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Cuando necesita aliviarse de la rutina de entregar propuestas importantes, Dana Marlowe, de 33 años, de Washington, D.C., hace algo de ruido. "Me meto en el cuarto de juegos de mi hijo pequeño y me pongo a tocar sus juguetes: el xilófono, el piano para bebés. Casi me sé 'Twinkle, Twinkle, Little Star'", dice Marlowe, consultora de accesibilidad tecnológica.
Este tipo de música ocasional puede cortocircuitar la respuesta al estrés, según las investigaciones, y evitar que se convierta en algo crónico. El estrés comienza en el cerebro y luego desencadena una reacción en cadena que activa la respuesta al estrés en todas las células de nuestro cuerpo. Con el tiempo, estos interruptores celulares pueden quedarse atascados en la posición "on", lo que provoca sentimientos de agotamiento, ira o depresión, así como una serie de dolencias físicas.
Los investigadores saben ahora que tocar un instrumento musical puede desactivar la respuesta al estrés, mejorando la salud física y emocional. Cuando nuestros sentidos detectan una posible amenaza en el entorno, el cuerpo experimenta una reacción en cadena en la que los genes de cada célula se activan, dirigiendo a las células para que produzcan sustancias químicas asociadas a la respuesta al estrés. Tocar música desencadena una reacción en cadena opuesta que vuelve a desactivar estos genes.
La música recreativa es la clave
Aquí hay una noticia aún mejor: no hace falta ser tan competente como el violinista Joshua Bell para obtener los beneficios; de hecho, todo lo contrario. Cuanto más en serio te enfrentes a la música, menos relajante te resultará.
"La creación musical típica se basa en la práctica, la interpretación y el dominio. En la creación musical recreativa, nuestra intención es sentirnos cómodos y nutridos en una experiencia creativa sin ningún tipo de presión", dice el doctor Barry Bittman, director general y médico del Centro de Bienestar Mente-Cuerpo de los Centros Médicos Meadville, en Meadville (Pensilvania).
Se acumulan los estudios que demuestran los beneficios desestresantes de hacer música: Redujo la prevalencia del agotamiento en los estudiantes de enfermería y en los trabajadores de cuidados de larga duración, y mejoró el rendimiento escolar y el comportamiento de un grupo de jóvenes en situación de riesgo del centro de la ciudad. Recuerda, según Bittman, que debes pensar en hacer música no como un producto final, sino como una herramienta para la salud y el bienestar.
Eso le parece bien a Marlowe. "Es una forma divertida de liberarse de la rutina diaria", dice. "Después de cinco o diez minutos, puedo volver y terminar mi trabajo... después de ordenar la sala de juegos".
Cómo empezar a utilizar la música para reducir el estrés
Cuál es la mejor manera de que los no tan inclinados a la música se pongan en marcha? El doctor Barry Bittman tiene algunos consejos:
No cojas una guitarra.
Dominar la técnica básica de los dedos lleva demasiado tiempo, dice Bittman. Tu objetivo es disfrutar de la experiencia aquí y ahora. Es importante elegir un instrumento que no requiera mucha técnica para sonar bien. Sugiere los teclados digitales que permiten crear sonidos agradables con sólo pulsar las teclas. O simplemente golpear una lata.
Tocar de oído
. No te preocupes por aprender canciones o leer música. En su lugar, sigue el consejo de Dana Marlowe y simplemente toca por diversión. "No voy a sacar un disco pronto", dice. "Es sólo una fuerte cacofonía de sonidos".
Disfruta a menudo.
Hace falta tiempo para que los beneficios de hacer música creen cambios duraderos en tus células. Los estudios han descubierto que tocar una hora a la semana durante seis semanas puede reducir la respuesta al estrés. Hacer música es como cualquier otra actividad de bienestar; debes convertirla en un cambio de estilo de vida permanente.