La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad crónica en la que el sistema inmunitario ataca por error al organismo, incluidas las articulaciones. También puede afectar a otros órganos, como el corazón, los pulmones y los ojos. La AR es de dos a tres veces más frecuente en las mujeres que en los hombres.
Aunque no existe una cura, hay una variedad de tratamientos que pueden ser prescritos para un paciente con AR, incluyendo:
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Medicamentos, como los AINE, los analgésicos, los corticosteroides, los DMARD y los biológicos
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Dispositivos de asistencia, productos de apoyo y cambios en el hogar
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Cirugía
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Fisioterapia y terapia ocupacional
Los gastos que conllevan estos tratamientos pueden sumar. Dependiendo de lo que cubra su seguro médico, puede acabar pagando una gran cantidad de su bolsillo. No es raro que los pacientes con AR paguen hasta 30.000 dólares al año por la medicación. Y aunque el seguro médico cubra parte de los costes, es posible que tenga que pagar de su bolsillo hasta el 30% del coste de sus medicamentos.
Los costes específicos de los medicamentos pueden incluir:
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Los DMARD, o fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad, cuestan a la mayoría de los pacientes entre 1.500 y 2.000 dólares cada año, dependiendo del medicamento.
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Los biológicos, un nuevo tipo de tratamiento para la AR, generalmente deben ser administrados por un profesional de la salud, y son caros, ya que cuestan entre 1.300 y 3.000 dólares al mes.
Si los medicamentos no son suficientes, puede ser necesaria la cirugía. Algunas personas con AR necesitan una sustitución articular o cirugías artroscópicas, que pueden costar decenas de miles de dólares. El precio medio de un reemplazo de rodilla con hospitalización, por ejemplo, es de aproximadamente 30.249 dólares, según cifras de Blue Cross Blue Shield.
Después de la cirugía suelen venir más pagos por fisioterapia, dispositivos de ayuda o medicamentos. La terapia para ayudar a lidiar con el impacto emocional de tener una enfermedad crónica también puede añadirse a los costes. Lo mismo ocurre con las terapias complementarias que pruebe, como la acupuntura.
Costes indirectos
No se trata de medicamentos ni de otros tratamientos. Por ejemplo, el dinero que se pierde si no se puede trabajar a tiempo completo debido a la AR. La Red de Apoyo a la Artritis Reumatoide estima que la baja productividad, el absentismo y los salarios perdidos pueden costar entre 1.500 y 22.000 dólares al año, por paciente.
Incluso si tiene Medicare, los costes de la AR son una carga. En un estudio, los pacientes con AR que tienen Medicare pagaron más del doble en costes sanitarios anuales que los pacientes de Medicare sin AR.
Consejos para gestionar los costes de la AR
Aunque los gastos de la AR son elevados, es posible que pueda hacerlos más manejables. Pruebe una o más de las siguientes tácticas:
Busque programas de asistencia. Es posible que reúna los requisitos para recibir ayuda de una organización que ofrezca asistencia financiera a personas con determinados diagnósticos. La Arthritis Foundation tiene una lista de programas de asistencia al consumidor en su sitio web.
Llama al fabricante. Los fabricantes suelen ofrecer programas o descuentos que le permitirán comprar sus medicamentos por menos dinero.
Prueba con NeedyMeds.NeedyMeds es una organización sin ánimo de lucro que se ofrece a poner en contacto a los consumidores con programas que pueden ayudarles a pagar los medicamentos y otros gastos sanitarios. Puedes escribir el nombre de tu medicación y el sitio te dirá si hay algún programa que pueda ayudarte con el coste.
Obtenga un seguro secundario para acompañar a Medicare. Si tiene el Medicare Original, puede adquirir un plan complementario de Medicare (Medigap) que le ofrezca una ayuda adicional para los gastos de su bolsillo.
Compare los precios de los medicamentos. No todas las farmacias son iguales, y puede que una farmacia local tenga un mejor precio en un medicamento que otra. Utilice los sitios web para comprobar los precios locales en su zona. También puede considerar la posibilidad de pedir por correo las recetas de medicamentos de larga duración: los precios suelen ser más bajos, ya sea porque el precio del medicamento es menor o porque sólo debe pagar un copago por un suministro de 3 meses.
Pregunte en la consulta de su médico u hospital. Los consultorios médicos o los centros de salud suelen contar con coordinadores de atención que pueden ayudarle a gestionar su atención, lo que incluye preguntas sobre los costes de la medicación y las reclamaciones al seguro.
La gestión de los costes de la AR puede ser abrumadora, pero hay formas de reducir las facturas anuales. Hable con su reumatólogo si tiene dudas sobre el pago del tratamiento.