Desestresar las relaciones en un mundo acelerado
Cómo conseguir un mayor cociente emocional (EQ) para mantener abiertas las líneas de comunicación.
Por Patricia A. Farrell, PhD De los archivos del doctor
Cuantos más dispositivos inventamos para mejorar la comunicación, más difícil resulta a menudo comunicarse eficazmente con nuestros seres queridos.
Pero una relación cariñosa y segura es un asunto serio, y más difícil de gestionar que nunca en este mundo estresante y de alta tecnología en el que vivimos.
Puede que el estrés no sea evidente para usted, pero su pareja puede percibirlo en la forma en que entra en una habitación o en la forma en que sus ojos parecen ir de un lado a otro en lugar de mirar a su alrededor. Hay un indicio de algo en el aire y estás emitiendo señales de que no todo está bien contigo.
Entonces, ¿cómo se consigue mantener la relación en equilibrio cuando el estrés del mundo actual, que funciona las 24 horas del día, te hace sentir un poco inestable?
Los investigadores han encontrado algunos enfoques interesantes que puedes aplicar al estrés en tu relación. Gran parte de este trabajo se realizó hace varias décadas; la primera vez que oímos hablar de él fue como "lenguaje corporal", en el que el significado se deduce de las señales corporales no verbales.
La reacción de tu cuerpo ante el estrés
En psicología, hay algo llamado "alexitimia" y viene del griego alexithymos - que significa "sin palabras para las emociones". En otras palabras, si no puedes contarle a alguien tu estrés, tu cuerpo lo hará por ti. Las señales de estrés se levantan como banderas que indican avisos de tormenta: los ojos se entrecierran y se agitan, los hombros se mantienen tensos y rígidos, y los brazos y las manos no se relajan. Toda la "mirada" es de tensión y de problemas tácitos. Sin saberlo, estás enviando un mensaje a tu pareja que puede ponerle en apuros y aumentar la tensión en vuestra relación.
Entonces, ¿cómo puedes desactivar esta tensión cuando ni siquiera eres consciente del mensaje que estás enviando?
La respuesta está en agudizar tu capacidad de "escuchar con los ojos" para captar las señales que envías basándote en las reacciones que te envía tu pareja. Se trata de un proceso de construcción de la relación a través de la comprensión de lo que puede significar ese gesto de la mirada o la mirada hacia abajo. No sólo lo que tú crees que puede significar, sino lo que la experiencia con tu pareja te ha dicho que significa para ella o él.
El siguiente paso es trabajar en las habilidades no verbales que enviarán a tu pareja el mensaje que quieres transmitir: Eres importante para mí. Cada uno de nosotros tiene su propia forma de enviar esos mensajes no verbales, así que es un poco como descifrar un código y desarrollar lo que podríamos llamar su coeficiente intelectual o emocional. Pero en lugar de "Q" como cociente, es "cue" como, por supuesto, cue.
Cinco señales de advertencia no verbales básicas
Falta de contacto visual
No hay toques suaves, sólo por diversión
El tono de voz es agudo o en un registro más alto
Cambiando de pie a pie o dando pasos hacia atrás
Ausencia de cualquier asentimiento de acuerdo o algunos sonidos "mmm" para hacerles saber que realmente los estás escuchando
El truco está en reconocer el lenguaje corporal por lo que realmente es y en observar detenidamente tus propias señales no verbales. La mejor manera de hacerlo es utilizar cualquiera de los distintos métodos. Tomemos las cinco señales anteriores una por una y veamos cómo puedes afinar tus habilidades en cuanto a las señales que estás enviando. Recuerda que la gente se ve influenciada por lo que haces y lo que no dices, así que practica y notarás un cambio en la forma en que alguien se relaciona contigo.
Falta de contacto visual
El contacto visual es probablemente lo más difícil para las personas porque establece cierta intimidad. Las relaciones sólidas, por lo tanto, deberían ser aquellas en las que hay mucho contacto visual con una sonrisa apropiada. Procura mirar a alguien cuando le hablas o viceversa. Algunas personas adquieren el hábito de cerrar los ojos cuando hablan con alguien y eso suele interpretarse como que te estás cerrando o que estás terriblemente ansioso. Así que practica frente a un espejo o con gente en el banco o en el mercado.
Practica el tacto tranquilizador
El tacto es algo que hay que manejar con tacto. Procura rozar suavemente el dorso de la mano o el brazo de la otra persona al pasar. O puedes dar una mano tranquilizadora al abrir una puerta o subir las escaleras. Lo que hay que recordar es que debe hacerse con suavidad, y casi pasar desapercibido.
Sintonice su tono
Tu voz y la forma en que proyectas tus sentimientos e interés (o la falta de ellos) se pueden manejar rápidamente con un poco de autoestudio en casa. Puedes comprobar y aprender a modular tu tono utilizando una grabadora o incluso una cámara de vídeo doméstica. Recuerde que la habitación en la que grabe puede hacer rebotar el sonido, así que elija una habitación con muchas alfombras amortiguadoras, muebles, cortinas, etc. Primero grábate a ti mismo mientras hablas normalmente. A continuación, haz un poco de respiración de relajación y luego relaja la garganta mientras hablas; habla con tu voz normal, más gutural, no la que suena inquieta y ansiosa. ¿Suena mejor? ¿Más atractivo?
Señales corporales
Qué pasa con ese movimiento de pies? ¡Eso no envía un mensaje de interés! Si te cuesta estar de pie y escuchar, cambia de posición y apóyate en algo o siéntate; hazle saber a la otra persona que no son ellos, sino tus pies. Sí, los zapatos apretados o los calambres en los pies pueden usarse como mentiras blancas para ayudarte en una interacción difícil.
Practicar la retroalimentación
Comienza a desarrollar el hábito de responder con un movimiento de cabeza, una sonrisa o un ligero sonido cuando tu ser querido te habla. De este modo, sabrá que le estás atendiendo y que está hablando contigo en lugar de hacia ti.
Sobre todo, no importa con quién estés, una sonrisa es la mejor señal no verbal en cualquier momento y lugar, así que úsala a menudo.