Artritis reumatoide: Consejos de expertos sobre medicamentos, ejercicio, fatiga, vitaminas y más

Síntomas como la fatiga, el dolor y la rigidez pueden ser compañeros familiares cuando se tiene artritis reumatoide (AR). ¿La buena noticia? Hoy en día los tratamientos no sólo son mejores que nunca, sino que cada año se producen nuevos tratamientos y descubrimientos en relación con la AR, dice el doctor William F. Harvey, director clínico del Centro de Tratamiento de la Artritis del Centro Médico Tufts de Boston. Hemos pedido a Harvey que responda a algunas preguntas comunes sobre los tratamientos de la AR.

¿Qué medicamentos tratan la AR?

Los analgésicos como el paracetamol, el ibuprofeno, el naproxeno, el tramadol y los opiáceos tratan los síntomas, pero no evitan el daño articular. Y aunque los esteroides, como la prednisona, tratan la inflamación, tienen efectos secundarios graves si se utilizan en exceso, por lo que preferimos utilizarlos sólo a corto plazo.

Los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME) son los mejores tratamientos porque reducen la inflamación y previenen el daño articular continuo. Puedes tomar los DMARD por vía oral o recibirlos en forma de inyección bajo la piel o de infusión en vena. En medio de la pandemia de COVID-19, es importante saber que estos medicamentos actúan suprimiendo el sistema inmunitario, lo que aumenta el riesgo de infección. Su reumatólogo puede ayudarle a comprender los riesgos y beneficios del tratamiento, pero los datos sugieren que, en la mayoría de los casos, debe seguir tomando DMARDs si tiene una AR activa.

¿Qué medicamentos suelen ser los tratamientos de primera línea para la AR?

Los tratamientos de primera línea para la AR son los FAME orales, como la hidroxicloroquina, la leflunomida, el metotrexato y la sulfasalazina, que a veces se utilizan en combinación con otros. Los elegimos en primer lugar porque tienen un gran perfil de tratamiento y seguridad y son menos costosos.

¿Qué eficacia tienen los fármacos para la AR?

Los FAME son muy eficaces en el tratamiento de la AR, y la mayoría de las personas que pueden tomar estos medicamentos experimentan una mejora sustancial de su enfermedad y sus síntomas. Las personas que empiezan a tomar DMARDs en una fase temprana de la enfermedad no desarrollan la discapacidad y la desfiguración de las articulaciones que eran comunes hace años.

¿Cuándo debe empezar el tratamiento una persona con AR?

Las personas con AR deben empezar a tomar el tratamiento con DMARDs lo antes posible. Los datos demuestran que cuanto más rápido se inicie el tratamiento, menor será el dolor, el daño y la discapacidad que se produzcan. No tratar la inflamación en curso puede provocar daños articulares irreversibles. Cuanto más tiempo pase sin que se controle la inflamación, más daños irreversibles se producirán y mayor será el riesgo de discapacidad permanente y desfiguración. Incluso en el contexto de la COVID-19, en la mayoría de los casos su médico le recomendará un tratamiento. Es importante hablar con un reumatólogo sobre estos riesgos y beneficios.

¿Cuánto tiempo tardan los medicamentos en controlar la inflamación y el dolor?

Los DMARD empiezan a actuar en 2 ó 4 semanas, pero a menudo tardan más en alcanzar su máximo efecto. También es posible que reciba tratamientos adicionales. También utilizamos analgésicos y esteroides a corto plazo hasta que los DMARDs hagan efecto.

¿Qué significan los términos "control estricto" y "tratar hasta el objetivo"?

Estos términos están relacionados con el concepto central más importante de la AR: Inflamación = daño articular. Queremos mantener los síntomas lo más controlados posible (lo ideal es que no haya síntomas o que éstos sean muy escasos) porque esto es una señal de que la inflamación está bajo control y el daño a las articulaciones se minimizará. El reumatólogo hace varias cosas para saber si la inflamación está bajo control, como algunas pruebas de laboratorio, pruebas de imagen como la ecografía y la radiografía, una historia cuidadosa de sus síntomas y un examen físico completo. A menudo, los reumatólogos utilizan esta información para calcular una puntuación numérica del grado de actividad de su enfermedad. Pero, independientemente de que utilicen un número o no, el objetivo es que la actividad de la enfermedad sea nula o muy baja. Su médico le recomendará opciones para intentar conseguirlo, teniendo en cuenta sus preferencias personales en cuanto al tratamiento.

¿Es posible la remisión?

La remisión es el objetivo del tratamiento, en el que usted puede hacer casi todo lo que podía hacer antes de su enfermedad y se siente lo más normal posible a pesar del tratamiento. La mayoría de las personas alcanzan la remisión, o la baja actividad de la enfermedad, cuando siguen el régimen de tratamiento recomendado. A veces esto significa tomar más de un medicamento o cambiar de tratamiento.

¿Es necesaria alguna vez la cirugía?

Los enfoques de tratamiento están diseñados para hacer menos probable el daño articular, pero la cirugía de reemplazo articular puede ayudar. Hoy en día pueden sustituirse rodillas, caderas, tobillos, hombros e incluso las articulaciones de los dedos pequeños. Además de las sustituciones articulares, los cirujanos pueden ayudar a reparar los tendones y ligamentos rotos.

