El as del tenis John McEnroe defiende la causa de la investigación del cáncer de próstata

Por Matt McMillen De los archivos del médico

El cáncer de próstata de su padre cambió a la leyenda del tenis John McEnroe, que cumplió 50 años en febrero. McEnroe solía tener al menos una cosa en común con los hombres corrientes: Rara vez acudía al médico o pensaba mucho en su propia salud. Todo eso cambió hace cinco años, cuando a su padre, que ahora tiene 74 años, le diagnosticaron cáncer de próstata.

"Eso me hizo tomar conciencia", dice el cuatro veces campeón del Abierto de Estados Unidos. No mucho después del diagnóstico de su padre, programó su primera prueba de antígeno prostático específico -una prueba de detección del cáncer de próstata que también se denomina PSA-. El resultado fue positivo.

McEnroe, que anunciará el Abierto de Estados Unidos este mes, quiere concienciar a los demás sobre la enfermedad. Se calcula que el cáncer de próstata afecta a uno de cada seis hombres, la mayoría mayores de 65 años; este año se harán casi 200.000 nuevos diagnósticos. En los hombres, sólo el cáncer de pulmón es más mortífero.

Para ello, se ha asociado con Stand Up to Cancer, una iniciativa de la Fundación de la Industria del Entretenimiento para el Mes de Concienciación sobre el Cáncer de Próstata, en septiembre.

"Me hace sentir que estoy haciendo algo importante en este momento de mi vida", dice. "Y eso me ha hecho sentir mejor al cumplir 50 años".

Autocuidado para los hombres

McEnroe ha aprendido a tomarse más en serio su propia salud. Hace ejercicio casi a diario en la pista de tenis o en el gimnasio, y acude a su médico con regularidad. También se mantiene al día de las noticias sobre la próstata y anima a los hombres a hablar con sus médicos sobre cuándo es el momento de hacerse una prueba de PSA.

"Me considero un embajador", dice sobre su participación en las campañas de concienciación. McEnroe también colabora con el Reto de la Salud de la Próstata de GlaxoSmithKline 50 Over 50. "Quiero que otros hombres me vean activo y proactivo con respecto a mi salud y quizá digan: 'Oye, yo puedo ser así'".

Afortunadamente, el padre de McEnroe se encuentra bien estos días, pero sigue siendo difícil conseguir que hable de su salud. "Cuando hablamos, me aseguro de que está mejor, de que hace las cosas que tiene que hacer", dice McEnroe, riendo, "pero él sólo quiere hablar de un regreso al tenis por mí".

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