Si está ayudando a un familiar cercano o a su pareja con esquizofrenia a ser constante en la toma de medicamentos y a mantenerse al día con los cuidados, son un equipo. Por lo tanto, si se oponen a un plan de tratamiento, querrá entender de dónde vienen.
Pregúnteles sobre sus miedos, preocupaciones y quejas, y escúchelos sin juzgarlos. Tome las decisiones sobre la medicación junto con el médico de su ser querido. Trabaje para crear y mantener la confianza, de modo que se sientan seguros para hacerle saber cómo están realmente.
Puede que haya momentos en los que tengas que dirigir el barco y otros en los que sigas su ejemplo. Habrá victorias y reveses. Pero la clave del éxito del apoyo empieza por ponerse en su lugar.
Medicamentos
A muchas personas con esquizofrenia les cuesta tomar la medicación tal y como se les ha prescrito. Y hay algunas razones de peso para ello.
En primer lugar, es posible que no se den cuenta de que algo va mal. Entre las personas con esquizofrenia, el 50% puede tener anosognosia, un problema cerebral que les hace pensar que no están enfermos. Y si no estás enfermo, ¿por qué ibas a tomar la medicación?
En segundo lugar, pueden no aceptar el diagnóstico. Muchas personas con esquizofrenia son diagnosticadas cuando son jóvenes. Descubrir que tienen una enfermedad mental grave puede ser difícil de asimilar. Cada vez que toman el medicamento, es un recordatorio de algo con lo que no están de acuerdo.
En tercer lugar, estos son algunos de los medicamentos psiquiátricos más difíciles de tomar. Encontrar la dosis o la combinación adecuada suele llevar tiempo. Los médicos que los recetan pueden tener que probar tres marcas diferentes antes de decidirse por algo que funcione. Mientras tanto, su familiar o pareja puede encontrar los efectos secundarios difíciles de soportar. Puede ser un proceso difícil de sobrellevar.
Por último, algunas personas con esquizofrenia dejan de tomar la medicación cuando se sienten mejor. Pero eso puede ser contraproducente. Reducir o dejar la medicación demasiado pronto puede hacer que los síntomas vuelvan a aparecer. La mayoría de las personas con esquizofrenia toman lo que los médicos llaman una medicación de mantenimiento para mantener las cosas estables.
Aprenda todo sobre el tema
Aunque alguien con esquizofrenia pueda no entender por qué necesita tomar la medicación, tú sí deberías hacerlo. Lee todo lo que puedas de fuentes fiables e infórmate sobre todos los aspectos de la enfermedad, incluidos los recursos, la medicación y su funcionamiento en el cerebro, y las leyes de salud mental de tu estado.
También debe entender cómo es la esquizofrenia para su ser querido. ¿Escucha voces que no son reales? ¿Tiene delirios? ¿Piensa que sus pensamientos son transmitidos para que los oiga todo el mundo? Saber por lo que está pasando le ayuda a saber si la medicación está funcionando - y cómo se ve cuando no lo hace.
Si dejan la medicación
Algunas personas con esquizofrenia deciden dejar de tomar su medicación. Lo ideal es que sea una decisión que hayan discutido juntos, junto con su médico. Si su ser querido lo hace sin avisarle, empezará a ver cambios en él.
¿Tienen problemas para dormir? ¿Ha dejado de hacer cosas que normalmente le interesan? Esté atento a sus síntomas. En el caso de la esquizofrenia, al dejar de tomar los medicamentos se inicia la cuenta atrás para la recaída.
Y no es sólo el cerebro el que vuelve a las andadas. La recaída también significa que las rutinas como la escuela y el trabajo, además de las relaciones sociales, se desvían.
Dependiendo del medicamento, dejar de tomarlo puede tener efectos secundarios graves, como dolores de cabeza, ansiedad extrema, manía (subidas de energía y excitación poco saludables), ataques de llanto, depresión, ataques de pánico y pensamientos suicidas.
La reducción de la dosis, o la disminución gradual, es un método más suave que evita el síndrome de abstinencia. La medicación antipsicótica no es adictiva, pero el cuerpo llega a depender de ella y necesita tiempo para acostumbrarse a no tenerla.
Mantener la esperanza
El tratamiento es algo más que la medicación. Las personas con esquizofrenia pueden sentirse muy solas, deprimidas y frustradas por no actuar ni sentir como los demás. Necesitan esperanza, y no tiene por qué venir de ti.
Busque un terapeuta con formación en esquizofrenia que pueda ayudar a su pareja o familiar a vivir con la enfermedad. Los terapeutas de la misma edad, o los que ya están en remisión, pueden hablar desde la experiencia y recordaros a ti y a tu ser querido que la esquizofrenia no es una debilidad o un defecto de carácter. Es una condición médica a largo plazo, y puede ser tratada con buenos cuidados, incluyendo la dosis correcta de la medicación adecuada, paciencia, una actitud positiva, comunicación abierta y apoyo.