Practicar yoga prenatal puede beneficiar tanto a la madre como al niño. El yoga prenatal se centra en técnicas de respiración y estiramientos suaves... Estas clases están diseñadas para hacerte más flexible y prepararte para el parto.
Si estás embarazada, puedes considerar la posibilidad de probar una clase de yoga prenatal en un estudio o en casa.
¿Qué es el yoga prenatal?
El yoga prenatal es un tipo de yoga diseñado para las mujeres embarazadas. El yoga pretende crear un equilibrio entre las dimensiones emocional, mental, física y espiritual. El yoga prenatal trata de ayudarte a prepararte para el parto relajando el cuerpo y centrándose en técnicas y posturas seguras en todas las etapas del embarazo.
El yoga puede mejorar tu salud física y psicológica y no sólo mientras dure tu embarazo. Ÿ Si no has practicado yoga antes del embarazo, es mejor que hables con tu médico antes de empezar cualquier clase de yoga prenatal.
Por qué podría querer probar el yoga prenatal
Es bueno para ti y para tu bebé hacer al menos 30 minutos de movimiento cada día. No es necesario hacer entrenamientos extensos para ver los beneficios del ejercicio. El yoga prenatal es una rutina de ejercicios de bajo impacto que puede ayudar a mejorar tu estado de ánimo y el sueño, aumentar tu fuerza y flexibilidad, y disminuir el dolor de espalda baja y otros síntomas comunes del embarazo.
Otros beneficios de hacer yoga prenatal son
Reduce el estrés y los síntomas de depresión y ansiedad. La combinación de movimiento intencionado y respiración estructurada puede ayudar a aliviar los síntomas de la depresión. Respirar de forma lenta y rítmica activa el sistema nervioso y bloquea el cortisol, que, en cantidades elevadas, se ha relacionado con la depresión...
Mejora el flujo sanguíneo. Los estiramientos y movimientos del yoga ayudan a aumentar el flujo sanguíneo hacia el corazón. La mejora del flujo sanguíneo significa que llega más sangre rica en oxígeno al bebé. Esto mantiene a tu bebé en el camino hacia un desarrollo saludable.
Mejora la experiencia del parto. Empezar a practicar yoga prenatal en cualquier trimestre puede ayudarte a relajarte mejor y a mantenerte positiva una vez que te pongas de parto. Se ha demostrado que la meditación y los ejercicios de respiración reducen el dolor y la ansiedad durante el parto. Tener confianza en ti misma y desarrollar tus habilidades de afrontamiento también te ayudará a tener una experiencia de parto menos dolorosa.
Te ayuda a crear un sistema de apoyo. Las clases de yoga prenatal también pueden ayudar a tu vida social al conectar con otras futuras mamás. Un sistema de apoyo sólido facilita el parto y el posparto. La ansiedad sobre el proceso de parto puede empeorar el trabajo de parto. Poder hablar de tu experiencia y escuchar las historias de otras personas puede ser reconfortante.
Yoga durante cada trimestre
Cuanto más avanzado esté el embarazo, menos intensos deben ser los entrenamientos.
El primer trimestre. Es posible que te sientas fatigada y enferma durante este trimestre. Intenta evitar trabajar en exceso. Hacer las posturas de yoga despacio y con cuidado evitará que te sientas peor... El yoga puede aliviar los síntomas del embarazo, como las náuseas y los dolores de espalda...
El segundo trimestre. En esta etapa, querrás evitar las posturas del vientre y los giros bruscos. Si has estado practicando posturas avanzadas, como curvas hacia atrás e inversiones en las que los pies están por encima de la cabeza, es posible que quieras modificarlas. Las inversiones pueden comprimir los pulmones y causar graves molestias.
El tercer trimestre. Puedes sentirte cansada más a menudo y tu equilibrio puede estar descentrado. El yoga durante este periodo debe centrarse en posturas reparadoras y de apertura de cadera. Los estiramientos ligeros le ayudarán a aliviar sus dolores y molestias. Evite tumbarse de espaldas. Los bloques y las almohadas pueden ayudarte a adoptar posiciones cómodas y seguras.
Consideraciones de seguridad
El movimiento y el ejercicio son formas estupendas de mantenerse saludable durante el embarazo, pero esforzarse demasiado puede ser contraproducente. Algunos ejercicios y posturas pueden ser peligrosos para ti y para tu bebé.
Hay ciertos tipos de yoga que debes evitar durante el embarazo. El yoga caliente puede ser peligroso porque el calor extremo puede provocar defectos del tubo neural. También hay que evitar las torsiones y las flexiones. Estos movimientos pueden desequilibrarte y aumentar el riesgo de caídas. Las posturas que ejercen mucha presión sobre el abdomen también pueden perjudicar al bebé.
Aunque hayas hecho ejercicio antes del embarazo, debes hablar con tu médico antes de empezar cualquier rutina de yoga prenatal. Presta atención a señales como el dolor agudo con ciertos movimientos, el sangrado vaginal o la disminución de los movimientos fetales... Si un movimiento o postura no te parece bien, vuelve lentamente a una posición cómoda.