Hipersomnia Idiopática: Diferentes métodos de tratamiento

La hipersomnia idiopática (IH) es, en muchos sentidos, un misterio. Se desconoce su causa. Sólo existe un tratamiento aprobado por la FDA. Incluso el diagnóstico de este trastorno, que provoca una somnolencia excesiva durante el día incluso después de haber dormido muchas horas por la noche, es un reto.

Si tiene IH, el objetivo principal del tratamiento es aliviar los síntomas, especialmente la somnolencia diurna extrema que puede obstaculizar gravemente su calidad de vida.

En general, hay dos caminos que puedes tomar para controlar los síntomas: el camino sin fármacos y el que los tiene.

Medicamentos para tratar la IH

El oxibato de calcio, magnesio, potasio y sodio (Xywav) está aprobado para tratar la HIE en adultos. Se cree que actúa a través de sustancias químicas como la dopamina y sus vías cerebrales implicadas en la vigilia. Sin embargo, no se considera un estimulante.

También es una práctica común el uso de los llamados medicamentos "promotores de la vigilia" que se utilizan para un trastorno similar, la narcolepsia, para tratar la IH.

En general, estos medicamentos se clasifican en tres categorías:

Estimulantes. Estos medicamentos que favorecen la vigilia incluyen los derivados de las anfetaminas, como la dextroanfetamina (Dexedrine), la metanfetamina (Desoxyn)... y el metilfenidato (Ritalin). Pueden ser eficaces, pero también pueden tener efectos secundarios, como la dependencia -engancharse a ellas- y problemas cardíacos.

Medicamentos no estimulantes que promueven la vigilia. Entre ellos se encuentran el armodafinilo (Nuvigil) y el modafinilo (Provigil). Afectan a la dopamina, sustancia química del cerebro, para que estés más despierto.

Otros medicamentos no estimulantes que favorecen la vigilia son el pitolisant (Wakix) y el solriamfetol (Sunosi).

Oxibato sódico. Bajo la marca Xyrem, este medicamento, tomado por la noche, favorece el sueño profundo. Reduce la somnolencia diurna de quienes padecen narcolepsia y puede ayudar a las personas con IH.

Además, el médico puede recetar medicamentos utilizados para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), antidepresivos y sedantes.

La vía no medicamentosa

Cambiar su rutina para promover un sueño mejor y más reparador por la noche (y más despierto durante el día) es a menudo un primer paso en el tratamiento de la IH.

Esos cambios pueden incluir:

  • Alejarse del trabajo en turno de noche

  • Cambiar lo que se come

  • Empezar una rutina de ejercicios o cambiar la que tienes

  • Evitar cosas como el alcohol y la cafeína

La cafeína, de hecho, es una forma muy utilizada para combatir la somnolencia durante el día. Más del 82% de los que padecen IH la utilizan. Pero la mayoría de ellos califican su eficacia como escasa.

Cosas como programar siestas diurnas para combatir la somnolencia a veces funcionan en trastornos similares, como la narcolepsia. Pero en el caso de la IH, no suelen ser útiles. Las siestas suelen ser largas, y los afectados por la IH se despiertan todavía cansados.

Si tienes otros problemas que pueden estar contribuyendo a tu IH -un reloj interno desajustado (conocido como ritmo circadiano) o problemas respiratorios nocturnos-, es posible que tu equipo médico deba ocuparse también de ellos (con tratamientos como la fototerapia o máquinas que regulan la respiración nocturna).

La terapia cognitivo-conductual (TCC) enseña a las personas a disminuir sus reacciones negativas ante los problemas que padecen. Eso les ayuda a sobrellevar las presiones diarias que supone enfrentarse a trastornos como el HI.

Es importante señalar que el tratamiento de la IH no es uno u otro, con fármacos o sin ellos. El equipo médico puede combinar tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, por ejemplo, un cambio en la dieta con una prescripción.

Si está excesivamente somnoliento a causa de la IH, no debe realizar ninguna actividad peligrosa, y debe abstenerse de conducir o manejar maquinaria pesada.

Informarse sobre la HIE -y educar a los que te rodean y están afectados por ella- es siempre una parte importante del tratamiento.

Puede ser útil encontrar grupos de apoyo (ya sea en línea o en persona) que estén pasando por los mismos retos que tú, y buscar grupos de defensa de los pacientes que impulsen una mayor investigación sobre la HIE.

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