Lucha contra los brotes
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Si no estás durmiendo bien, tu piel pronto lo notará. Algunos estudios han encontrado una relación entre la falta de ZZZ y el acné, quizá relacionada con la forma en que el sueño controla las hormonas del cuerpo. La falta de sueño también perjudica al sistema inmunológico, dejando a tu cuerpo expuesto a muchos problemas diferentes.
Tus ojos no se ven bien
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Enrojecimiento, hinchazón, ojeras y bolsas... son señales de que no estás durmiendo lo suficiente. Los estudios demuestran que las personas que no duermen tienden a tener más arrugas, líneas de expresión, hinchazón y flacidez. ¿Por qué? Puede que tu cuerpo se pierda el control hormonal y la reparación de los tejidos que se produce en las etapas de sueño profundo.
Aumentas de peso
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Cuando descansas bien por la noche, tu cuerpo puede controlar adecuadamente la grelina y la leptina, las hormonas que afectan a la sensación de hambre. Sin ellas, puedes sentir el impulso de comer más de lo que necesitas, lo que puede hacerte ganar peso.
Tienes antojo de comida basura
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Después de una noche de insomnio, es más probable que elijas esa hamburguesa con queso y papas fritas en lugar de una ensalada para el almuerzo. Un cerebro privado de sueño es más propenso a desear aperitivos y comidas poco saludables. Es posible que el juicio y la toma de decisiones no sean tan agudos cuando estás cansado, lo que facilita que otros deseos se impongan.
Tomas más cafeína
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No es una gran sorpresa: si tus dos tazas de café habituales no son suficientes, puede que no estés tan descansado como de costumbre. La cafeína puede parecer una respuesta a la falta de sueño, pero rápidamente puede convertirse en parte del problema. A corto plazo, el estímulo del café o el refresco puede hacer que estés más alerta, pero a largo plazo puede provocar insomnio o ansiedad.
Te sientes de mal humor
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La irritabilidad es una gran señal de que se duerme mal. Un estudio limitó a las personas a 4 horas y media de sueño por noche durante una semana. El resultado: Personas más estresadas, enfadadas y mentalmente agotadas. Se sintieron mejor cuando volvieron a sus horarios normales.
Te sientes deprimido
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La depresión y la falta de sueño también están estrechamente relacionadas. Y lo que es peor, son circulares: la depresión puede llevar a dormir mal, y también puede ocurrir lo contrario...
La concentración y la memoria se debilitan
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Incluso un poco menos de sueño -perder sólo 2 horas si normalmente duermes 8 horas por noche- puede hacerte sentir aturdido y afectar a la concentración y la memoria. Esto puede hacer que seas menos hábil en el trabajo - o peor, al volante de tu coche. Más de un tercio de las personas admiten haberse quedado dormidas mientras conducen.
Las mañanas se sienten mal
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Despertarse con dolor de garganta, sequedad de boca o dolor de cabeza podría apuntar a una razón médica por la que estás durmiendo mal: apnea del sueño, ronquidos o reflujo ácido, por ejemplo. Si notas los síntomas una y otra vez, habla con tu médico. Él puede determinar si la medicación u otro tratamiento pueden ayudarle.
Obtenga el descanso que necesita
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La mayoría de los adultos necesitan entre 7 y 9 horas de sueño por noche. Asegúrate de que sea reparador:
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Sigue un horario, es decir, acuéstate y levántate más o menos a la misma hora cada día.
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Mantén tu habitación fresca, silenciosa y oscura.
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Haga ejercicio con regularidad, especialmente los entrenamientos que hacen que su corazón bombee. Puede favorecer un sueño más profundo.
Un buen sueño nocturno repara el cuerpo y la mente, lo que te ayuda a funcionar de forma óptima.