¿Qué es la congelación?
La congelación se produce cuando la exposición a temperaturas bajo cero daña zonas de la piel y los tejidos subyacentes. Es una afección tratable pero potencialmente grave.
¿Cuáles son los síntomas?
Cuando hace frío, la piel que no está cubierta puede enrojecerse o doler. Esto se llama congelación, y es una señal de alerta temprana de congelación. Si esto ocurre, busca rápidamente un refugio cálido.
Los síntomas de la congelación dependen de la profundidad del cuerpo. Hay tres etapas. La congelación temprana afecta a las capas superiores de la piel. Los casos más avanzados pueden llegar hasta los músculos y los huesos.
Fase inicial
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La piel se vuelve de color amarillo pálido o blanco
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Puede picar, escocer, arder o sentirse como "alfileres y agujas".
Etapa intermedia
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La piel se vuelve dura
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Tiene un aspecto brillante o ceroso
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Cuando la piel se descongela, se forman ampollas llenas de líquido o sangre
Etapa avanzada
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La piel está muy dura y fría al tacto
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La piel se oscurece rápidamente. Puede tener un aspecto azul y más tarde volverse negra
Algunas personas no saben que tienen congelación porque a medida que empeora, ya no se puede sentir la zona. Por eso hay que fijarse en los cambios de color de la piel.
Síntomas de emergencia de la congelación
Acuda a urgencias de inmediato si sospecha de congelación. Algunos signos de alerta pueden ser:
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El color de tu piel cambia de color o se endurece.
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Su piel se mantiene adormecida (no siente nada).
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Tiene un dolor intenso al descongelarse la piel.
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Comienzan las ampollas en la piel.
Causas de la congelación
Al igual que el agua se convierte en hielo cuando baja la temperatura, los dedos de las manos, los dedos de los pies, los pies -incluso la nariz y las orejas- pueden congelarse si se exponen a un clima extremadamente frío o se toca algo muy frío, como el hielo o el metal congelado. Al estar más alejadas del núcleo, son las primeras zonas afectadas por la disminución del flujo sanguíneo en respuesta al frío.
Es más probable sufrir una congelación si no te vistes adecuadamente para el frío, el viento o la humedad, o si llevas ropa demasiado ajustada en esas condiciones.
La rapidez con la que se produce la congelación depende del frío y el viento que haya en el exterior. Puede ocurrir más rápido de lo que crees. En un clima gélido, es posible que la congelación se produzca en tan sólo 5 minutos.
Diagnóstico de la congelación
No hay ninguna prueba específica para la congelación. El médico te preguntará cuánto tiempo has estado en el frío y cuál era la temperatura. Le examinará la piel y puede recomendarle una radiografía u otro tipo de escáner para ver si hay algún daño grave en el hueso o el músculo.
Tratamiento de la congelación
Cuidados caseros para las congelaciones
Primero, vaya a un lugar cálido. No se frote la piel. Eso puede dañarla si está congelada.
No coloque las manos o los pies fríos en una bañera con agua caliente. Si su piel está entumecida, es posible que no pueda sentir si el agua está demasiado caliente. Eso podría causar más daños. En su lugar, sumerge las manos y los pies afectados en agua tibia (de 40 a 40 grados), o coloca un paño con agua tibia en las zonas afectadas que no puedan sumergirse, como la nariz y las orejas, durante al menos 30 minutos.
La piel debería empezar a curarse rápidamente. Al descongelarse, puede enrojecerse. También puede sentir un doloroso escozor o sensación de pinchazo, como si fueran alfileres y agujas.
Cuidados hospitalarios en caso de congelación
En el hospital, el personal tratará de calentarle, restablecer el flujo sanguíneo en la zona afectada y evitar que se produzcan más daños. Es posible que:
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Que le coloquen esponjas calientes en la nariz, las orejas u otras zonas del cuerpo congeladas
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Que le den un analgésico para el dolor de los nervios que puede recrudecerse al calentarse la piel
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Hazte pruebas de imagen, como una resonancia magnética, para ver cuántas capas de la piel están dañadas
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Que se raspe la piel que está muerta
Algunos estudios sugieren que la aspirina u otros medicamentos anticoagulantes pueden ayudar a restablecer el flujo sanguíneo en las partes del cuerpo con congelación grave si el médico se los administra en las 24 horas siguientes al recalentamiento. También se está estudiando como posible tratamiento la oxigenoterapia hiperbárica, en la que se recibe el 100% de oxígeno en un entorno controlado. Hasta ahora, los resultados son contradictorios.
En casos extremos, como cuando el tejido de la piel está ennegrecido y el flujo sanguíneo no se recupera, puede ser necesario operar para extirpar esa zona. Esto es para evitar que se infecte y cause más daño.
Prevención de la congelación
Estos consejos sobre la ropa para el clima frío pueden ayudar:
Ponte capas de ropa, sin apretar. La ropa ajustada aumenta el riesgo de congelación. En su lugar, elige capas sueltas que permitan que el calor del cuerpo circule.
Conviene que haya tres capas:
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La primera debe ser de un material que te ayude a mantenerte seco.
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La segunda va sobre la primera y debe ser de un aislante como la lana o el vellón.
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La tercera debe llevarse encima y debe ser cortavientos e impermeable.
Asegúrate de que tu gorro te cubra la cabeza y las orejas. Hazte con uno de lana o vellón con orejeras. Esto mantendrá tus orejas calientes y protegidas.
Elige manoplas o guantes aislantes. No te los quites para usar tu smartphone. Si es imprescindible enviar mensajes de texto, busca un par con textura en la punta de los dedos que te permita deslizarlos.
No escatimes en calcetines o zapatos. Los pies son muy vulnerables a la congelación. Ponte un par de calcetines de lana sobre unos que resistan la humedad. Usa botas calientes e impermeables que te cubran los tobillos.
Si sudas, bájate la cremallera al menos durante unos minutos. La ropa mojada, ya sea por la nieve o por el sudor, aumenta las probabilidades de sufrir congelaciones. Asegúrate de que la nieve no pueda colarse en tu ropa de invierno.