Un diagnóstico de cáncer de próstata puede ser abrumador. Sus niveles de estrés pueden dispararse. Puede preocuparse por las finanzas. Y es posible que se plantee preguntas difíciles, como si debe redactar un testamento o completar las directivas anticipadas. Con la educación y la atención de apoyo, usted será capaz de lidiar con los muchos problemas y emociones que está enfrentando.
El paso más importante que puede dar es buscar ayuda tan pronto como sienta que tiene problemas para afrontar la situación. Actuar con prontitud le permitirá comprender y afrontar los numerosos efectos de su enfermedad crónica.
Algunos consejos para empezar:
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No dude en pedir a su médico, enfermera u otro profesional sanitario que le repita cualquier instrucción o término médico que no entienda. Su equipo médico debe estar siempre disponible para responder a sus preguntas y atender sus preocupaciones.
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Aproveche los recursos y servicios de apoyo que ofrecen su hospital y la comunidad. Aprender más sobre su enfermedad le ayudará a sentirse más a gusto con su tratamiento.
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Pida a sus familiares y amigos que le ayuden a ordenar la información que recibe.
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Hable con otros pacientes y familiares sobre el cáncer de próstata y su tratamiento.
Hay muchas fuentes de apoyo para los pacientes y sus familias. Entre ellas se encuentran:
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Trabajadores sociales... Estos profesionales pueden ayudar a aliviar cualquier preocupación que usted y su familia puedan tener sobre su diagnóstico, su tratamiento o su situación personal. Los trabajadores sociales también pueden ofrecer educación, asesoramiento sobre cambios en el estilo de vida y derivaciones a organismos comunitarios o nacionales y grupos de apoyo. Su trabajador social puede ayudar a su familia a encontrar un alojamiento temporal, proporcionarle información sobre los recursos de la comunidad y ayudarle con otras necesidades.
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Asesoramiento individual. A veces, las personas tienen problemas que se abordan mejor en un entorno individual. Con el asesoramiento individual, es posible que puedas expresar mejor los sentimientos sensibles o privados que tienes sobre tu enfermedad y su impacto en tu vida. Los profesionales de la salud mental pueden ayudarle a recuperar la sensación de control sobre su vida. A veces, si tiene depresión, pueden recetarse medicamentos distintos de los que tratan la enfermedad física.
Los especialistas en cuidados paliativos, o aquellos formados en el manejo del dolor, también están disponibles para crear un plan de tratamiento que satisfaga sus necesidades.
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Grupos de apoyo... Los grupos de apoyo son una experiencia de intercambio muy útil. Proporcionan un entorno en el que puedes aprender nuevas formas de afrontar tu enfermedad. A veces, otras personas que han pasado por experiencias similares pueden explicar las cosas de manera diferente a la de sus proveedores de atención médica. También puedes compartir los enfoques que has encontrado que te funcionan. Además, te dará fuerzas saber que no estás solo ante las dificultades. Recuerda que otras personas pueden compartir información o experiencias que no se aplican a ti. Nunca sustituyas los consejos de tu médico por los de otro paciente.
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Los asesores financieros están disponibles a través de su hospital y pueden ayudar a responder a las preguntas que pueda tener sobre cuestiones financieras relacionadas con su atención médica. Averigüe qué cubrirá su aseguradora y qué no. En algunos casos, puede obtener un seguro complementario si lo necesita. Además, algunas organizaciones sin ánimo de lucro pueden ayudarte con gastos como la pérdida de empleo, así como con los gastos de viaje y alojamiento para el tratamiento.
Considere una segunda opinión
No es raro querer una segunda opinión sobre cómo tratar su enfermedad. La mayoría de los médicos aceptan otros puntos de vista médicos para una enfermedad compleja como el cáncer de próstata. Incluso pueden recomendar a un colega para la segunda opinión.
Su primer médico suele enviar todas las pruebas y resultados de laboratorio al segundo para que haga una evaluación. Una segunda opinión puede ayudar a equilibrar y reducir la ansiedad sobre el tratamiento elegido.
