Por qué una buena vida sexual es saludable
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El sexo no sólo es divertido. También es bueno para ti. Cada orgasmo libera un torrente de la hormona oxitocina, que mejora tu estado de ánimo. Unas relaciones sexuales regulares podrían mejorar la salud de tu corazón, reducir el estrés y la depresión, mejorar tu autoestima y ayudarte a dormir mejor. Acurrucarse bajo las sábanas también hace que te sientas más cerca de tu pareja y aumenta tu sensación de intimidad.
Comuníquese con su pareja
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Las parejas que hablan entre sí de sus deseos y anhelos tienen mejor sexo y una relación más sana, según una investigación. Dile a tu pareja lo que te gusta y lo que no. Comparte tus fantasías y deseos más íntimos. Si eres demasiado tímido para decir esos pensamientos privados en voz alta, escríbelos en una historia o en una entrada de diario para que tu pareja los lea.
Prueba algo diferente
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Dale sabor a tu vida sexual ampliando tus límites como pareja. Jugad con los juegos preliminares. Tóquense de nuevas maneras. Probad diferentes posturas sexuales para ver cuáles son las que mejor os sientan. Disfrázate y juega a ser un personaje (enfermera-médico, vaquero). Pasad de la cama al suelo, al baño o a la encimera de la cocina. Vean juntos una película guarra. Lleva juguetes sexuales como un vibrador, cuentas anales o plumas a la mezcla.
Programar tiempo para la intimidad
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Por mucho que quieras tener sexo, tu apretada agenda puede interponerse. Así que anota en tu calendario el tiempo de sexo, igual que harías con otras fechas importantes. Así será menos probable que te lo saltes. Fijar una fecha te da tiempo para prepararte y algo que esperar. Reserva el sexo con la frecuencia que sea realista, ya sea una vez a la semana o cada dos días. Elige momentos en los que sepas que no estarás cansado o distraído.
Haz ejercicio
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Hacer ejercicio aumenta la resistencia en la cama y te pone de buen humor. El ejercicio también crea un cuerpo más tonificado, que mejora la autoestima y te hace sentir más sexy. No está claro cuánto ejercicio se necesita para mejorar la vida sexual. Empieza con las recomendaciones estándar: 150 minutos de actividad aeróbica y dos días de entrenamiento de fuerza a la semana.
Tómate tu tiempo
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Por muy ocupada que estés, el sexo es una parte del día que no debes apurar. No escatimes en los preliminares. Esos minutos extra que pasáis tocándoos y besándoos os ayudan a excitaros y a que el sexo sea más placentero. Si vas más despacio, también tendrás más tiempo para estar con tu pareja. Eso es bueno para tu relación en general.
Utiliza la lubricación
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El cuerpo de las mujeres produce naturalmente su propio lubricante, pero a veces escasea. Los cambios hormonales alrededor de la época de la menopausia pueden causar sequedad vaginal que hace que el sexo sea doloroso. Los lubricantes a base de agua son los más seguros para usar con preservativos. Pero los lubricantes a base de silicona son menos irritantes para el sexo anal.
Ser cariñoso
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No todos los encuentros románticos tienen que acabar en sexo. Usted y su pareja pueden encontrar el placer de muchas otras maneras. Bañaros juntos o daros un masaje sensual. Tengan una sesión de besos calientes en el sofá. Llevad al orgasmo al otro mediante la masturbación. Enseña al otro cómo te gusta que te toquen. O simplemente abrazaros.
Relájate
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El sexo es un potente calmante para el estrés, pero es difícil que te apetezca cuando estás en tensión. Después de un día duro, haced algo tranquilizador juntos para relajaros. Escucha música suave. Practica ejercicios de relajación como la respiración profunda o la meditación. Las investigaciones demuestran que la meditación de atención plena ayuda a las mujeres a estar más en sintonía con su cuerpo durante el sexo.
Hacer Kegels
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Los kegels fortalecen los músculos del suelo pélvico que sostienen la vejiga. También relajan la vagina para que las relaciones sexuales sean más cómodas, mejoran el flujo sanguíneo allí abajo y facilitan la consecución del orgasmo. Para realizar estos sencillos ejercicios, basta con tensar y relajar los músculos que utilizas para retener la orina. Y no son sólo para las mujeres. Los hombres que practican los ejercicios de Kegel tienen mejores erecciones y orgasmos más intensos.
Planea una escapada de una noche
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A veces todo lo que necesitáis para acelerar vuestra vida sexual es un cambio de escenario. Haced un viaje juntos. No hace falta ir muy lejos, pero ciertos escenarios -como el mar o la montaña- son ideales para reavivar el romance. Apagad los teléfonos móviles y centraos en el otro. Para conseguir una chispa extra, fingid que acabáis de empezar a salir, o que sois desconocidos que habéis quedado para una cita prohibida.
Consulta a tu médico
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A veces la solución para mejorar el sexo está en tu botiquín. Algunos fármacos, como los antidepresivos y los medicamentos para la presión arterial, pueden reducir su deseo. El problema también puede ser una enfermedad médica como una cardiopatía, sequedad vaginal, esclerosis múltiple o depresión. Programe una revisión para averiguar si un problema de salud puede estar afectando a su vida sexual. Sé sincera con tu médico sobre el problema, para poder encontrar la respuesta adecuada.
Habla con un terapeuta sexual
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Un terapeuta sexual es la persona a la que debes acudir si algo te molesta en el dormitorio. Los terapeutas son psicólogos o trabajadores sociales licenciados que pueden tratar problemas como la falta de deseo, problemas para conseguir una erección o problemas para alcanzar el orgasmo. Puedes reunirte con un terapeuta solo o junto a tu pareja.