Parafilias y salud mental

Las parafilias son comportamientos o impulsos sexuales anormales que se caracterizan por fantasías e impulsos sexuales intensos que se repiten. Los impulsos y comportamientos pueden implicar objetos, actividades o situaciones inusuales que normalmente no son considerados sexualmente excitantes por los demás.

A menudo, una parafilia puede ser necesaria para que la persona que la padece funcione sexualmente, a pesar de que también puede ser una fuente de angustia importante. Las parafilias pueden provocar problemas personales, sociales y profesionales, y una persona con una parafilia puede ser llamada "pervertida". Los comportamientos asociados también pueden tener graves consecuencias sociales y legales.

Qué comportamientos se consideran parafilias?

Exhibicionismo ("Flashing")

El exhibicionismo consiste en que alguien exponga sus genitales a un extraño desprevenido. El individuo con este problema, a veces llamado "exhibicionista", siente la necesidad de sorprender, impactar o impresionar a sus víctimas. La afección suele limitarse a la exposición, sin que se produzcan otras insinuaciones perjudiciales. Sin embargo, la "exposición indecente" es ilegal. El contacto sexual real con la víctima es poco frecuente. Sin embargo, la persona puede masturbarse mientras se expone o mientras fantasea con exponerse.

Fetichismo

Las personas con fetiches tienen impulsos sexuales asociados a objetos no vivos. La persona se excita sexualmente al llevar o tocar el objeto. Por ejemplo, el objeto de un fetiche puede ser una prenda de vestir, como ropa interior, ropa de goma, zapatos de mujer, ropa interior femenina o lencería. El fetiche puede sustituir a la actividad sexual con una pareja o puede integrarse en la actividad sexual con una pareja dispuesta. Cuando el fetiche se convierte en el único objeto de deseo sexual, a menudo se evitan las relaciones sexuales. Un trastorno relacionado, llamado parcialismo, consiste en excitarse sexualmente por una parte del cuerpo, como los pies, los pechos o las nalgas.

Frotteurismo

Con este problema, el foco de los impulsos sexuales de la persona está en tocar o frotar sus genitales contra el cuerpo de una persona no consentida y desconocida. En la mayoría de los casos de frotamiento, los hombres frotan su zona genital contra una mujer, a menudo en un lugar público concurrido. El contacto realizado con la otra persona es ilegal.

Pedofilia

Las personas con pedofilia tienen fantasías, impulsos o comportamientos que implican una actividad sexual ilegal con un niño o niños. Los niños implicados suelen tener 13 años o menos. El comportamiento incluye desvestir al niño, animar al niño a ver cómo se masturba el agresor, tocar o acariciar los genitales del niño y realizar por la fuerza actos sexuales con el niño.

Algunos pedófilos, conocidos como pedófilos exclusivos, se sienten atraídos sexualmente sólo por los niños y no se sienten atraídos por los adultos. Algunos limitan su actividad al incesto, implicando sólo a sus propios hijos o a parientes cercanos. Otros victimizan a otros niños. Los pedófilos depredadores pueden utilizar la fuerza o amenazar a sus víctimas con lo que les ocurrirá si revelan los abusos. Los profesionales de la salud están legalmente obligados a denunciar estos abusos a menores.

La actividad pedófila constituye una violación y es un delito grave castigado con prisión.

Masoquismo sexual

Los individuos con este trastorno utilizan el acto -real, no simulado- de ser humillados, golpeados o hechos sufrir de otra manera para alcanzar la excitación sexual y el clímax. Estos actos pueden limitarse a la humillación verbal, o pueden implicar ser golpeado, atado o abusado de otra manera. Los masoquistas pueden llevar a cabo sus fantasías sobre sí mismos mediante actos como cortarse o perforarse la piel o quemarse. O pueden buscar una pareja que disfrute infligiendo dolor o humillación a otros. Las actividades con una pareja incluyen el bondage, los azotes y la violación simulada.

Las fantasías y actividades sadomasoquistas no son infrecuentes entre los adultos que dan su consentimiento. Sin embargo, en la mayoría de estos casos, la humillación y el abuso se representan en forma de fantasía. Los participantes son conscientes de que el comportamiento es un "juego" y se evita el dolor y las lesiones reales.

Una actividad masoquista potencialmente peligrosa, a veces mortal, es la asfixia parcial autoerótica. En esta actividad, una persona utiliza cuerdas, lazos o bolsas de plástico para inducir un estado de asfixia (interrupción de la respiración) en el momento del orgasmo. Esto se hace para potenciar el orgasmo, pero a veces se producen muertes accidentales.

