidad más débil.
Trabajo en cinta de correr: Esto puede ayudarte si el ictus te provocó problemas en las piernas. Es posible que tenga que utilizar una técnica que le dé apoyo mientras camina sobre la máquina.
Entrenamiento de realidad virtual: Puedes jugar a juegos de ordenador que te ayuden a practicar los movimientos de brazos o piernas. Tu fisioterapeuta puede incluso utilizar robots para ayudarte a mejorar tus habilidades para caminar.
Otras terapias
Puede que le resulte difícil comunicarse después de un ictus. Los logopedas te ayudarán a remasterizar viejas habilidades y a desarrollar otras nuevas. Pueden probar cosas como juegos de rol o ejercicios de palabras. También pueden enseñarle a utilizar cosas como el lenguaje de signos o los tableros de símbolos.
Si tienes problemas para tragar, tu logopeda puede enseñarte cosas como cambiar de postura o meter la barbilla.
También es natural tener algo de depresión o ansiedad después de un ictus, por lo que los profesionales de la salud mental pueden elaborar un plan que puede incluir asesoramiento o medicación.