Un lunar es un grupo de células de la piel -generalmente de color marrón, negro o del tono de la piel- que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Suelen aparecer antes de los 20 años. La mayoría son benignos, es decir, no son cancerosos.
Consulte a su médico si un lunar aparece más tarde en su vida, o si empieza a cambiar de tamaño, color o forma. Si tiene células cancerosas, el médico querrá extirparlo de inmediato. Después, tendrás que vigilar la zona por si vuelve a crecer.
Si no le gusta su aspecto o su tacto, puede quitarse un lunar. Puede ser una buena idea si le molesta, por ejemplo, cuando se afeita o se viste.
Cómo puedo saber si un lunar es canceroso?
En primer lugar, tu médico examinará bien el lunar. Si cree que no es normal, tomará una muestra de tejido o lo extirpará por completo. Es posible que te remita a un dermatólogo, un especialista de la piel, para que lo haga.
El médico enviará la muestra a un laboratorio para que la examinen más detenidamente. Esto se llama biopsia. Si el resultado es positivo, es decir, es canceroso, habrá que extirpar todo el lunar y la zona que lo rodea para eliminar las células peligrosas.
¿Cómo se hace?
La extirpación de lunares es un tipo de cirugía sencilla. Normalmente su médico lo hará en su consulta, clínica o en un centro hospitalario ambulatorio. Es probable que elijan una de estas dos formas:
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Escisión quirúrgica. El médico adormecerá la zona. Utilizará un bisturí o una cuchilla circular afilada para cortar el lunar y parte de la piel sana que lo rodea. Se sutura la piel para cerrarla.
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Afeitado quirúrgico. Se realiza con más frecuencia en lunares pequeños. Tras anestesiar la zona, el médico utilizará una pequeña cuchilla para afeitar el lunar y parte del tejido que hay debajo. Normalmente se necesitan puntos de sutura.
Hay algún riesgo?
Dejará una cicatriz. El mayor riesgo después de la cirugía es que el lugar se infecte. Siga cuidadosamente las instrucciones para cuidar la herida hasta que sane. Esto significa mantenerla limpia, húmeda y cubierta.
A veces la zona sangrará un poco al llegar a casa, sobre todo si tomas medicamentos que diluyen la sangre. Empieza presionando suavemente la zona con un paño o gasa limpia durante 20 minutos. Si eso no lo detiene, llama a tu médico.
Un lunar común no volverá a aparecer después de ser extirpado por completo. Un lunar con células cancerosas sí puede hacerlo. Las células pueden extenderse si no se tratan de inmediato. Vigila la zona y avisa a tu médico si notas algún cambio.
Cómo quitar una etiqueta de la piel
Se trata de un pequeño colgajo de tejido de color carne que cuelga de la piel por un fino tallo. Lo más probable es encontrar una en una zona donde la piel se roza o en pliegues, como las axilas, el cuello, los párpados, debajo de los pechos o en la ingle.
Las personas con sobrepeso, con diabetes o embarazadas tienen papilomas cutáneos con más frecuencia. Pueden aparecer tanto en hombres como en mujeres. Sin embargo, los niños no suelen tenerlos.
Un papiloma cutáneo es normalmente inofensivo e indoloro. Es posible que quieras quitarlo si te estorba. Algo que se roce con él puede irritarlo. Puede engancharse a las joyas y a la ropa.
A veces la gente decide quitarse uno porque no le gusta su aspecto.
Su médico elegirá una de las varias formas de quitarlo durante una visita al consultorio:
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Recorte. Su médico adormecerá la zona. Cortarán el papiloma con unas tijeras especiales. Así se elimina el papiloma inmediatamente.
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Congelación. Los médicos lo llaman crioterapia. Utilizan nitrógeno líquido superfrío para eliminar el papiloma cutáneo. Se caerá unos 10-14 días después del tratamiento. El inconveniente es que este método puede irritar la piel que rodea al papiloma.
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Quemar. Un electrodo envía una corriente eléctrica al crecimiento de la piel. Seca el tejido para que la etiqueta se caiga.
Una vez eliminada, no suele volver a aparecer. Pero puede aparecer otro en otra parte del cuerpo.
Puedo quitarlo yo mismo?
A veces, la gente intenta cortarse las marcas de la piel o atarlas con hilo de pescar. No lo haga. Puede provocar una hemorragia y una posible infección.
Si decides que quieres quitarte el tuyo, o notas cambios en él, pide una cita para ver a tu médico.