Si usted o un ser querido padece esquizofrenia, sabe que los síntomas pueden empeorar a veces. Aunque nadie quiere pensar en una crisis, es importante prepararse para lo que va a hacer. Tener un plan le permitirá obtener ayuda de forma rápida y segura.
Conozca las señales
Si sus síntomas empeoran, podría notar:
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Depresión
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Ansiedad
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Mal genio
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Problemas para dormir
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Falta de concentración
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Falta de interés por los amigos o las actividades habituales
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Sensación de no poder confiar en los demás
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Patrones de habla extraños
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Pensamientos extraños que no desaparecen
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Alucinaciones: ver o escuchar cosas que no existen
Qué hacer durante un episodio
Si usted o un ser querido siente que se avecina una crisis, intente:
Distraerse. Puede ver la televisión, leer, escuchar música, chatear por vídeo o enviar mensajes de texto con alguien a quien quiere, o hacer algo activo, como ir a dar un paseo en bicicleta. Cada persona es diferente, así que puede que tengas que probar más de una cosa antes de encontrar algo que te ayude.
Comprueba la realidad. Cuando tienes psicosis, es difícil saber qué es real y qué no. Busca a una persona de confianza que pueda comprobar tu realidad. En cuanto empieces a sentirte confuso, comunícale tus preocupaciones.
Busca espacio. Es posible que te sientas más tranquilo en un entorno pacífico y silencioso. Algunos síntomas, como las alucinaciones, pueden empeorar cuando hay mucha gente o ruido.
Ten un plan. Cuando te sientas bien, elabora una lista de las formas en que te gustaría recibir apoyo durante una crisis. Por ejemplo, tal vez quiera que una persona determinada cuide de sus hijos, que se llame a su médico o que se tomen otras medidas para que pueda superar un episodio con seguridad.
Mantén la calma. Aunque puede ser difícil de entender, date cuenta de que no podrás razonar o discutir con alguien que está en crisis. En su lugar, hazle saber que le apoyas. Puedes decir algo como: "Me imagino lo mal que te debe sentar esto". Sé paciente y mantén la calma.
Cuándo pedir ayuda
Llama a tu consejero o terapeuta en cuanto notes los síntomas. Si no lo tienes, pide una cita urgente para el mismo día con tu médico de cabecera. Sé sincero sobre cómo te sientes para recibir el apoyo que necesitas.
Muchas zonas tienen ahora una línea local de crisis que te permite hablar con consejeros con formación especial en salud mental. Piensa en buscar este número con antelación y añadirlo como contacto en tu teléfono.
Si no estás seguro de a quién llamar, la línea de ayuda de la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (800-950-NAMI [6264]) ofrece apoyo gratuito a las personas que viven con problemas de salud mental y puede ponerte en contacto con recursos cercanos.
La Línea Nacional de Prevención del Suicidio (800-273-TALK [8255]) te permite hablar con un consejero de crisis capacitado las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Si la seguridad se convierte en un problema, es posible que tengas que llamar al 911. Diga a la operadora que se trata de una emergencia de salud mental y describa lo que ocurre. Por ejemplo, mi padre no ha dormido en 3 días y cree que alguien le está hablando a través de la televisión. Pregunte por los agentes de policía que están capacitados para ayudar en una crisis.
Aunque algunas personas optan por llevar una pulsera médica u otra forma de identificación, tenga en cuenta que puede no ser vista de inmediato.
Si la esquizofrenia dificulta el mantenimiento de su hogar o el manejo de la vida cotidiana, hable con su consejero o médico sobre sus opciones. Puede resultarle útil vivir en un lugar que pueda satisfacer sus necesidades.