Por Paul Frysh
La glándula prostática tiene el tamaño y la forma de una nuez y se encuentra debajo de la vejiga, delante del recto (parte de los intestinos) y en la base del pene. Ayuda a producir el semen, el líquido lechoso que transporta los espermatozoides a través del pene y fuera del cuerpo cuando usted eyacula.
El cáncer de próstata se produce cuando se forman células cancerosas en el tejido prostático. Las probabilidades de padecerlo aumentan a partir de los 50 años o si se tienen antecedentes familiares de la enfermedad. Los hombres de raza negra corren el mayor riesgo, seguidos de los blancos, los hispanos y los nativos americanos.
El cáncer avanzado puede causar problemas sexuales, como la disfunción eréctil (DE). Esto podría afectar a la fertilidad (su capacidad para tener hijos), ya que es posible que no pueda mantener relaciones sexuales con tanta frecuencia. Pero el tratamiento del cáncer de próstata suele ser la principal causa de los problemas de fertilidad.
Cómo puede afectar el tratamiento del cáncer de próstata a la fertilidad
El tratamiento del cáncer de próstata puede afectar a su capacidad de tener hijos durante un periodo de tiempo o para siempre. Depende de su edad, su salud y la naturaleza del tratamiento. Hable con su médico antes de iniciar el tratamiento si le preocupa su fertilidad. Puede haber cosas que puede hacer para prepararse para el futuro.
Los tratamientos del cáncer de próstata incluyen
Cirugía. Normalmente se extirpa la glándula prostática y otras dos pequeñas glándulas llamadas vesículas seminales. Todas ellas trabajan juntas para transportar el semen fuera del pene. Sin ellas, no se puede enviar el esperma fuera del cuerpo para fecundar un óvulo. La cirugía para el cáncer de vejiga suele extirpar también la próstata y las vesículas seminales. La cirugía de otros cánceres pélvicos, como el de colon y el de recto, puede dañar la próstata, los nervios y otros órganos, provocando infertilidad o disfunción eréctil.
Radioterapia. Este tratamiento utiliza haces de alta energía, como rayos X sobrecargados, para destruir las células cancerosas. Se dirige a la zona donde se encuentra el cáncer, en este caso la próstata. Pero la radioterapia en cualquier lugar alrededor de los órganos sexuales o de la zona del vientre (testículos, vejiga y ganglios linfáticos) puede disminuir el número de espermatozoides y los niveles de testosterona (una hormona relacionada con el deseo sexual). Incluso puede destruir los espermatozoides. El daño puede ser a corto, medio o largo plazo.
Quimioterapia. Los fármacos, que suelen administrarse a través de una aguja en la vena, se utilizan para eliminar las células que se dividen rápidamente. Dado que los espermatozoides se dividen normalmente a un ritmo rápido, la quimioterapia suele afectarlos también. Esto puede provocar infertilidad. La edad, el tipo de quimioterapia y la dosis afectan al riesgo de infertilidad.
Terapia hormonal. También conocida como terapia de privación de andrógenos (TPA), impide que su cuerpo produzca hormonas sexuales masculinas como la testosterona. Algunas hormonas alimentan a las células del cáncer de próstata, ayudándolas a crecer. Aunque la TDA puede ralentizar el crecimiento del tumor, también puede afectar a su capacidad de producir esperma.
Cómo preservar su fertilidad
Hay cosas que usted y su equipo médico pueden hacer para proteger su esperma de los daños o guardarlo para un uso futuro. Estas incluyen:
Banco de esperma. Si tiene cáncer de próstata u otra enfermedad y sabe que el tratamiento podría afectar a su capacidad de tener hijos, puede guardar esperma antes de que empiece el tratamiento. Un laboratorio recoge muestras de semen y comprueba su estado bajo el microscopio. Si están bien, el laboratorio congela las muestras y las almacena para su uso posterior.
Blindaje testicular. En este caso se utiliza una cubierta de plomo protectora para ayudar a proteger los testículos de la radiación. Esto reduce la posibilidad de que el tratamiento dañe su esperma. También se denomina blindaje gonadal.
Extracción de esperma testicular (TESE). Incluso si no puede eyacular y almacenar su esperma, su médico puede obtener esperma de sus testículos con este procedimiento. Su equipo médico realizará una pequeña intervención quirúrgica para extraer trozos de tejido testicular. Lo comprobarán para ver si hay espermatozoides. Si lo encuentran, usted y su equipo médico pueden utilizarlo para fecundar un óvulo o congelarlo para su uso posterior.