Cómo cuidar su salud mental

Si tienes artritis reumatoide, tienes un alto riesgo de sufrir ansiedad y depresión. El distanciamiento social y la necesidad de permanecer en casa durante la pandemia de COVID-19 pueden empeorarla.

Pero con las herramientas adecuadas, como el apoyo emocional, la medicación y la terapia, puedes controlar tu salud mental y mantener los problemas a raya.

Síntomas emocionales a los que hay que prestar atención

Es normal que te sientas triste o estresado de vez en cuando cuando te distancias socialmente o te pones en cuarentena. El aislamiento puede conducir a la ansiedad y la depresión para todos. Pero si empeora o no desaparece, lo mejor es buscar ayuda profesional. El médico puede recomendar terapia, medicación o ambas cosas.

Habla con tu médico si tienes alguno de estos síntomas, que pueden ser signos de depresión o ansiedad:

  • Ira

  • Sentimientos de ansiedad

  • Dolores o molestias en el cuerpo

  • Cambio en el apetito

  • Dificultad para concentrarse o para dormir

  • Un tiempo difícil con las tareas diarias o las responsabilidades rutinarias

  • Miedo

  • Impotencia

  • Desesperanza

  • Mal humor

  • Nerviosismo

  • Tristeza

Es importante hablar con tu médico. Esperar a que la ansiedad y la depresión desaparezcan por sí solas puede hacer que te sientas aún peor. También puede provocar un aumento del dolor, un mayor riesgo de problemas cardíacos, disfunción sexual y problemas con el trabajo, los amigos y la familia.

Autocuidado de la salud mental con AR

También puede tomar medidas para controlar su salud mental en casa.

  • Sé social. Aunque estés físicamente aislado de los demás, no te aísles socialmente. Relacionarse con los demás es bueno para su bienestar y puede dar un impulso a su sistema inmunológico. Conéctate con tus amigos y familiares por correo electrónico, texto, teléfono o videochat. Programa una llamada de Zoom o FaceTime para mantener el contacto y compartir consejos e historias sobre el trabajo desde casa con tus compañeros.

  • Haz ejercicio. Salga a caminar o a correr al aire libre, por un sendero o camino natural no concurrido, para levantar el ánimo. El ejercicio libera endorfinas, que son sustancias químicas que te hacen sentir bien. También reduce los niveles de cortisol y adrenalina, que son hormonas del estrés.

  • Gestiona el estrés. Prueba clases, talleres y aplicaciones online para manejar mejor el estrés. El yoga, el tai chi y el mindfulness pueden ayudarle a relajarse y a reducir el estrés y la ansiedad. También pueden aliviar el dolor y la rigidez. Calma tu mente con técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda y la relajación muscular progresiva.

  • Dormir bien. Un buen sueño nocturno puede ayudarte a afrontar mejor el día. Procura no tomar cafeína ni alcohol antes de acostarte. Acuéstate a la misma hora todas las noches. Mantén tu habitación fresca y oscura para ponerte en disposición de dormir.

Obtener apoyo emocional desde casa

Es tan importante como siempre sentirse apoyado, especialmente si estás físicamente aislado.

Acércate a otras personas que te apoyen de forma compasiva. Habla con un amigo, un familiar o alguien de confianza sobre cómo te sientes.

También puedes ir más allá de tu red personal y probar un grupo de apoyo en línea. Es una buena forma de conectar con otras personas mientras te quedas en casa. Si te unes a un grupo de AR, los miembros entenderán cómo es tener una enfermedad continua. Pueden compartir consejos sobre cómo practicar un autocuidado eficaz.

Para encontrar un grupo, pruebe la Arthritis Foundation o la Rheumatoid Arthritis Support Network.

Cómo iniciar una terapia socialmente distendida

Un profesional de la salud mental puede ayudarte a controlar la ansiedad y la depresión, incluso a distancia. Muchos terapeutas ofrecen ahora teleterapia para reducir su riesgo de exposición a COVID-19. Hablas con tu terapeuta a través de una aplicación de videoconferencia, una página web o por teléfono en lugar de ir en persona a su consulta.

Si tienes un terapeuta, pregunta si puedes utilizar la teleterapia, cuál es el coste y si tu seguro la cubre. Si no tienes terapeuta, pide recomendaciones. Puedes probar:

  • Amigos o seres queridos

  • Un líder espiritual, un ministro o alguien de su comunidad religiosa

  • El programa de asistencia al empleado de su empleador

  • Su reumatólogo o proveedor de atención primaria

  • Su compañía de seguros

Llame a su compañía de seguros antes de empezar. Pregunte si la teleterapia está cubierta y, en caso afirmativo, cuál es el coste de su bolsillo. Pregunte qué proveedores forman parte de su plan y si necesita una autorización previa.

Si su compañía de seguros o su proveedor de servicios de salud mental no cubren la teleterapia, pregunte si tienen planes para ofrecerla en el futuro. Las cosas cambian rápidamente en el entorno actual.

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