Chuparse el dedo: ¿Es seguro para los bebés?

La succión del pulgar, también conocida como succión no nutritiva, es un reflejo normal que comienza antes del nacimiento. Los bebés pueden chupar sus pulgares, otros dedos, sus manos u otros objetos como chupetes y mantas. Les tranquiliza y relaja, haciéndoles sentir más seguros. También es una de las formas en que empiezan a conocer el mundo.

Cómo beneficia la succión a los bebés

Los bebés se chupan los dedos y otros objetos cuando se sienten estresados. Les ayuda a liberar la tensión y a calmarse cuando están agitados. Más del 70% de los niños de entre dos y cinco años muestran algún tipo de hábito de succión no nutritiva, y las cifras disminuyen a medida que los niños crecen.

Otro de los beneficios de chuparse el dedo es que los bebés se exponen a los gérmenes cotidianos a una edad temprana. Se ha comprobado que esto ayuda a fortalecer su sistema inmunológico y a reducir las alergias comunes de los adultos?

Los pros y los contras de los chupetes

Mientras que algunos padres prefieren dar a su bebé un chupete, otros creen que utilizar un objeto para calmar al niño es perjudicial, que los chupetes son antihigiénicos y que los chupetes crean problemas con la lactancia materna. Pero si se utilizan en lugar de chuparse el dedo, los chupetes suelen ser inofensivos y pueden satisfacer la necesidad del bebé de seguir chupando después de alimentarse.

Otra razón para considerar el chupete es que también puede retirarse cuando el bebé crece, lo que hace que el hábito de chupar sea más fácil de romper que con los pulgares o los dedos...

Otras ventajas del chupete frente a la succión del pulgar son:

  • Los chupetes se pueden limpiar fácilmente.

  • La tetina está hecha de un material suave.

  • Se reduce la tensión en los dientes

Factores de seguridad del chupete

Aunque los chupetes se pueden utilizar de forma segura, hay algunos consejos a tener en cuenta:

  • Utiliza el chupete después de la alimentación, no antes o entre las comidas. Deje que el niño decida.

  • Utilice chupetes de material firme y de una sola pieza que pueda esterilizarse. La tetina debe ser suave y estar ventilada con pequeños agujeros, y el protector debe ser más ancho que la boca del bebé.

  • No ate el chupete alrededor del cuello del bebé ni lo ate a la cuna o al cochecito. Podría convertirse en un peligro de asfixia.

  • Asegúrate de que tu bebé es el único que se mete el chupete en la boca.?

  • No mojes el chupete en miel ni lo endulces de ninguna otra manera?

Riesgos de chupar los pulgares

La mayoría de los niños dejan el hábito de chupar a los cuatro años, antes de que les salgan los dientes secundarios. Si el hábito continúa, pueden producirse varios problemas: puede crear callos, infectar la piel que rodea la uña o ésta puede deformarse...

También aumenta el riesgo de que los dientes delanteros se desplacen y se produzca un hueco entre los dientes delanteros superiores e inferiores. Dependiendo del tiempo que dure la succión del pulgar, las deformidades dentales graves pueden requerir cirugía.

Una mordida abierta anterior puede conducir a otros problemas de salud y emocionales, incluyendo:

  • Mordida cruzada posterior

  • Escupir mientras se habla

  • Lisping

  • Desgaste de los molares

  • Vergüenza al hablar o sonreír?

Cómo evitar que el hábito de chupar cause daños

Si chuparse el dedo es una de las formas en que su hijo llama la atención, ignorarla puede ser suficiente para detener el comportamiento. Sin embargo, si el hábito se prolonga más allá de los cuatro años, los padres deben intentar ayudar al niño a abandonar el hábito...

Empiece por explicarle al niño en términos sencillos las razones de su comportamiento, y proporciónele apoyo positivo mediante elogios y recordatorios suaves.

También se pueden establecer objetivos para el niño, como no chupar justo antes de acostarse. Cuando el niño deje de hacerlo, puedes darle más elogios y recompensas. Si nota que el niño chupa cuando está ansioso, intente eliminar la fuente de la ansiedad y déle abrazos, palabras de consuelo y, tal vez, un peluche para que lo coja.

Otras consideraciones

La primera visita al dentista de tu hijo debe producirse en torno a la salida del primer diente, alrededor de los 12 meses, y después habrá visitas periódicas. El dentista examinará los tejidos blandos de la boca, el paladar y los dientes que hayan salido. Si hay algún problema, existen varios tratamientos para la succión del pulgar, como el asesoramiento a los padres y al paciente, los aparatos bucales o la modificación del comportamiento.

Si el dentista considera que es necesario un aparato bucal, hay varias opciones, entre ellas:

  • Una jaula vertical: se extiende justo detrás de los dientes inferiores para evitar que la lengua empuje. Se puede añadir una perla en la parte superior del paladar para reeducar la lengua.

  • Un rastrillo de heno: un alambre fino soldado a bandas en los primeros molares y un rastrillo vertical se extiende justo detrás de los dientes inferiores. El rastrillo puede hacerse tan largo o ancho como el clínico desee.

  • Una barra palatina: es un aparato que mantiene el espacio. Consiste en dos bandas metálicas sujetas a los primeros molares superiores conectadas por un cable que recorre la parte superior de la boca. El objetivo de este aparato es evitar que tus molares superiores se muevan. La barra palatina no es extraíble.

  • Una cuna palatina: anillos metálicos que se colocan detrás de los dientes frontales superiores. Interrumpen la sensación reconfortante que el niño recibe al chuparse el dedo. Una vez insertada la cuna palatina, el dentista puede dejarla allí durante varios meses, por lo que un niño puede tener que convivir con este tipo de dispositivos durante largos periodos

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