¿Tienes la garganta seca, te pica o te escuece? ¿Te duele al tragar? Son signos de dolor de garganta. Puedes pensar que tienes una infección vírica. Pero si no te sientes mal y no tienes fiebre, pero sigues despertándote con dolor de garganta, es posible que haya otras causas.
Causas del dolor de garganta
Los signos y síntomas del dolor de garganta pueden variar en función de la causa.
Las posibles causas son:
Deshidratación. Tu cuerpo no se encuentra bien si no bebes suficiente agua o si sudas demasiado rápido. La deshidratación también puede producirse si tomas medicamentos que te hacen orinar más o perder peso en agua. Por la noche, cuando pasas horas sin beber agua, puedes despertarte con la boca seca y un picor de garganta que te dificulta tragar.
Otros signos de deshidratación son:
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Dolor de cabeza
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Cansancio
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Mareo
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Calambres musculares
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Pies hinchados
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Sensibilidad al calor
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Estreñimiento
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Orina de color oscuro
Sentir sed es una señal de que ya estás deshidratado. La mejor manera de tratar la deshidratación y la sequedad de garganta es beber mucha agua. También puedes utilizar mezclas o polvos rehidratantes que añaden electrolitos a tu sistema.
La cantidad de agua que necesitas cada día depende de tu edad, altura, peso y del clima local. La recomendación estándar es de ocho vasos de agua al día, pero consulte a su médico sobre lo que es adecuado para usted.
Ronquidos y apnea del sueño. Todo el mundo ronca en algún momento de su vida. Los ronquidos fuertes y ásperos se producen cuando los músculos de la garganta se relajan y el aire que fluye por la tráquea hace vibrar el tejido que la rodea.
La vibración constante de las vías respiratorias a causa de los ronquidos es una causa común de dolor de garganta. Los ronquidos también están estrechamente relacionados con la respiración bucal, que puede hacer que se te seque la boca y te pique la garganta al despertarte.
Aunque los ronquidos son habituales, los ronquidos crónicos pueden ser un signo de apnea del sueño, un grave trastorno del sueño en el que la respiración puede iniciarse y detenerse varias veces durante la noche. Hay diferentes tipos de apnea del sueño, pero el más común es la apnea obstructiva del sueño (AOS). Unos 22 millones de estadounidenses la padecen.
Cuando se padece AOS, los músculos de la garganta se relajan y bloquean las vías respiratorias al acostarse. Esto dificulta la respiración. Despertarse con dolor de garganta o sequedad de boca es uno de los signos reveladores.
Otros síntomas son
Sensación de sueño durante el día
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Ronquidos fuertes
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Despertar bruscamente jadeando y ahogándose
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Dolor de cabeza
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Dificultad para concentrarse
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Sentirse de mal humor o irritable
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Presión arterial alta
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Sudores nocturnos
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Bajo deseo sexual
Si sus ronquidos son demasiado fuertes o se despierta con dolor de garganta y sequedad de boca, dígaselo a su médico. Es posible que le hagan un estudio del sueño para controlar su actividad cardíaca, pulmonar y cerebral y que le hagan algunas pruebas para confirmarlo. El médico puede optar por realizar el estudio en un laboratorio o en casa.
Las opciones de tratamiento incluyen cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso, el ejercicio regular o la reducción del consumo de tabaco y alcohol. Si ronca mucho, intente dormir de lado: dormir de espaldas lo empeora. Su médico también puede recetarle medicamentos para las alergias o pastillas para dormir, de modo que pueda tener un sueño reparador.
Si la apnea del sueño es grave, es posible que necesite una máquina de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) que le ayude a mantenerlas abiertas mientras duerme. En algunos casos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
Alergias. Si es alérgico a alérgenos ambientales como el polen, el moho, la caspa de los animales o los ácaros del polvo, estar cerca de ellos puede irritar la nariz y las vías respiratorias. Esto puede provocar picor o escozor de garganta. La mayoría de los medicamentos para la alergia (antihistamínicos) son de venta libre y pueden aliviar parte de la irritación. Si no estás seguro de a qué eres alérgico, pregunta a tu médico.
Infecciones víricas. Los virus que causan infecciones como el resfriado común o la gripe suelen ser la causa del dolor de garganta.
