Vivir con psoriasis puede ser duro, no sólo para la persona diagnosticada, sino también para sus seres queridos. Es una enfermedad que puede afectar a familias enteras, tanto emocional como económicamente.
Si quiere ayudar a un amigo o familiar con psoriasis, aquí tiene algunos consejos
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Aprenda sobre la psoriasis.
Empiece por lo básico. Si tiene un ser querido que vive con psoriasis, es importante que conozca realmente la enfermedad: los síntomas, las causas y los tratamientos para la psoriasis.
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Pregunte a sus seres queridos con psoriasis qué necesitan.
No haga suposiciones sobre el tipo de ayuda que desean los pacientes de psoriasis. Pregunte. ¿Necesitan que alguien les acompañe a las citas médicas o les ayude a evaluar las opciones de tratamiento? ¿Quieren a alguien que les escuche? ¿O simplemente alguien que les haga reír y no mencione la palabra "psoriasis" ni una sola vez?
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Anime a su ser querido a recibir tratamiento para la psoriasis.
Muchas personas que viven con psoriasis se frustran con los tratamientos que no han funcionado y se rinden por completo. Aunque es comprensible, no es una buena idea. La gran mayoría de los casos pueden controlarse. Así que si su ser querido ha dejado de acudir al médico, insístale en que vuelva a intentarlo, quizá con un nuevo dermatólogo experto en el tratamiento de la enfermedad.
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Sé positivo, pero no insistente.
Muchas personas que viven con psoriasis empiezan a apartarse de la vida, a aislarse. Si puede, intente intervenir. Anime a su ser querido a mantener el contacto con sus amigos y a hacer las cosas que le gustan. Pero hágalo con cuidado. Si trata de forzar a su ser querido a hacer cosas que no está preparado para hacer, esa persona podría simplemente ponerse ansiosa y molesta.
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Reducir el estrés en el hogar.
El estrés es un conocido desencadenante de la psoriasis. Obviamente, nadie puede estar libre de estrés en su casa. Pero hable con su ser querido sobre las cosas que podría hacer para reducir su nivel de estrés. Tal vez intercambiar algunas responsabilidades o permitir que esa persona tenga tiempo extra para descansar podría ser una buena forma de ofrecerle apoyo para la psoriasis.
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Trate con seriedad los signos de depresión.
La depresión y la psoriasis pueden ir juntas. Un estudio demostró que una de cada cuatro personas que viven con psoriasis también estaban deprimidas. Dado que la depresión es una enfermedad grave, no ignore ningún signo, como la tristeza persistente o la pérdida de interés por las actividades cotidianas. Anime a su ser querido a acudir a un médico o a un terapeuta lo antes posible.
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No te hagas cargo de demasiadas cosas.
Obviamente, su ser querido necesita su ayuda y apoyo en este momento. Pero si tu ser querido es un adulto, no debes asumir tú toda la responsabilidad. Si te haces cargo de todos los aspectos de la vida y el tratamiento de esa persona, acabarás agotado y resentido. Recuerda que tu trabajo no es cuidar de tu ser querido, sino ayudarle a cuidarse a sí mismo.
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Cuida de ti mismo.
Ÿ Es importante que también mantengas tu propia vida, algo distinto para ti. Si tu ser querido se ha vuelto más recluso, aún debes mantenerte conectado. Dedica tiempo a salir con amigos y a hacer cosas que te gusten. Si empiezas a sentirte sobrecargado, pide a otros amigos o familiares que te ayuden. Y si te sientes muy abrumado, consulta a un terapeuta. Agotarte no te ayudará ni a ti ni a tu ser querido a largo plazo.