Cuando sales a correr, haces ejercicio en el gimnasio o cortas el césped en una tarde calurosa, sudas. No es un gran problema.
Pero si sudas cuando atraviesas una oficina con aire acondicionado o te acuestas por la noche, puede ser una verdadera molestia. El término médico para la sudoración excesiva es hiperhidrosis, y puede causar problemas sociales, emocionales y físicos. Pero puedes hacer algunos cambios para ayudar a controlarla.
Antitranspirantes
No los confundas con los desodorantes, que sólo enmascaran el olor y no detienen el sudor. Los antitranspirantes taponan los conductos sudoríparos y le dicen al cuerpo que deje de producir sudor en esas zonas.
A menudo pensamos en ellos como algo que nos ponemos bajo los brazos antes de vestirnos por la mañana. Pero eso no es lo que se espera de este producto que sirve para detener el sudor.
Los antitranspirantes no son sólo para las axilas. También se pueden utilizar en las manos y los pies, así como a lo largo de la línea del cabello para ayudar a la sudoración facial. Puede ser útil masajear suavemente el antitranspirante en la piel. El spray funciona bien para los pies sudorosos.
Y el antitranspirante no es sólo para la mañana. Los estudios demuestran que es mejor ponérselo dos veces al día: una por la mañana y otra justo antes de acostarse. Si sólo te lo pones una vez, es más útil hacerlo antes de irte a la cama.
Si los antitranspirantes de venta libre no funcionan, el médico puede recetar algo más fuerte. Es una buena idea probar cualquier antitranspirante nuevo en una zona pequeña para ver si le molesta la piel.
Consejos diarios
Puedes hacer algunas otras cosas para mantener tu hiperhidrosis bajo control o enmascarar la condición cuando está en su peor momento:
Vigila lo que comes: Manténgase alejado de las cosas que puedan desencadenar la sudoración, como la salsa picante, los alimentos especiados o el glutamato monosódico (GMS).
Ten en cuenta lo que llevas puesto: Las camisetas pueden ayudar a absorber el sudor, y las almohadillas para las axilas también. Otras prendas, como los calcetines, que sean transpirables o que eliminen la humedad pueden ayudar a mantenerte seco. Y ten a mano un pañuelo.
Lleva una bolsa: A veces es necesario cambiarse los calcetines o la camiseta después de un episodio de sudoración. También es posible que quieras volver a ponerte antitranspirante. Puede ser una buena idea tener cerca un kit de emergencia con una muda de ropa y artículos de aseo.