La gente elige el cuidado quiropráctico para todo tipo de problemas de salud. Si tiene problemas con sus articulaciones, puede que se pregunte si el cuidado quiropráctico puede ayudarle. La respuesta puede depender de la causa de su dolor. Esto es lo que debe tener en cuenta antes de probar la atención quiropráctica.
Cómo funciona el cuidado quiropráctico
La teoría en la que se basa el cuidado quiropráctico es que su sistema nervioso funciona mejor cuando los huesos de su columna vertebral están alineados correctamente, para beneficiar no sólo a sus músculos y articulaciones, sino a todos los sistemas del cuerpo. Muchas personas la utilizan para tratar problemas musculoesqueléticos.
La quiropráctica es una forma de terapia manual, lo que significa que los profesionales utilizan sus manos e instrumentos especiales para aplicar el tratamiento. No recetan medicamentos ni realizan operaciones quirúrgicas. Pero tienen licencia y pueden hacer recomendaciones sobre el ejercicio y otras terapias.
Los quiroprácticos tienen varias formas de solucionar los problemas de las articulaciones y los tejidos blandos:
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Terapia de manipulación espinal de alta velocidad y baja amplitud (HVLA SMT). Es el ajuste más asociado a la atención quiropráctica. El quiropráctico empuja una articulación, normalmente en la columna vertebral, más allá de su rango normal de movimiento con uno o más empujes rápidos y contundentes.
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Movilización articular. Aquí se trabaja suavemente la articulación a través de su rango natural de movimiento, buscando los lugares donde el movimiento está restringido.
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Estiramientos y masajes.
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Terapia de calor y/o frío.
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Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS). Este dispositivo suministra un leve impulso eléctrico para estimular sus músculos y nervios.
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Ultrasonidos. Las ondas sonoras pueden ayudar a aliviar el dolor y la inflamación de las articulaciones y los tejidos blandos.
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Láser de bajo nivel. Un tipo de láser que no genera calor también puede bajar la hinchazón.
El cuidado quiropráctico y los problemas articulares
Algunos tipos de problemas articulares pueden limitar lo que su quiropráctico puede hacer. La manipulación espinal no debe utilizarse en articulaciones que estén inflamadas o infectadas. Tampoco debe realizarse en personas con huesos débiles, ya que puede provocar una fractura.
Pero otras técnicas que utilizan los quiroprácticos, como la movilización de las articulaciones y las terapias de tejidos blandos, pueden utilizarse de forma segura. Los daños en una articulación pueden provocar un efecto dominó de tensión y espasmos en los músculos, ligamentos y otros tejidos circundantes. Trabajar en ellos puede aliviar el dolor.
La causa de su dolor articular determinará si la atención quiropráctica puede ser útil.
Osteoartritis
La artrosis es el tipo de artritis más común y una de las principales causas de dolor articular. Se produce cuando el cartílago que amortigua las articulaciones se desgasta. El hueso roza con el hueso, causando dolor e hinchazón.
El tratamiento quiropráctico puede abordar la causa de la artrosis. Una articulación puede dañarse con el tiempo porque está desalineada, o por la forma en que se sienta, se pone de pie o camina. La atención quiropráctica puede solucionar estos problemas, lo que puede evitar que la artritis empeore. Pero no puede restaurar el cartílago que ya se ha perdido.
Artritis reumatoide y artritis psoriásica
Se trata de enfermedades articulares causadas por el ataque del sistema inmunitario a los tejidos sanos. El tratamiento principal es la medicación que actúa sobre su sistema inmunológico. Dado que los quiroprácticos no recetan medicamentos, tendrá que seguir trabajando con su médico.
No debe hacerse una manipulación articular en las zonas del cuerpo donde la enfermedad está activa.
Estos tipos de artritis y los medicamentos utilizados para tratarlos pueden provocar osteoporosis. Eso puede ponerle en riesgo de sufrir una fractura durante la manipulación de la columna vertebral.
Se ha dicho que el cuidado quiropráctico ayuda a que el sistema inmunológico funcione mejor, lo que podría ayudar a tratar enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide o psoriásica. Pero hay muy pocas pruebas científicas que lo respalden.
Otros problemas articulares
Si su dolor articular está causado por algo distinto a la artritis, el cuidado quiropráctico es más sencillo. Se suele utilizar para tratar las lesiones de los tejidos blandos, ya sean causadas por un accidente o por el uso excesivo o inadecuado de una articulación.
Las terapias de tejidos blandos pueden ayudar a aliviar el dolor y la amplitud de movimiento. Y un quiropráctico puede enseñarte a evitar el movimiento que causó tu lesión para que no vuelva a ocurrir.
Cómo elegir la atención quiropráctica
Hable con su médico de cabecera o con el especialista en artritis sobre si el cuidado quiropráctico sería una buena adición a su plan de tratamiento y cuáles podrían ser los riesgos. También podrían remitirte a alguien.
La Asociación Americana de Quiropráctica tiene una base de datos de profesionales que puedes buscar por código postal.
Antes de empezar el tratamiento con un quiropráctico:
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Pregunte por su experiencia en el tratamiento de su problema específico.
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Infórmales sobre tus síntomas y condiciones médicas.
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Dígales qué medicamentos está tomando.
Es importante que hable de sus síntomas y de cualquier cambio en su salud general en cada sesión de tratamiento. Los cambios en su condición pueden significar que una terapia específica utilizada en una visita puede no ser adecuada para otra.