¿Cuáles son algunas formas de controlar la fatiga?

La fatiga es el resultado de la inflamación. Es uno de los síntomas de la AR más difíciles de controlar. También puede ser un efecto secundario del tratamiento, aunque éste suele ayudar a mejorar la fatiga. Los reumatólogos utilizan una serie de tratamientos complementarios (adicionales), como el ejercicio regular, una dieta sana y el apoyo a patrones de sueño saludables.

¿Qué tipo de ejercicio es bueno para las personas con AR?

Cualquier ejercicio que no cause dolor es bueno. El ejercicio aeróbico que eleva el ritmo cardíaco ayuda a mejorar la fatiga, el sueño y la salud del corazón (las personas con AR corren un mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco que la media). El levantamiento de pesas ligero puede fortalecer los músculos, lo que ayuda a mantener los huesos. Pero no hay que exagerar. La expresión "si no hay dolor, no hay ganancia" no se aplica en este caso. Cuando se tiene AR, el dolor es un signo de inflamación. No debes ignorarlo. Muchas personas con AR son incapaces de correr incluso distancias moderadas debido a la presión sobre las articulaciones, por lo que nadar o caminar en el agua puede ser útil porque el agua alivia la presión sobre las articulaciones. Caminar, montar en bicicleta, practicar un poco de yoga y tai chi también son buenas opciones.

¿Hay otros cambios en el estilo de vida que puedan ayudar?

Además del ejercicio, es importante llevar una dieta sana. Proporciona a su cuerpo los nutrientes que necesita para ayudarle a sanar y evita los efectos secundarios de la medicación. Una dieta saludable para el corazón es clave porque las personas con AR tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas.

Es importante reducir el consumo de alcohol. Muchos de los medicamentos utilizados para tratar la AR pueden causar daños en el hígado cuando se combinan con el alcohol. Las personas con AR suelen estar atrapadas en un círculo vicioso entre la fatiga, el dolor, la falta de sueño y la mala alimentación. Dado que todos estos factores están interrelacionados, mejorar incluso uno de ellos ayudará a los demás, pero cuanto más se mejore, más fácil será romper el círculo.

¿Las vitaminas desempeñan un papel en el tratamiento de la AR?

Algunos medicamentos, como el metotrexato, requieren suplementos vitamínicos para evitar los efectos secundarios. Es mejor que el cuerpo humano obtenga sus nutrientes, incluidas las vitaminas, a través de alimentos saludables en lugar de suplementos. Muy pocos han demostrado ser beneficiosos en estudios bien diseñados.

¿Pueden las terapias alternativas, como el yoga o la acupuntura, ayudar con los síntomas de la AR?

Muchas de las personas que trato utilizan terapias alternativas. La mayoría de los reumatólogos creen que son realmente muy útiles. Pero como la AR provoca una inflamación continua y daños en las articulaciones, estos tratamientos no deberían ser los únicos que utilice. Hable con su reumatólogo antes de probar uno. Aunque la mayoría de las terapias alternativas son seguras y útiles, su médico puede aconsejarle en caso de que no sean adecuadas para usted. El yoga ligero, que no supone un esfuerzo excesivo para las articulaciones, es útil. El tai chi, el qigong, la oración y la meditación de atención plena pueden ayudar no sólo a los aspectos físicos de la enfermedad, sino también a la importante tensión mental que provoca la sensación de dolor.

¿Qué otros profesionales de la salud puede necesitar una persona con AR en su equipo de tratamiento?

La mejor atención proviene de un equipo multidisciplinar. Su reumatólogo puede remitirle a un fisioterapeuta o a un terapeuta ocupacional. Muchas personas con AR tienen problemas en el trabajo o en casa cuando su enfermedad está activa. Estos profesionales pueden ayudar a los reumatólogos a encontrar formas de ayudarle a prosperar en el trabajo. Es raro, pero los medicamentos y la propia enfermedad pueden afectar a otros órganos. Es posible que su médico tenga que remitirle a otros especialistas. Si ya tiene daños importantes, los cirujanos ortopédicos pueden ayudarle a reparar sus articulaciones. Y es fundamental tener un médico de cabecera que vigile su salud en general. Si tiene otras enfermedades, como la diabetes, que no están bien controladas, es más difícil controlar la AR.

¿Qué es lo más importante que pueden hacer las personas con AR para mantenerse sanas?

Lo más importante es tener una relación abierta y estrecha con su reumatólogo. La mayoría de los reumatólogos están muy interesados en saber cuáles son sus objetivos de tratamiento para poder adaptar sus recomendaciones a sus preferencias. Incluso si odia los medicamentos, su reumatólogo puede hablarle de los riesgos y beneficios de los distintos enfoques.

¿Hay algo más que crea que las personas con AR deberían saber sobre el tratamiento?

Existe la idea errónea de que cualquier tipo de artritis es una parte normal del envejecimiento y que no se puede evitar. La AR es un tipo específico de artritis con tratamientos muy eficaces que pueden evitar el dolor, la discapacidad y la deformidad. Para obtener más información o encontrar grupos de apoyo locales, considere la posibilidad de visitar la Arthritis Foundation, Simple Tasks del American College of Rheumatology o Creaky Joints.

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