¿Qué es la ablación de toda la glándula para el cáncer de próstata?

Por Stephanie Watson

Si se le diagnostica un cáncer de próstata en fase inicial, suele tener tres opciones de tratamiento: seguimiento (llamado vigilancia activa), cirugía o radioterapia. La ablación de toda la glándula es una alternativa a estos tratamientos.

La ablación utiliza frío o calor intenso para quemar o congelar el cáncer de próstata. La ablación parcial o focal de la glándula trata sólo la pequeña zona de la próstata donde se encuentra el cáncer. La ablación de toda la glándula destruye todo el tejido prostático.

La ablación de toda la glándula es una opción menos invasiva si tiene cánceres pequeños o menos agresivos y no puede someterse a cirugía o radioterapia, o no desea estos tratamientos. A diferencia de la cirugía, la ablación no implica cortes ni puntos de sutura. Y puede repetirse si aún quedan células cancerosas en la próstata después del tratamiento.

Al igual que otros tratamientos para el cáncer de próstata, la ablación de toda la próstata tiene algunos riesgos que debe conocer. Su médico le explicará el procedimiento y le ayudará a decidir si es adecuado para usted.

Cuándo se haría este tratamiento?

La mayoría de los médicos no utilizan la ablación de toda la glándula como primer tratamiento para el cáncer de próstata. Pero puede ser otra opción a la cirugía o la radioterapia para el cáncer de próstata en fase inicial que no se ha extendido fuera de la glándula prostática.

Es posible que prefiera la ablación porque puede causar menos efectos secundarios sexuales y urinarios que la cirugía. Un estudio demostró que los hombres afroamericanos preferían la crioablación a la cirugía porque es menos invasiva.

Su médico también podría considerar la ablación si su cáncer de próstata no respondió a la radioterapia o si el cáncer reapareció después de la radioterapia.

Cómo funciona

La ablación de toda la glándula administra calor o frío intenso a su glándula prostática. Su médico hablará con usted sobre qué tipo de procedimiento es mejor para usted.

Antes de la ablación se le administrará un medicamento para hacerle dormir y evitar el dolor. Durante el procedimiento, se acostará de espaldas con las piernas elevadas por encima de las caderas y las rodillas dobladas.

Ultrasonido focalizado de alta intensidad (HIFU)

Este tratamiento utiliza ondas de sonido para calentar el tejido de la próstata a temperaturas muy altas. El calor mata las células cancerosas.

Se introduce una pequeña sonda de ultrasonidos en el recto. La sonda envía una imagen de su próstata a una pantalla de vídeo para que su médico pueda ver para realizar el procedimiento. Esa misma sonda libera calor para destruir el tumor.

Crioablación

Este tratamiento utiliza temperaturas muy frías para eliminar las células cancerosas. El médico introduce unas agujas huecas llamadas criosondas a través del perineo C la piel entre el escroto y el recto C y en la próstata. Otra sonda envía una imagen de su próstata a una pantalla de vídeo para que el médico pueda ver dónde colocar las agujas.

Un gas muy frío viaja a través de las sondas hasta la próstata. El gas congela y destruye el tejido prostático. Este tratamiento daña las células cancerosas sin dañar los tejidos sanos que rodean su próstata.

Qué se puede esperar después de la ablación

La ablación suele realizarse como un procedimiento del mismo día, pero es posible que tenga que pasar la noche en el hospital.

La próstata estará hinchada durante unos días después de la ablación, y será difícil que la orina pase por la uretra. Un tubo fino, llamado catéter, que se coloca en la uretra durante la intervención ayudará a que la orina salga del cuerpo. El médico le retirará la sonda unos 7 días después de la intervención, una vez que la inflamación de la próstata haya disminuido.

Debería poder realizar actividades moderadas, como caminar, uno o dos días después de la intervención. Espere a hacer ejercicios más intensos hasta que le quiten el catéter.

¿Qué eficacia tiene?

La ablación de toda la glándula puede ser un tratamiento eficaz para el cáncer de próstata que no se ha extendido. La tasa de supervivencia a los 5 años después de la HIFU en toda la glándula es de alrededor del 100%. En la mayoría de las personas, el cáncer no vuelve a extenderse durante ese tiempo. Pero algunos necesitan más de un tratamiento para eliminar todas las células cancerosas.

En personas con cáncer de próstata de bajo riesgo, la ablación de toda la glándula es tan eficaz como la cirugía. Pero el procedimiento y el tiempo de recuperación son más cortos con la ablación que con la cirugía.

La ablación parcial de la glándula puede ser una opción mejor para algunas personas que la ablación de toda la glándula. Ambos procedimientos tienen resultados similares, pero la ablación de toda la glándula tarda más en realizarse, tiene un tiempo de recuperación más largo y causa más efectos secundarios que la ablación de la glándula parcial.

La ablación de toda la próstata no se recomienda si tiene un cáncer de próstata de alto riesgo. Alto riesgo significa que tiene una puntuación de Gleason de 8-10 o una puntuación de antígeno prostático específico (PSA) superior a 20. Los tratamientos como la cirugía y la radiación son mejores para controlar estos cánceres más agresivos.

Los riesgos

La ablación de toda la glándula puede causar efectos secundarios. Su médico debe repasar estos riesgos con usted antes del procedimiento.

Los efectos secundarios más comunes son:

  • Dolor o ardor al orinar.

  • Incontinencia, o problemas para controlar la orina

  • Problemas para conseguir una erección

  • Moretones e hinchazón en el escroto

  • Pérdida de líquido por la uretra

  • Ganas de orinar con más frecuencia de lo habitual

Estos efectos secundarios deberían desaparecer en unas pocas semanas después de su cirugía. En raras ocasiones, puede desarrollar estenosis C estrechamiento de la uretra causado por el tejido cicatricial.

Otras opciones de tratamiento

Si tiene un cáncer de próstata de bajo riesgo y en fase inicial, puede someterse a uno de estos tratamientos en su lugar:

Vigilancia activa. El cáncer de próstata suele crecer muy lentamente. La vigilancia activa consiste en esperar a que se inicie el tratamiento. Su médico vigilará de cerca su cáncer con análisis de sangre de PSA, exámenes rectales digitales (DRE), biopsias y pruebas de imagen.

Radioterapia. Este tratamiento utiliza rayos de alta energía para destruir las células cancerosas. La radiación externa emite estos rayos desde una máquina externa al cuerpo. La braquiterapia coloca pequeñas semillas de radiación dentro de la próstata.

Prostatectomía radical. En esta operación se extirpa toda la próstata y parte del tejido que la rodea.

La radiación y la cirugía son también tratamientos para los cánceres de próstata de alto riesgo en fase avanzada. La terapia hormonal suele añadirse a la radiación. También llamada terapia de supresión de andrógenos, la terapia hormonal corta las hormonas que el cáncer de próstata necesita para crecer.

La elección de un tratamiento para el cáncer de próstata es una decisión importante. La ablación de toda la próstata puede ser una alternativa a la cirugía y la radiación si tiene un tumor pequeño y de crecimiento lento. Analice todas las opciones con su médico para encontrar la que le ofrezca más beneficios con menos riesgos.

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