Cirugía de la columna vertebral para la artritis reumatoide

La artritis reumatoide suele afectar a las muñecas, las rodillas y los pies. Pero también puede afectar a la columna vertebral. La mayoría de las veces, este tipo de dolor de espalda responde bien a los tratamientos de la artritis, como los biológicos. Pero en casos raros, puede ser necesario operar la columna.

Cómo afecta la AR a la columna vertebral?

Normalmente, cuando se tiene AR, ésta afecta a la región del cuello de la columna vertebral (una zona llamada columna cervical). Esto puede ocurrir en los primeros años de la enfermedad, más tarde, o puede que nunca tenga problemas de columna.

Si los síntomas se desarrollan, pueden incluir:

  • Dolor de cuello

  • Dolor de cabeza en la base del cráneo

  • Pérdida de flexibilidad y función alrededor de la articulación del cuello

Algunas personas con AR padecen una condición llamada subluxación atlanto-axial. Afecta a los huesos de la parte superior de la columna vertebral o del cuello, bajo la base del cráneo. Los ligamentos que mantienen unidos estos huesos se debilitan debido a la inflamación de la AR. Esto hace que el primer y el segundo hueso de la columna estén desalineados, lo que puede comprimir la médula espinal.

En algunos casos, esto puede provocar una parálisis. Es más probable que se produzca una subluxación atlanto-axial cuanto más tiempo se tenga la AR.

Más raramente, la artritis reumatoide puede dañar las articulaciones de la columna lumbar, o parte baja de la espalda.

Necesito cirugía de columna para mi AR?

Aunque alrededor de 1 de cada 4 personas con AR desarrollan síntomas en la columna vertebral, es muy raro que necesiten cirugía para ello. Los tratamientos más nuevos y eficaces para la AR, como los biológicos, tienden a evitar que la enfermedad progrese hasta el punto de necesitar cirugía.

Pero con el tiempo, las articulaciones que rodean la columna cervical pueden desgastarse tanto que pellizcan la médula espinal. Esto se llama estenosis espinal. Puede causar problemas graves, como:

  • Pérdida de coordinación

  • Pérdida de la función intestinal o vesical

  • Dolor que se irradia hacia los brazos o las piernas

  • Debilidad muscular

Si nota alguno de estos síntomas, acuda a su médico inmediatamente para asegurarse de que no tiene una subluxación atlanto-axial. Eso suele requerir una intervención quirúrgica inmediata. De lo contrario, el médico puede recetarle medicamentos y fisioterapia y vigilarle de cerca durante varios meses. Si los síntomas no mejoran, es posible que haya que operar para aliviar la presión sobre la médula espinal y los nervios.

¿Necesito una laminectomía?

La laminectomía es una cirugía para eliminar la lámina, un hueso situado en la parte posterior de cada vértebra, de la zona afectada de su columna vertebral. La mayoría de las personas que tienen estenosis espinal en la parte posterior de la columna vertebral necesitarán una laminectomía cervical. Es decir, la eliminación de la lámina de la parte del cuello de su columna vertebral.

Durante una laminectomía, el cirujano realiza una incisión en el centro de la parte posterior del cuello para extraer la lámina. Esto alivia la presión sobre la médula espinal. A veces, el cirujano extrae al mismo tiempo algo de hueso de una articulación llamada articulación facetaria. Este procedimiento se denomina foraminotomía. Ayuda a aliviar la compresión de los nervios.

Normalmente, con esta cirugía permanecerá en el hospital durante 2 o 3 días. Cuando salga, le pondrán un collarín suave para que esté más cómodo mientras se recupera. También necesitará fisioterapia después de la operación.

¿Necesito una fusión espinal?

Si la compresión de su columna vertebral está en la parte delantera, en lugar de la trasera, su médico podría recomendar la fusión espinal en lugar de la laminectomía. También podría necesitarla si tiene una compresión grave en varios puntos.

La fusión espinal conecta permanentemente al menos dos vértebras de la columna. Esto elimina el movimiento entre estas vértebras que puede estar causando dolor.

La fusión espinal imita el proceso normal de curación de los huesos rotos. El cirujano coloca un material similar al hueso entre dos vértebras de la columna y luego las fusiona con placas metálicas, tornillos o varillas. Esto impide el movimiento que irrita o inflama los nervios de la columna. La operación suele durar entre 3 y 6 horas. Al igual que en el caso de la laminectomía, permanecerá en el hospital durante 2 ó 3 días. Es posible que lleve un corsé y necesite fisioterapia después de la operación.

La fusión espinal conlleva un mayor riesgo de complicaciones y una recuperación más larga que otras cirugías de la columna vertebral. Pero los resultados de esta cirugía siempre están mejorando, y las tasas de complicaciones están disminuyendo entre las personas con AR.

Afectará mi AR a mi cirugía?

Cuando se tiene AR, el riesgo de complicaciones después de una cirugía de columna es mayor que el de otras personas. Esto se debe a que:

  • Los esteroides, un medicamento habitual para la artritis, aumentan el riesgo de osteoporosis, lo que puede dificultar la fusión de los huesos. Si tomas estos medicamentos, es menos probable que la cirugía funcione.

  • Los esteroides y los productos biológicos para la artritis reumatoide suprimen su sistema inmunitario. Un sistema inmunitario débil aumenta el riesgo de infección después de la cirugía y alarga el tiempo de curación.

  • Algunas personas con AR tienen problemas pulmonares y cardíacos, lo que aumenta el riesgo de complicaciones de la cirugía.

  • Las personas con AR pueden tener otros problemas articulares en otras partes del cuerpo, como las caderas o las rodillas. Esto puede dificultar el movimiento y la realización de fisioterapia para acelerar la recuperación.

En cuanto a los medicamentos que debilitan el sistema inmunitario, es posible que su médico quiera que deje de tomarlos antes de la cirugía. Por ejemplo, si usted toma un medicamento biológico una vez a la semana, programará la cirugía para 2 semanas después de su última dosis. Empezará a tomar estos medicamentos de nuevo 2 semanas después de la operación.

La interrupción de esta medicación ayuda a reducir el riesgo de infección, pero su AR puede empeorar durante ese tiempo. Por eso es importante que su reumatólogo colabore estrechamente con su cirujano de columna para garantizar el mejor resultado.

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