La congestión nasal es molesta a todas las edades, pero los bebés no pueden ocuparse del problema por sí mismos. Tratar la congestión nasal de tu bebé es importante para que pueda respirar fácilmente por la nariz, especialmente durante la lactancia. Afortunadamente, hay una serie de soluciones sencillas que permiten a los padres tratar la congestión rápidamente y con una mínima objeción por parte del bebé.
Cómo saber si tu bebé tiene la nariz tapada
Dado que algunos bebés se resisten a los remedios contra la congestión, es importante confirmar que éste es realmente el problema antes de proceder a utilizar una jeringa de pera o un aspirador. En la mayoría de los casos, podrás determinar rápidamente si la nariz de tu bebé está obstruida.?
A menudo, los mocos serán visibles para los padres, ya sea dentro de la fosa nasal o rodeando la nariz. De lo contrario, la congestión nasal puede detectarse por una respiración ruidosa, un resoplido o una irritabilidad general.
Qué causa la congestión nasal?
Una variedad de condiciones y enfermedades comunes pueden causar que la nariz de su bebé se bloquee. Estas incluyen.
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Resfriado común o gripe
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Exposición al aire seco
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Alergias
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Desviación del tabique
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Exposición a sustancias contaminantes
En general, los bebés son más propensos a la congestión que los niños mayores o los adultos, ya que sus conductos nasales son pequeños y necesitan tiempo para desarrollarse. En la mayoría de los casos, la congestión es leve y, aunque hay que limpiar la nariz, los padres no deben preocuparse demasiado.
Si la congestión se produce en una zona más profunda del pecho del bebé, la causa podría ser problemas preocupantes como el asma, la neumonía o la fibrosis quística. Vigila la congestión y ponte en contacto con un médico si el problema no responde a los remedios caseros que se indican a continuación.
Las mejores opciones para limpiar la nariz de tu bebé
Sea cual sea el motivo de la acumulación de mucosidad nasal de tu bebé, es importante limpiar la nariz para favorecer el confort y facilitar la lactancia...
Sin embargo, la forma de limpiar la nariz de tu bebé es importante, ya que algunas técnicas que suelen ser seguras para los niños mayores y los adultos pueden ser perjudiciales o mortales para los bebés.
Estos pasos te ayudarán a limpiar la nariz de tu bebé de forma segura y a aliviar las molestias que acompañan a la congestión.
Fomenta la humedad con un humidificador. Al igual que los adultos, los bebés son más propensos a la congestión nasal durante el invierno, cuando el frío hace que las cavidades nasales se expandan. Esto favorece la secreción de mucosidad y puede provocar congestión.
Un humidificador puede aumentar los niveles de humedad dentro de su casa para limitar o romper la mucosidad. Esto hará que tu casa sea más cómoda tanto para ti como para tu bebé. Además, limitará la necesidad de utilizar opciones más invasivas, como jeringuillas o aspiradores.
Aunque los humidificadores comercializados para bebés y niños no son necesarios, es conveniente elegir uno que no haya que rellenar o ajustar en mitad de la noche. Si no tienes un humidificador, respirar el vapor de una ducha caliente también puede ayudar.
Utiliza un spray nasal salino en lugar de descongestionantes. Nunca dé a los bebés productos para el resfriado, como descongestionantes o antihistamínicos. Éstos pueden provocar complicaciones potencialmente mortales en niños menores de cuatro años. Debido a preocupaciones como el potencial de sobredosis, los fabricantes han dejado voluntariamente de producir y vender productos de venta libre para la tos y el resfriado destinados a niños menores de dos años.
Aunque muchos padres confían en herramientas como las jeringuillas de pera y los aspiradores, a veces se puede utilizar el spray salino como sustituto o para facilitar el resto del proceso. Coloca a tu bebé en posición reclinada con la barbilla inclinada hacia arriba y rocía dos o tres gotas en cada fosa nasal.
Prueba con una jeringa de pera de goma. Los padres suelen utilizar jeringas de pera de goma para aspirar la mucosidad de la nariz de sus bebés. Esto puede utilizarse con o sin spray salino. Sin embargo, el aerosol salino diluye la mucosidad endurecida y facilita su eliminación.
Siempre que sea posible, utiliza la jeringa de pera cuando tu bebé ya esté relajado. Prepárate para que se mueva, ya que algunos bebés se resisten a esta técnica. Considera la posibilidad de asociarte con otro adulto para facilitar el trabajo.
Para empezar, saca todo el aire de la pera para crear un vacío. Coloca la punta de la jeringa en la fosa nasal del bebé antes de soltar rápidamente la pera. Esto succionará la mucosidad de la nariz y despejará los conductos nasales.
Sustituye la jeringa por un aspirador nasal. Muchos padres consideran que los aspiradores nasales son más cómodos de usar que las jeringas de pera tradicionales. A menudo, los bebés mayores y los niños pequeños se resisten a las jeringas de pera, lo que dificulta a los padres la tarea de despejar completamente la congestión...
Un aspirador típico consiste en un tubo flexible, con un extremo colocado dentro de la fosa nasal del bebé y el otro utilizado para la succión. Dependiendo del tipo de aspirador que compres, los mocos que se succionan pueden caer en un pañuelo o en un filtro desechable.
Al igual que con la jeringa de pera, puedes utilizar inicialmente un spray de solución salina para aflojar los mocos endurecidos. Espere hasta 30 segundos después de aplicar el suero salino antes de seguir con el aspirador.
Tanto si eliges un aspirador como una jeringa de pera, ambos instrumentos deben limpiarse a fondo con agua jabonosa una vez que hayas terminado de eliminar la mucosidad de la nariz de tu hijo.