Imagínese que se despierta un día y, de repente, todo el mundo a su alrededor habla un idioma que usted no conoce. O entiende lo que dicen, pero cuando intenta hablar, le salen las palabras equivocadas. O no puedes hablar en absoluto.
Así puede ser para alguien que ha sufrido un ictus. Si cuida a un ser querido que se está recuperando, los problemas de comunicación pueden parecer un muro entre ustedes. Aunque la persona pueda pensar con claridad, es posible que le cueste conectar con ella.
Los problemas de comunicación tras un ictus suelen mejorar con el tiempo y el tratamiento. Y hay muchas maneras de ayudar a su ser querido a recuperar las habilidades que perdió.
Cómo afectan los accidentes cerebrovasculares a la comunicación
Aproximadamente 1 de cada 3 personas que han sufrido un ictus tiene algún problema con el lenguaje, como hablar, entender el discurso, leer o escribir. Los efectos concretos dependen del lugar del cerebro donde se produjo el ictus. Hay dos tipos básicos de problemas.
Problemas de lenguaje: Afasia
La afasia tiene que ver con la forma en que las personas procesan el lenguaje -hablado o escrito- en sus cerebros. Una persona es tan inteligente como lo era antes del ictus, y puede pensar con claridad. Pero tiene dificultades para utilizar o comprender el lenguaje. Hay muchos tipos de afasia con diferentes síntomas.
Algunas personas con afasia pueden entender el lenguaje, pero no pueden hablar. Otras pueden hablar, pero no tienen sentido: sus frases son un revoltijo de palabras aleatorias o inventadas. La afasia también puede dificultar o imposibilitar la lectura o la escritura.
Problemas del habla: Disartria y apraxia
Las personas con problemas de habla entienden el lenguaje. También saben lo que quieren decir y cómo decirlo. Pero sus cuerpos no cooperan. Los músculos de la lengua, los labios y otras partes pueden ser demasiado débiles para el habla. O sus cerebros no pueden enviar los mensajes adecuados para que esos músculos trabajen en sincronía. Algunos ejemplos de problemas del habla son:
-
Disartria. La persona no puede hablar con claridad y arrastra las palabras. Puede tener problemas para hablar con un tono normal. También es posible que hablen en voz demasiado baja o lenta.
-
Apraxia del habla. Pueden tener dificultades para decir las palabras correctamente, porque no consiguen que la lengua o los labios funcionen del todo bien. Pueden hablar despacio, con largas pausas, y tener dificultades con las palabras más largas y ciertos sonidos.
Otros problemas después de un ictus también pueden afectar a la comunicación. Por ejemplo, su ser querido puede tener dificultades para captar las señales sociales o emocionales durante una conversación. O puede tener problemas de humor o de memoria que le dificulten la expresión.
Tratamientos para los problemas de comunicación
Lo mejor es empezar la rehabilitación lo antes posible después de un ictus. Los logopedas pueden ayudar con muchos tipos de problemas de comunicación. Pueden:
-
Ayudar a las personas a reaprender habilidades, como reconocer y pronunciar letras
-
Enseñar a las personas y a sus familias a utilizar herramientas de comunicación, como gráficos, dispositivos electrónicos, etc.
-
Enseñar ejercicios para fortalecer los músculos de la boca o la lengua (para personas con disartria)
Otros tratamientos para los problemas de comunicación tras un ictus son:
-
Terapia de entonación melódica, en la que las personas aprenden a cantar palabras que no pueden decir
-
Terapia de arte
-
Terapia de grupo y grupos de apoyo
Los científicos están estudiando si algunos tipos de medicamentos podrían tratar también los problemas del lenguaje.
Cómo ayudar a su ser querido
Practicar. Se necesita mucho trabajo para que alguien vuelva a aprender a comunicarse. Su ser querido necesitará practicar habilidades y ejercicios. Reserve tiempo para ayudarle y trate de ser paciente y positivo. Probablemente cometerá errores, pero anímale a no rendirse.
Facilite la concentración. Cuando quiera hablar con ellos, apague la televisión. No te acerques a zonas ruidosas. Cuando hables, ponte de frente a ellos para que te vean.
Sé claro. Presenta el tema del que quieres hablar y haz preguntas de sí o no. Durante la conversación, resume lo que habéis discutido o acordado.
Habla con normalidad. No hace falta que hables más alto ni que utilices un lenguaje infantil. Da por hecho que pueden oír y entender lo que dices, a menos que sepas lo contrario.
Esté abierto a diferentes formas de comunicación. Los blocs de notas, las tarjetas de instrucciones, las imágenes, los gestos y los programas informáticos pueden ayudarte a conectar. Comprueba lo que funciona.
Qué esperar
No se puede predecir cómo se recuperará una persona de un ictus. Pero, por lo general, los problemas de comunicación mejoran de forma natural a lo largo de semanas y meses. El cerebro suele adaptarse y adquirir nuevas habilidades para compensar parte de lo que ha perdido.
Sin embargo, algunas personas tienen problemas de comunicación duraderos. Por eso, es posible que tengas que aprender nuevas formas de conectar con tu ser querido. Si trabajáis juntos y probáis diferentes técnicas, podréis seguir mejorando vuestra comunicación y encontrar un lenguaje común que podáis compartir.