Los problemas articulares pueden ser una parte normal del envejecimiento, pero a veces estos problemas son un signo de algo más. La osteoartritis (OA) es el tipo más común de artritis y tiene síntomas similares a los de la artritis psoriásica (PsA), pero hay diferencias entre ellas.
Cómo se producen
La artrosis se produce cuando el cartílago de las articulaciones se desgasta con el tiempo.
En cambio, la artritis psoriásica es una enfermedad autoinmune. Se produce cuando el sistema inmunitario considera erróneamente que las células sanas son una amenaza y las ataca. La artritis psoriásica puede afectar a la piel, las uñas y las articulaciones.
Diferencias en los síntomas
Con la artrosis, es posible que tenga menos amplitud de movimiento y que le cueste hacer movimientos cotidianos como sentarse. También podría tener las articulaciones rígidas, hinchadas y dolorosas. La artrosis también puede crear crecimientos en los extremos de los huesos llamados espolones óseos. La osteoartritis suele afectar a las manos, las caderas, los pies, las rodillas y la columna vertebral.
En el caso de la artritis psoriásica, pueden aparecer síntomas de psoriasis (como manchas gruesas en la piel con escamas de color blanco o plateado) antes de que aparezcan signos de artritis psoriásica. También puede sentirse cansado y sus uñas pueden desmoronarse, tener abolladuras y despegarse del lecho ungueal. Puede hacer que las articulaciones se vuelvan rígidas, dolorosas y se hinchen. Sus articulaciones también pueden sentirse calientes al tocarlas debido a la inflamación.
La artritis psoriásica suele afectar a las caderas, las rodillas, los dedos de las manos y los pies. Ambas enfermedades pueden afectar a cualquiera de las articulaciones.
¿Quién está en riesgo?
La artrosis es frecuente en personas mayores de 40 años. También tiene más riesgo de padecerla si su estilo de vida implica un uso intensivo de las articulaciones o ejerce mucha presión sobre ellas y si:
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Es obeso (lo que significa que su IMC es de 30 o más)
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Pasa mucho tiempo recogiendo cosas y moviéndolas para trabajar
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Se ha lesionado una articulación, o practica un deporte que podría provocarle una lesión articular
La artrosis también es más frecuente en las mujeres que en los hombres.
La artritis psoriásica es igualmente frecuente en hombres y mujeres. Suele comenzar entre los 30 y los 50 años, pero también puede empezar en la infancia.
Los médicos no saben qué causa la artritis psoriásica. Los antecedentes familiares son importantes; su riesgo puede ser mayor si un pariente tiene psoriasis o artritis psoriásica. Una infección también podría ser la causa de que el sistema inmunitario ataque las articulaciones.
Diagnóstico
Se puede tener artrosis y artritis psoriásica al mismo tiempo. No existe una prueba que el médico pueda realizar para diagnosticar cualquiera de las dos enfermedades. En su lugar, buscará signos específicos de cada enfermedad.
En el caso de la artritis psoriásica, el médico comprobará la sensibilidad de las articulaciones y los síntomas específicos de la piel y las uñas. También es posible que le pregunte dónde tiene la hinchazón y las molestias para poder averiguar los patrones de su artritis. Cualquier patrón de artritis que tenga ayudará a su médico a delimitar su tipo específico de artritis psoriásica.
Para diagnosticar la artrosis, el médico también buscará el dolor y la inflamación de las articulaciones. Puede preguntarle por síntomas como la sensación de rigidez al despertarse y si oye ruidos al mover las articulaciones. También buscará signos como crecimientos óseos alrededor de las articulaciones.
En ambos casos, es posible que le hagan radiografías, una resonancia magnética, una tomografía computarizada o una ecografía para que el médico pueda ver el interior de las articulaciones. El médico puede hacer un análisis de sangre o recoger líquido de una articulación para asegurarse de que no tiene otra forma de artritis.
Tratamientos
Tanto la artrosis como la artritis psoriásica son enfermedades crónicas que no tienen cura, pero los tratamientos pueden aliviar los síntomas.
Los cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso y la fisioterapia, pueden ayudar en ambas enfermedades. También se pueden tomar antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno o el naproxeno.
El tratamiento de la artritis psoriásica también puede incluir inyecciones de esteroides, fármacos biológicos fabricados a partir de células vivas y medicación tradicional.
En el caso de la osteoartritis, se pueden tomar medicamentos recetados, poner inyecciones y sustituir las articulaciones.