Suplementos para la AR: lo que hay que saber

La medicación y otras formas de tratamiento desempeñan un papel importante en el control de la artritis reumatoide. Los suplementos no son un tratamiento: no prometen curar ni tratar ninguna enfermedad, y no tienen que cumplir las mismas normas que los medicamentos. Pero si está considerando la posibilidad de probarlos como complemento de su plan de tratamiento, esto es lo que debe saber.

En primer lugar, asegúrate de hablar con tu médico antes de empezar a usar cualquier suplemento o medicamento a base de hierbas. Pueden interactuar con otros fármacos, suplementos o hierbas medicinales que estés tomando y causar efectos secundarios graves. También pueden aumentar el riesgo de padecer ciertas enfermedades.

Posibles deficiencias de vitaminas y minerales en la AR

Folato: Un medicamento común para la AR, el metotrexato, destruye el folato. Por eso los médicos suelen recetar suplementos de folato a quienes toman esta medicación. El folato también se encuentra en las verduras de hoja verde, como la col rizada y las espinacas, así como en el zumo de naranja, la mayoría de las frutas, las judías secas y los guisantes.

Hierro: Los niveles bajos de glóbulos rojos (anemia) son comunes en las personas con AR. Puede deberse a que la inflamación provocada por la AR dificulta la absorción del hierro, o bien a una hemorragia en el sistema digestivo provocada por los medicamentos para la AR. Sea cual sea la causa, usted y su médico trabajarán para llegar al fondo de la cuestión y encontrar una solución, ya sea un cambio en la dieta o suplementos. Puedes obtener hierro de la carne de vacuno, el hígado, el pescado y el pavo. Es más fácil de absorber de las fuentes animales, pero también puedes obtenerlo de las espinacas, las pasas, las judías y los guisantes.

Vitamina B2: Algunas investigaciones demuestran que el metotrexato para la AR puede interferir en la absorción de la B2. Puede obtener la B2 de los cereales y granos fortificados, la carne de órganos, el yogur, la leche y los huevos.

Vitamina B6: Las investigaciones parecen demostrar que la inflamación de la AR reduce los niveles de B6, lo que a su vez empeora la inflamación. Además, los AINE que muchas personas utilizan para tratar su inflamación reducen los niveles de B6 en las personas con AR. Usted y su médico deben vigilar los niveles de B6 y complementarlos cuando sea necesario. Obtenga más del pescado, el pollo, el pavo, los garbanzos, las patatas y las frutas no cítricas.

Vitamina D: Es más probable que tenga una deficiencia de vitamina D si tiene AR. Y algunas investigaciones muestran que las personas con los niveles más bajos de vitamina D tienen los síntomas más graves y la peor respuesta al tratamiento. La luz del sol es la principal fuente de vitamina D para la mayoría de las personas, pero también puede obtenerla del salmón, el atún y las sardinas. Los alimentos enriquecidos, como los zumos, los cereales y la leche, también pueden contenerla.

Zinc: Los niveles de zinc son significativamente más bajos en las personas con AR. Y los que padecen la enfermedad más grave suelen tener los niveles más bajos. Es posible que el zinc ayude a los síntomas de la AR al favorecer el crecimiento saludable del cartílago y la respuesta inmunitaria adecuada. Obténgalo del cangrejo, la langosta, las ostras, la carne roja, el pollo, el pavo, los cereales de desayuno enriquecidos y los cereales integrales.

Selenio: Existen pruebas de que el selenio puede ayudar a prevenir la AR en personas que aún no la padecen. Pero las investigaciones aún no demuestran que ayude con los síntomas o la progresión de la AR una vez que ya se tiene la enfermedad. Obténgalo de las nueces de Brasil, el atún, las gambas y el pavo.

Tenga en cuenta que los alimentos son casi siempre la mejor fuente de vitaminas y minerales. Si decide tomar un suplemento, es importante recordar que más no siempre es mejor. Al igual que una cantidad insuficiente de una vitamina o un mineral puede afectar a la salud, una cantidad excesiva también puede ser perjudicial.