Otros síntomas de infecciones virales pueden ser:
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Tos
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Goteo nasal
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Estornudos
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Fiebre
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Voz ronca o rasposa
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Glándulas inflamadas en el cuello o la mandíbula
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Dolores en el cuerpo
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Dolor de cabeza
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Náuseas o vómitos
Por lo general, las infecciones virales desaparecen en 5-7 días sin tratamiento. Los antibióticos no funcionan para una infección viral. Si tienes dolor o fiebre alta, un analgésico suave como el paracetamol (Tylenol) puede ayudar a aliviar los síntomas. Si el dolor de garganta es intenso y dura más de una semana, comunícalo a tu médico.
Faringitis estreptocócica. Una infección bacteriana también puede provocar un dolor de garganta muy rápido. La causa más común es una bacteria llamada Streptococcus pyogenes, que provoca la faringitis estreptocócica.
Otros síntomas son:
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Dificultad para tragar
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Fiebre
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Amígdalas rojas e hinchadas. También pueden tener manchas blancas o vetas de pus en ellas.
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Pequeñas manchas rojas en el paladar.
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Ganglios linfáticos inflamados en el cuello
Si tienes una faringitis estreptocócica, tu médico te dará un tratamiento de antibióticos para tratarla.
Reflujo ácido. Se trata de un trastorno digestivo que se produce cuando el ácido del estómago sube por el esófago hasta la garganta. El término médico es enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Otros síntomas pueden ser el ardor de estómago, la voz ronca o el dolor de garganta que se siente como un bulto al levantarse por la mañana.
Si tienes reflujo ácido, díselo a tu médico. También puede tomar medicamentos de venta libre para aliviar sus problemas digestivos.
Tumores. Puede tener dolor de garganta si tiene un bulto o tumor canceroso cerca o en la garganta, en la lengua o cerca de la laringe.
Otros síntomas pueden ser:
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Ronquera en la voz
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Dificultad para tragar
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Respiración ruidosa
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Sangre en la saliva
Si tiene alguno de estos síntomas, informe a su médico de inmediato. Es posible que tenga que iniciar tratamientos contra el cáncer.
Infección por el VIH. El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es un tipo de infección viral. Puede provocar dolor de garganta o síntomas parecidos a los de la gripe en sus primeras fases. Si eres seropositivo, es posible que tengas un fuerte dolor de garganta la mayor parte del tiempo. Esto puede deberse a una infección por hongos llamada aftas orales que puede producirse debido a la falta de inmunidad.
Un virus llamado citomegalovirus (CMV) también puede causar dolor de garganta. Esto puede ser una afección grave si tu cuerpo carece de la capacidad de combatir un virus.
Si sospechas que estás infectado por el VIH y tienes dolor de garganta, hazte la prueba de inmediato. Las infecciones por VIH pueden controlarse con los medicamentos habituales, pero cuanto antes lo descubras, mejor. El tratamiento y la medicación también reducen tus posibilidades de transmitir el virus a otras personas.
Cuándo acudir al médico
Si te levantas con dolor de garganta con frecuencia o te dura más de una semana, debes avisar a tu médico. Es posible que te hagan algunas pruebas o que te hagan un frotis de la garganta para averiguar cuál es la causa. En función del diagnóstico, el médico decidirá un plan de tratamiento.
Si el dolor de garganta te dificulta la respiración o la deglución, o sientes un bulto en la garganta, hazte una revisión lo antes posible. Si tienes una infección vírica o bacteriana junto con una fiebre superior a 38 grados, acude a tu médico para que te examine. Puedes tomar analgésicos de venta libre para aliviar la fiebre y ayudarte a sentirte mejor.
Si el dolor de garganta es un síntoma de apnea del sueño, además de las pruebas del estudio del sueño, el médico puede remitirte a un otorrinolaringólogo para descartar cualquier bloqueo estructural que pueda estar causando tus problemas de sueño.
Qué puede hacer para sentirse mejor?
Aunque los dolores de garganta graves pueden necesitar atención médica, hay cosas que puedes hacer en casa para aliviar los síntomas.
Puedes:
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Chupar trozos de hielo o polos para aliviar la garganta. También puedes probar con caramelos duros o pastillas.
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Utiliza un humidificador si el aire donde duermes es seco.
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Haz gárgaras con agua salada para frenar el picor de la garganta.
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Toma bebidas calientes y mucho líquido para mantenerte hidratado.
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Utilice la miel para aliviar la tos en el caso de los adultos. Los niños pueden tomar miel si tienen más de un año.