¿Sabía que si tiene artritis reumatoide (AR), es más probable que también padezca diabetes? Algunos informes afirman que los enfermos de AR tienen un 23% más de probabilidades que los demás de acabar padeciendo diabetes de tipo 2. La investigación también ha descubierto que las personas con diabetes de tipo 1 tienen un mayor riesgo de desarrollar AR.
Los científicos han estudiado la relación entre ambas enfermedades. En ella pueden intervenir tanto los genes como los factores relacionados con el estilo de vida, como el exceso de peso. La inflamación también desempeña un papel importante.
El vínculo con la inflamación
Las investigaciones no indican que la AR sea la causa directa de ninguno de los dos tipos de diabetes, ni que la diabetes sea la causa de la AR. En cambio, la diabetes es una comorbilidad. Esto significa que las dos enfermedades suelen afectar a la misma persona al mismo tiempo.
Tanto la AR como la diabetes de tipo 1 son enfermedades autoinmunes, en las que el sistema de defensa del organismo ataca por error a las células sanas. Cuando se padece una enfermedad autoinmune crónica, el sistema inmunitario produce en exceso un tipo de proteína inflamatoria denominada citoquinas.
El factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa) y la interleucina-6 (IL-6) son dos citoquinas que se encuentran en niveles más altos en las personas con AR y en las que padecen ambos tipos de diabetes. El cuerpo libera estas citocinas para evitar las infecciones y ayudar a la curación. Pero un exceso de ellas puede provocar una inflamación perjudicial.
En la AR, el sistema inmunitario va a por las articulaciones. En la diabetes de tipo 1, es el páncreas. Esto dificulta que el cuerpo produzca la insulina que necesita para regular el azúcar en sangre.
Las investigaciones demuestran que cuando se padece una enfermedad autoinmune, aumentan las posibilidades de desarrollar otra. El defecto genético que provoca la primera enfermedad puede causar también otro tipo de enfermedad autoinmune. Cuando hay inflamación en el cuerpo, puede afectar a los órganos y tejidos de más de una zona.
¿Y la diabetes de tipo 2? Es la forma más común, y representa el 90% de los casos del mundo. No se considera una enfermedad autoinmune. Pero la obesidad, uno de los principales factores de riesgo del tipo 2, aumenta la inflamación. Esto puede hacer que las células se vuelvan más resistentes a la insulina.
Factores de riesgo comunes
Otros posibles vínculos entre la AR y la diabetes son los hábitos de vida, la situación socioeconómica y los medicamentos que se toman.
Un estudio que analizó a 2.535 adultos con AR descubrió que casi el 20% de ellos también tenía diabetes. Entre los que tenían ambas afecciones, algunos factores de riesgo comunes eran:
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Obesidad
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Género masculino
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Edad más avanzada
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Nivel socioeconómico más bajo
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Fumar
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Beber alcohol
Algunos medicamentos antiinflamatorios para la AR también afectan al riesgo de diabetes. Incluyen:
Glucocorticoides.Los medicamentos esteroides para la AR, como la prednisona, pueden disminuir su resistencia a la insulina. Si ya tiene riesgo de padecer diabetes de tipo 2, pueden aumentar ese riesgo, especialmente si los toma durante 6 meses o más. Para reducir las posibilidades de que se produzcan éste y otros efectos secundarios, los expertos recomiendan tomar estos fármacos sólo durante períodos cortos. Si tiene diabetes, tendrá que controlar su nivel de azúcar en sangre más a menudo mientras esté tomando glucocorticoides. También puede necesitar dosis más altas de su medicación para la diabetes. Hable con su médico sobre las formas más seguras de utilizar los glucocorticoides.
Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD). Esta clase de fármacos está diseñada para reducir algunos de los efectos nocivos de la inflamación. Algunas investigaciones han demostrado que los FAMEs hidroxicloroquina (Plaquenil) y abatacept (Orencia) reducen el riesgo de diabetes. Pero los DMARD también suponen un mayor riesgo de infección, al igual que la diabetes y la AR. Por tanto, deberá tener mucho cuidado para protegerse de las infecciones y recibir tratamiento si enferma.
Otros DMARD utilizados para tratar la AR son:
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Certolizumab pegol (Cimzia)
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Etanercept (Enbrel)
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Golimumab (Simponi, Simponi Aria)
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Metotrexato
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Inhibidores del TNF (Adalimumab)
Otro posible vínculo entre ambas afecciones es la inactividad. El dolor articular de la AR puede llevar a algunas personas a evitar el ejercicio. Pero un estilo de vida sedentario puede provocar un aumento de peso, que es un factor de riesgo para la diabetes tipo 2. Además, el ejercicio puede reducir la discapacidad provocada por la AR al tiempo que alivia la fatiga y mejora el estado de ánimo.
Señales de advertencia de la diabetes
La diabetes de tipo 2 no siempre provoca síntomas, sobre todo al principio. La Asociación Americana de la Diabetes recomienda que todas las personas mayores de 45 años se sometan a pruebas de detección de la diabetes cada 3 años. Si tiene factores de riesgo de padecer diabetes, debería hacerse las pruebas antes.
Los síntomas de la diabetes pueden ser:
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Aumento de la sed y la micción
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Un mayor apetito
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Pérdida de peso no intencionada
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Fatiga
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Visión borrosa
Si notas estos síntomas, díselo a tu médico. Si desarrollas diabetes, pueden iniciar un tratamiento temprano y ayudarte a mantener la enfermedad bajo control.
Medidas que puede tomar para prevenir la diabetes
Si tiene antecedentes familiares de cualquiera de los dos tipos de diabetes, hágaselo saber a su médico.
Se cree que la diabetes de tipo 1 está causada por una combinación de tus genes y cosas de tu entorno. Pero los hábitos saludables marcan una gran diferencia en el riesgo de padecer diabetes de tipo 2. Para reducir el riesgo o revertir la condición, usted puede:
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Mantenerse activo. El ejercicio regular ayuda a reducir la inflamación del cuerpo. Procure hacer al menos 30 minutos de ejercicio físico al día. Si hace tiempo que no hace ejercicio, empiece con movimientos suaves como caminar o hacer estiramientos. Una vez que adquiera resistencia y fuerza, pruebe a entrenar con pesas. Las investigaciones demuestran que levantar peso 2-3 veces a la semana puede reducir los niveles de azúcar en sangre.
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Pierde el exceso de peso. La obesidad es uno de los principales factores de riesgo de la diabetes de tipo 2. Bajar incluso unos pocos kilos puede reducir en gran medida el riesgo.
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Coma de forma saludable. Incluya en su dieta diaria una variedad de frutas y verduras, proteínas magras y grasas saludables como los ácidos grasos omega-3. Esto puede reducir la inflamación a la vez que disminuye tus niveles de azúcar en sangre.