Acampar con tu bebé: Consejos para un viaje tranquilo

Consejos para acampar con un bebé

Cada verano, las familias disfrutan de la divertida y relajante actividad de acampar. Sin embargo, si tienes un bebé, acampar puede parecerte imposible durante un tiempo. Al fin y al cabo, los bebés necesitan mucho equipo y atención.

Es cierto que acampar con un bebé supone más trabajo que hacerlo con adultos y niños mayores, pero aún así se puede hacer?

Planifica tu viaje con cuidado

Los adultos pueden ir de acampada durante mucho tiempo, con mal tiempo o de forma improvisada. Sin embargo, si quieres ir de acampada con tu bebé, tienes que planificar las cosas teniendo en cuenta sus necesidades...

Si las previsiones anuncian un tiempo especialmente caluroso, frío o húmedo, es conveniente retrasar la acampada. Las temperaturas de entre 40 y 80 grados Fahrenheit se consideran cómodas para que tu hijo juegue al aire libre. Por encima o por debajo de esas temperaturas son condiciones incómodas o incluso peligrosas para tu bebé.?

Elija un lugar de acampada seguro

Una vez que hayas decidido cuál es la mejor época para acampar, tienes que elegir un lugar de acampada seguro. Cosas que muchos adultos consideran un paisaje de fondo normal pueden ser peligrosas para su hijo. Incluso cosas pequeñas como arroyos poco profundos o grava pueden suponer un peligro para tu bebé. Si tu bebé sabe gatear, es importante que pienses en lo que está a su alcance.

Busca zonas de acampada seguras, llanas y con hierba. Esto evita el riesgo de que el bebé se ahogue, se caiga o se corte con las piedras y la grava. Aunque no sea tan pintoresco como los lugares de acampada habituales, sigue siendo más seguro para tu bebé...

Déjate un poco de espacio

El llanto de un bebé es uno de los sonidos más perceptibles del mundo. El cerebro humano está preparado para notar el llanto de los bebés y le resulta difícil ignorarlo. En un camping tranquilo, el llanto de un bebé puede llamar la atención de todos los que lo escuchen.

Si vas a acampar, es importante que seas educado con tus compañeros. Cuando tengas a tu bebé, busca campamentos alejados de otros campistas a varios cientos de metros si es posible. Esto le ayudará a manejar cualquier comportamiento del bebé sin mantener a sus vecinos despiertos por la noche.

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Proteja a su bebé

Los grandes espacios al aire libre parecen divertidos, pero no están exentos de riesgos. Cuando tu bebé venga de acampada contigo, debes tomar medidas para protegerlo. Si a ti te molestan el sol y los bichos, piensa que para tu hijo es mucho peor.

Para evitar que tu pequeño sufra una insolación o una quemadura solar, elige medidas de protección solar adecuadas a su edad. Los protectores solares son seguros para los niños, así como los sombreros de ala, la ropa de manga larga y las pantallas de sombra portátiles. Durante el calor del verano, también conviene evitar pasar tiempo al sol durante las horas más calurosas del día.

Las picaduras de insectos son otra gran preocupación para los niños pequeños. La Academia Americana de Pediatría afirma que ningún repelente de insectos es seguro para los niños menores de dos meses, y que los productos con DEET no deben usarse en niños pequeños. En su lugar, recomiendan vestir a los niños con ropa de manga larga, calcetines y zapatos cerrados, y utilizar mosquiteras cuando sea posible.

También puedes aplicar sprays contra insectos en tu tienda y otras lociones en la ropa de tu hijo para mantener alejadas las garrapatas.

Lleve ayuda

Se necesita un pueblo para criar a un niño, y acampar no es diferente. Tener más adultos de confianza cerca hace que sea más fácil mantener a tu bebé supervisado y cuidado mientras estás acampando. Llevar a más familiares o amigos a la acampada también puede facilitar el transporte de material adicional, como comida para bebés, biberones, pañales, corralitos, ropa extra y juguetes...

Ten un plan de pañales

Si hay algo que los bebés siempre necesitarán es más pañales. Tanto si planeas una sola noche como un viaje de acampada más largo, necesitarás un plan para manejar los pañales sucios mientras estás fuera.

Si eliges un camping con servicios como baños públicos, esto es más sencillo. Sólo tendrás que llevar suficientes pañales para todo el viaje. No obstante, nunca está de más llevar pañales de repuesto. También deberás llevar el equipo típico para el cambio de pañales, como la pomada y las toallitas para la dermatitis del pañal.

Si vas a un lugar un poco más aislado, tendrás que tener una forma de compostar los pañales o de sacar los pañales usados del parque. Una bolsa lavable, impermeable y a prueba de olores para los pañales sucios es una inversión que merece la pena si vas a acampar fuera de las rutas habituales. Por lo demás, los pañales compostables pueden enterrarse como el resto de los residuos.

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