Consulte a su aseguradora para asegurarse de que cubre el coste de una segunda opinión.
Formas de controlar el estrés
El cáncer de próstata suele ser una situación estresante. He aquí algunos consejos que pueden ayudar.
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Ajuste sus expectativas. Por ejemplo, si tienes una lista de 10 cosas que quieres hacer hoy, determina cuáles te parecen más importantes hoy (es decir, prioriza), y deja el resto para otros días. Una sensación de logro y control como ésta contribuye en gran medida a reducir el estrés.
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Hable con otras personas sobre su diagnóstico. La familia y los amigos pueden ser útiles si se ponen en su lugar. Los grupos de cáncer también pueden ser una fuente de apoyo.
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Las actividades que te distraen también pueden ser útiles. Por ejemplo, leer o escuchar música requieren poca energía física pero algo de atención.
Las técnicas de relajación pueden ayudar
Una serie de ejercicios pueden ayudarle a relajarse. Entre ellos están la respiración, la relajación muscular y mental, la relajación con música y la biorretroalimentación. A continuación se enumeran algunos que puedes probar.
En primer lugar, asegúrate de que estás en un lugar tranquilo y libre de distracciones, en una posición corporal cómoda (sentado o reclinado en una silla o sofá) y con un buen estado de ánimo. Intenta bloquear las preocupaciones y los pensamientos que te distraen.
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Dos minutos de relajación. Cambia tus pensamientos a ti mismo y a tu respiración. Respira profundamente varias veces, exhalando lentamente. Escudriña mentalmente tu cuerpo. Observe las zonas que se sienten tensas o acalambradas. Afloja rápidamente esas zonas. Suelta toda la tensión que puedas. Gire la cabeza con un movimiento circular suave una o dos veces (detenga cualquier movimiento que le cause dolor). Deje que todos los músculos se relajen por completo. Recuerde un pensamiento agradable durante unos segundos. Vuelva a respirar profundamente y exhale lentamente. Debería sentirse más relajado.
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Relajación de la mente. Cierra los ojos. Respira normalmente por la nariz. Al exhalar, dígase en silencio la palabra "uno", una palabra corta como "paz" o una frase corta como "me siento tranquilo". Continúe durante 10 minutos. Si tu mente divaga, recuérdate suavemente que debes pensar en tu respiración y en la palabra o frase elegida. Deja que tu respiración sea lenta y constante.
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Relajación con respiración profunda. Imagina un punto justo debajo de tu ombligo. Respira en ese punto y llena tu vientre de aire. Deja que el aire te llene desde el abdomen hacia arriba y luego déjalo salir, como si desinflaras un globo. Con cada exhalación larga y lenta, deberías sentirte más relajado.
Cómo tomar el control de sus decisiones sanitarias
Tiene a su disposición información sobre las directivas anticipadas, como el testamento vital y el poder notarial duradero para las decisiones de atención médica.
Un testamento vital proporciona instrucciones claras sobre la elección de una persona de tipos de atención médica prolongada o agresiva, como por ejemplo si desea que se utilicen máquinas para prolongar la vida, o si desea que se intente reiniciar su corazón si se detiene. Este documento se elabora mientras usted puede tomar sus propias decisiones médicas, en caso de que no pueda hacerlo más adelante.
El poder notarial duradero para decisiones de atención médica le da derecho a designar a otra persona para que hable en su nombre si usted no puede expresar su preferencia de tratamiento médico. Cada estado tiene su propio documento de instrucciones anticipadas, que incluye un testamento vital y un poder notarial duradero para la atención sanitaria.
Por último, tal vez se pregunte si debe redactar un testamento. La respuesta es sí. A nadie le gusta pensar en su propia mortalidad, pero todo el mundo debería tener un testamento para asegurarse de que quienes le sobrevivan sepan cómo cumplir sus deseos sobre sus posesiones y otros aspectos de su patrimonio. Este documento debe ser preparado con su abogado.