Las redes sociales ofrecen beneficios y riesgos para los adolescentes. Aprende cuándo el uso de las redes sociales por parte de tu hijo adolescente debería preocuparte.
Demasiado tiempo de pantalla
Una señal de que tu adolescente está en las redes sociales demasiado tiempo es su tiempo de pantalla. El adolescente promedio pasa alrededor de 9 horas al día usando una pantalla. Puedes controlar el uso que hacen tus hijos de los teléfonos, las tabletas y los ordenadores para ver cuánto tiempo pasan en las redes sociales.
El tiempo que pasan frente a la pantalla les quita otras cosas, como los deberes, pasar tiempo con los amigos en persona y mantenerse físicamente activos. Si no estás seguro de cómo abordar el tiempo de pantalla con tu hijo adolescente, habla con su pediatra. Ellos pueden ayudarte proporcionando recursos y consejos sobre cómo ayudar a tu hijo con las redes sociales.
Tu hijo puede mostrar signos de que no tiene suficiente interacción social en persona. Es probable que su adolescente esté desplazándose en su teléfono o tableta mientras hace otras actividades como los deberes. Además, el tiempo de inactividad de su hijo puede ser consumido por el uso de las redes sociales. Esto deja poco tiempo para ver a los amigos y a la familia cara a cara.
Si notas que las actividades sociales de tus hijos disminuyen, el tiempo en las redes sociales puede ser un problema. Las redes sociales tienen sus ventajas, pero la interacción social en línea no sustituye a ver a la gente en persona. Su adolescente necesita aprender a leer las situaciones sociales comprendiendo:
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Las señales no verbales
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Lenguaje corporal
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¿Expresiones faciales?
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Tono y reacciones vocales
Mala autoestima
El uso de las redes sociales en los adolescentes puede provocar una baja autoestima. Los amigos y la familia hacen que sus vidas parezcan casi perfectas en Internet. Esto puede hacer que el adolescente sienta que le falta algo en su propia vida...
La base de una autoestima sana es comprender sus propios sentimientos y emociones. Los adolescentes necesitan saber cómo compartir eficazmente lo que piensan y sienten. Las redes sociales les quitan la posibilidad de practicar estas habilidades.
Las redes sociales también proporcionan cierto anonimato, lo que les permite decir cosas que de otro modo no dirían a alguien en persona. Su hijo puede experimentar la negatividad y los comentarios groseros de sus amigos en Internet. Esto puede resultar confuso cuando sus amigos actúen de forma diferente cara a cara.
Menos amigos
Las amistades de tu hijo pueden cambiar debido a las redes sociales. Si notas que tu hijo no habla de sus amigos con tanta frecuencia ni pasa tiempo con ellos, las redes sociales pueden ser un motivo de preocupación. Tu hijo se siente conectado a sus amigos gracias a las redes sociales, pero no pasan tiempo juntos.
Ansiedad
Si tu hijo adolescente busca satisfacer sus necesidades a través de las redes sociales, es un motivo de preocupación. A medida que la interacción social en persona disminuye, también lo hace la comodidad de tus adolescentes para estar cara a cara. Navegar por nuevas relaciones se vuelve difícil. A medida que su hijo empieza a salir y a trabajar, puede sentirse ansioso sobre qué hacer y cómo actuar.
Puede que tu hijo adolescente no vea los impactos negativos de las redes sociales en su vida C pero tú sí. Si su adolescente ya está irritable y abrumado, quitarle las redes sociales puede empeorar las cosas.
En su lugar, puede introducir poco a poco nuevas normas sobre las redes sociales. Habla con tu hijo e involúcralo en el establecimiento de expectativas. Esto les da una sensación de control y les ayuda a ser parte de la solución.
Nada de pantallas por la noche. Un buen primer paso es hacer que tu hijo deje su teléfono o tableta fuera de su habitación por la noche. Los dispositivos pueden cargarse durante la noche en un lugar neutral como la sala de estar o la cocina. Establece una hora cada noche en la que todos los dispositivos se apaguen y se guarden. Lo ideal es que su hijo tenga al menos una hora sin pantalla antes de acostarse cada noche.
Centrarse en las actividades. Una vez que hayas establecido este hábito, anima a tu hijo a guardar su teléfono o tableta durante otras actividades. Asegúrate de que la hora de la comida esté libre de pantallas. Aleja las pantallas durante el tiempo de la familia y los deberes. Anima a tu hijo a centrarse en una tarea a la vez en lugar de dividir su atención entre las redes sociales y otras actividades.
Habla con tu hijo. Mantén un diálogo abierto con tu hijo sobre las redes sociales. Debería tener controles parentales en todos los dispositivos, pero no limite su conocimiento a lo que ve allí. En su lugar, hable con su hijo adolescente sobre sus preocupaciones. Pregunte por sus amigos por su nombre y hable con sus hijos sobre las personas con las que hablan en Internet.
Si su hijo adolescente le cuenta sus preocupaciones o su drama, sea un buen oyente. Ayúdele a solucionar el problema para que aprenda a resolverlo. Anímale a que se desconecte de las conversaciones difíciles y a que hable con sus amigos por teléfono o cara a cara.