Infecciones por hongos en las uñas: Síntomas, diagnóstico y cuándo llamar al médico

Si las uñas de los pies están agrietadas, descoloridas, son más gruesas de lo que deberían o duelen, es posible que se pregunte si tiene una infección por hongos en las uñas. Aunque hay otros problemas que pueden afectar al aspecto o al tacto de las uñas, una infección por hongos es un culpable habitual.

Los hongos son la causa de hasta la mitad de las infecciones de las uñas. Es muy común entre los adultos de 60 años o más: aproximadamente 3 de cada 4 personas mayores tienen el problema, mientras que sólo 1 de cada 5 adultos más jóvenes están afectados.

También se puede contraer una infección por hongos en las uñas de las manos, pero es mucho más probable que aparezca en las de los pies.

Si tiene diabetes de tipo 2, debe tomarse los hongos en las uñas muy en serio. Los hongos en las uñas de los pies son dos veces más frecuentes en los pies de los diabéticos, y los casos graves, junto con las complicaciones, pueden provocar amputaciones. Acuda siempre al médico si es diabético y nota algún problema en las uñas.

Otros problemas de las uñas

Estos son menos comunes que las infecciones por hongos en las uñas, y pueden tener diferentes signos y síntomas. Incluyen:

Uñas encarnadas, que duelen donde la uña del pie crece en la piel, pero la uña suele parecer normal.

Infecciones causadas por bacterias, que pueden hacer que la uña parezca gruesa y dura, o a veces verde. La piel que rodea la uña y la cutícula puede parecer roja e hinchada.

Melanoma (el tipo de cáncer de piel más peligroso). Es muy raro, pero ocurre y puede aparecer debajo de la uña como una raya oscura.

Síntomas de la infección por hongos en las uñas

Dado que los dedos de los pies y los pies suelen estar expuestos a zonas húmedas y cálidas, donde se propaga la infección, las infecciones por hongos en las uñas afectan más a los dedos de los pies que a los de las manos. También es más probable que tus pies estén expuestos a infecciones por hongos si:

  • Pasa tiempo en piscinas

  • Caminar mucho por los vestuarios

  • Llevar siempre el mismo par de zapatillas húmedas y sudadas

  • Lesionar la uña del pie

Al principio, es posible que no tengas síntomas externos. Pero con el tiempo, tus uñas pueden:

  • Que aparezcan manchas blancas en la superficie

  • Se vuelven blancas, amarillas, verdes o marrones

  • Crecer más grueso de lo normal o, en algunos casos, más delgado de lo normal

  • Se vuelven frágiles, con bordes rotos o dentados

  • Cambiar de forma, curvándose hacia arriba o hacia abajo

  • Levantarse del lecho de la uña

  • Oler mal

  • Causarte dolor

Cuándo acudir a su médico

Siempre que creas que tienes una infección por hongos en las uñas, o cualquier problema en las uñas, y el tratamiento en casa no ayuda, acude a tu médico o podólogo (médico de los pies). Cuanto antes vayas, antes podrá ayudarte el médico.

Las infecciones por hongos en las uñas pueden empeorar con el tiempo. Acude al médico si notas que tu uña se ha vuelto marrón o negra, si te duele de repente o si se despega del lecho ungueal.

Si tienes diabetes y notas que el aspecto de las uñas de los pies ha cambiado aunque sea un poco, acude al médico de inmediato para evitar que el problema empeore.

Qué pruebas pueden hacerse

Es posible que tu médico pueda saber que tienes una infección por hongos en las uñas sólo con mirar los dedos de los pies o de las manos. Pero puede hacer algunas pruebas para estar seguro.

Pueden decidir tomar una muestra de tus uñas. Los recortes pueden ser analizados para ver si hay hongos en ellos.

Si tienes hongos en las uñas, tú y tu médico decidirán qué tratamiento es el mejor para ti.

Prevención

Lo mejor es evitar la aparición de hongos en las uñas en primer lugar. Merece la pena dedicar un poco más de tiempo y esfuerzo a mantenerlas libres de hongos:

  • Mantén las manos y los pies limpios y secos.

  • Mantenga las uñas cortas. Córtate las uñas de los pies de forma recta.

  • No camines descalzo en los vestuarios ni en las cubiertas de las piscinas.

  • Cámbiate los calcetines y el calzado cuando te suden los pies.

  • Ten más de un par de zapatillas para que tu par sudado pueda secarse antes de volver a usarlo.

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