Sadismo sexual

Los individuos con este trastorno tienen fantasías persistentes en las que la excitación sexual resulta de infligir sufrimiento psicológico o físico (incluyendo humillación y terror) a una pareja sexual. Este trastorno es diferente de los actos menores de agresión en la actividad sexual normal, por ejemplo, el sexo duro. En algunos casos, los sádicos sexuales son capaces de encontrar parejas dispuestas a participar en las actividades sádicas.

En su punto más extremo, el sadismo sexual implica actividades ilegales como la violación, la tortura e incluso el asesinato, en cuyo caso la muerte de la víctima produce excitación sexual. Cabe señalar que, aunque la violación puede ser una expresión de sadismo sexual, la imposición de sufrimiento no es el motivo de la mayoría de los violadores, y el dolor de la víctima generalmente no aumenta la excitación sexual del violador. La violación implica más bien una combinación de sexo y obtención de poder sobre la víctima. Estos individuos necesitan un tratamiento psiquiátrico intensivo y pueden ser encarcelados por estas actividades.

Travestismo

El travestismo, o fetichismo travesti, se refiere a la práctica de los varones heterosexuales de vestirse con ropa femenina para producir o aumentar la excitación sexual. La excitación sexual no suele implicar a una pareja real, sino que incluye la fantasía de que el individuo es también la pareja femenina. Algunos hombres sólo llevan una pieza especial de ropa femenina, como la ropa interior, mientras que otros se visten completamente de mujer, incluyendo el peinado y el maquillaje. Vestirse como un travesti no es un problema a menos que sea necesario para que el individuo se excite sexualmente o experimente el clímax sexual.

Voyeurismo ("Peeping Tom")

Este trastorno consiste en lograr la excitación sexual observando a una persona desprevenida y no consentida que se está desnudando o desnudando o que está realizando una actividad sexual. Este comportamiento puede concluir con la masturbación del voyeur. El voyeur no busca el contacto sexual con la persona que está observando. Otros nombres para este comportamiento son "mirón" o "mirón".

Qué tan comunes son las parafilias?

La mayoría de las parafilias son raras y son unas 20 veces más comunes entre los hombres que entre las mujeres. Sin embargo, la razón de esta disparidad no se entiende claramente. Mientras que varios de estos trastornos se asocian a comportamientos agresivos, otros no son agresivos ni perjudiciales. Algunas parafilias, como la pedofilia, el exhibicionismo, el voyeurismo, el sadismo y el froteurismo, son delitos.

Sin embargo, tener fantasías o comportamientos parafílicos no siempre significa que la persona tenga una enfermedad mental. Las fantasías y los comportamientos pueden existir en formas menos graves que no son disfuncionales en ningún sentido, no impiden el desarrollo de relaciones sanas, no dañan al individuo o a otros y no implican delitos. Pueden limitarse a fantasías durante la masturbación o el coito con la pareja.

¿Qué causa la parafilia?

No está claro qué causa la parafilia. Algunos expertos creen que está causada por un trauma infantil, como el abuso sexual. Otros sugieren que los objetos o las situaciones pueden llegar a ser sexualmente excitantes si se asocian frecuente y repetidamente con una actividad sexual placentera. En la mayoría de los casos, el individuo con una parafilia tiene dificultades para desarrollar relaciones personales y sexuales con los demás.

Muchas parafilias comienzan durante la adolescencia y continúan en la edad adulta. La intensidad y la ocurrencia de las fantasías asociadas a la parafilia varían con el individuo, pero suelen disminuir a medida que la persona envejece.

¿Cómo se trata la parafilia?

La mayoría de los casos de parafilia se tratan con asesoramiento y terapia para ayudar a la persona a modificar su comportamiento. Los medicamentos pueden ayudar a disminuir la compulsividad asociada a la parafilia y reducir el número de fantasías y comportamientos sexuales desviados. En algunos casos, se prescriben hormonas para los individuos que experimentan frecuentes ocurrencias de comportamiento sexual anormal o peligroso. Muchos de estos medicamentos actúan reduciendo el impulso sexual del individuo.

Qué éxito tiene el tratamiento de la parafilia?

Para que sea más eficaz, el tratamiento de la parafilia debe proporcionarse a largo plazo. La falta de voluntad para cumplir con el tratamiento puede obstaculizar su éxito. Es imperativo que las personas con parafilias de carácter ilegal reciban ayuda profesional antes de que dañen a otros o se creen problemas legales.

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