Las personas que toman demasiado, suelen hacerlo tomando suplementos. Muchos suplementos también pueden interferir con sus otros medicamentos o causar otros síntomas.

Por eso siempre debes hablar con tu médico sobre qué suplementos tomar y en qué cantidad. Asegúrese de informar a su médico sobre todas las condiciones de salud y todos los medicamentos que toma.

Aceite de semillas de borraja

Este es un aceite de origen vegetal. Este suplemento podría ayudar a reducir la hinchazón y la sensibilidad de las articulaciones si se toma con un analgésico o un medicamento antiinflamatorio.

El aceite de semillas de borraja puede causar efectos secundarios graves. Su hígado puede no funcionar tan bien, y podría tener problemas de sangrado.

No hay suficiente investigación

Ácidos grasos omega-3: Las primeras investigaciones muestran que algunos de estos suplementos pueden ayudar con la artritis reumatoide, pero no ha habido suficientes estudios buenos para decirlo. En otros casos, los estudios son demasiado preliminares, o los resultados son contradictorios o no son de alta calidad.

Observará que algunos de estos elementos, como el té verde, el jengibre, la cúrcuma y los probióticos, se encuentran en los alimentos. La investigación aquí es sobre su uso como suplementos.

Boswellia: La investigación sobre esto es limitada y conflictiva.

Uña de gato: Aunque se ha utilizado durante más de 2.000 años para diversos problemas de salud, no se han realizado suficientes ensayos clínicos de alta calidad y no hay pruebas concluyentes de ningún beneficio.

Onagra: Las investigaciones sobre el uso del aceite de onagra son preliminares y contradictorias.

Jengibre: Los estudios muestran que esta hierba tiene beneficios antiinflamatorios en animales. En un estudio de 70 personas con AR, el uso de jengibre en polvo ayudó a su puntuación de actividad de la enfermedad, una medida que los investigadores utilizaron para observar el grado de actividad de la AR.

Té verde: Las investigaciones demuestran que este suplemento puede reducir la inflamación y proteger el cartílago. Pero no se ha probado en personas con artritis reumatoide.

Moringa: Los primeros estudios realizados en animales de laboratorio muestran que esta planta puede reducir la inflamación y la hinchazón por acumulación de líquidos. No está claro si eso sería cierto en las personas.

Probióticos: Un tipo de probiótico llamado lactobacilo puede afectar ligeramente a la puntuación de la actividad de la enfermedad, que es una forma en que los investigadores observan el grado de actividad de la AR. Pero no parece influir en la hinchazón de las articulaciones ni en los signos de inflamación, que se tienen en cuenta en la puntuación de la actividad de la enfermedad. Y hay muchas cepas de probióticos, y no tienen suficiente investigación detrás.

Sésamo (Sesamum indicum): La sesamina, un compuesto vegetal procedente de las semillas de sésamo, demostró ser prometedora en un primer estudio con 44 mujeres con AR. Durante 6 semanas, la mitad de las mujeres tomaron el suplemento; el resto recibió un placebo. Tuvieron menos inflamación durante el periodo de estudio. Pero es demasiado pronto para saber cómo se traduce esto en los síntomas.

Cúrcuma/curcumina: Algunos estudios demuestran que tomar una sustancia de la cúrcuma llamada curcumina en dosis más altas puede ayudar con síntomas como la inflamación y la rigidez. Algunos investigadores señalan que dosis más bajas o fórmulas diferentes pueden no ayudar con la hinchazón y la sensibilidad de las articulaciones o hacer que la artritis reumatoide sea menos activa.

La seguridad es lo primero

Árnica: No la tomes por vía oral, ya que es venenosa cuando se usa por vía oral.

Chaparral: No lo tomes por vía oral. Puede ser tóxico para el hígado y los riñones si tomas productos con él por vía oral.

Vid del dios del trueno: Algunas investigaciones preliminares sugieren que este suplemento puede ser útil para la artritis reumatoide, pero puede causar efectos secundarios graves, y no se han realizado suficientes estudios al respecto. Si el suplemento no se prepara correctamente, puede ser venenoso. Los riesgos pueden ser mayores que los beneficios, según el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa.

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