Los microrobots pueden atravesar espacios en los que los drones no pueden entrar, y los científicos prevén un futuro en el que estos dispositivos, fabricados aún más pequeños, podrían añadirse a los vasos sanguíneos para ayudar en la cirugía.
Diminutos bichos robóticos en desarrollo para ayuda médica
Por Lisa Rapaport
28 de marzo de 2022 -- Cuando los médicos no pueden llegar fácilmente a alguien -ya sea en una zona de guerra o en una catástrofe natural- se están diseñando bichos robot para que acudan al rescate.
Esto se debe a que las mismas cosas que hacen que algunos insectos sean plagas invasivas -como su diminuto tamaño y su resistencia a entornos adversos- pueden convertirlos en proveedores médicos ideales cuando los médicos no pueden llegar fácilmente a los pacientes.
Los ingenieros han construido prototipos de bichos robóticos diseñados para imitar los movimientos de los insectos, de modo que puedan entrar en espacios reducidos y sobrevivir donde los seres vivos no podrían hacerlo. Estos bichos se construyeron utilizando tecnología de músculos artificiales, un proceso que permite a los robots flexionarse, doblarse y moverse saltando por las superficies de la misma manera que lo hacen muchos insectos.
"Es como poner una flecha en un arco y dispararla: los robots se aferran para acumular energía y luego la liberan en una ráfaga impulsiva para saltar hacia adelante", dice el doctor Ravi Shankar, profesor de ingeniería industrial de la Universidad de Pittsburgh cuyo laboratorio dirigió la investigación.
Lo que el equipo de ingenieros ideó es una forma curva que permite a los insectos almacenar energía para alimentar movimientos rápidos. Esto permite que los robots funcionen con sólo unos pocos voltios de electricidad.
El equipo publicó los resultados de las primeras pruebas de sus prototipos de bichos robóticos en la revistaAdvanced Materials Technologies. De momento, su principal éxito es que han conseguido que los robots, del tamaño de un grillo, se muevan con velocidad y precisión utilizando músculo artificial, una tecnología que suele moverse más como una tortuga que como una liebre.
Según los ingenieros, la versatilidad de movimientos y la ligereza de su estructura deberían permitir a estos robots desplazarse por una amplia gama de terrenos, ya sean dunas de arena movedizas, acantilados rocosos o aguas agitadas.
En caso de catástrofe, estos robots podrían utilizarse para encontrar heridos en lugares de difícil acceso, extraer sangre, tomar la temperatura o realizar otras evaluaciones básicas, afirma Shankar. Y podrían llevar equipos médicos en miniatura para prestar primeros auxilios sobre el terreno.
Los ingenieros están trabajando en hacer los microrobots aún más pequeños para que puedan ser más ágiles y entrar en terrenos difíciles.
"Las oportunidades se multiplican si podemos desarrollar versiones más pequeñas de estos bichos o utilizar enjambres de estos robots", afirma Shankar. "Los mecanismos subyacentes que estudiamos aquí pueden miniaturizarse al menos en otro orden de magnitud".
Piensa en bichos robot microscópicos que se mueven dentro de los vasos sanguíneos. Podrían ayudar en la cirugía, dice Shankar, o formar tejido muscular compatible con el cuerpo humano para ayudar a tratar o reparar lesiones.
"Una vez que lleguemos a la escala milimétrica o submilimétrica, surgirán oportunidades inusuales de actuación y manipulación dentro del cuerpo humano", afirma.
Por ahora, esto es simplemente una especulación, basada en un prototipo prometedor que se mueve bien en un laboratorio. Pero, dice Shankar, "algunas de estas ideas son las que nos motivan a seguir adelante".