Cesárea: Por qué se hace y qué se puede esperar

Parto por cesárea

Qué es la cesárea?

La cesárea es una forma de dar a luz mediante una cirugía que abre el abdomen y el útero de la madre. También se conoce como parto por cesárea.

Aunque muchas mujeres están seguras de antemano de que van a tener una cesárea por diferentes razones, es posible que planees tener un parto vaginal sólo para descubrir que tu plan tiene que cambiar.

Durante el trabajo de parto o el parto, el médico puede decidir que es necesario hacer una cesárea de inmediato. Esto puede suponer un cambio repentino si tu salud o la de tu bebé empeora y es demasiado arriesgado para ti tener un parto vaginal.

Aunque no creas que vayas a tener una cesárea, es conveniente que te informes sobre lo que implica, por si acaso la necesitas. Alrededor del 30% de todos los bebés de EE.UU. nacen por cesárea, por lo que son bastante frecuentes.

Las cesáreas son seguras para las madres y los bebés. Pero se trata de una cirugía mayor, así que no debes tomarla a la ligera.

Tipos de cesáreas

Hay varios tipos diferentes:

Cesárea planificada

Si sabes de antemano que tu bebé va a nacer por cesárea, sabrás la fecha y probablemente ni siquiera te pondrás de parto. Antes de la intervención, le pondrán una vía intravenosa para que pueda recibir medicamentos y líquidos. También se le colocará un catéter (un tubo fino) para mantener la vejiga vacía durante la intervención.

La mayoría de las mujeres que se someten a una cesárea programada reciben anestesia local, ya sea una epidural o un bloqueo espinal. Esto le adormecerá de la cintura para abajo, de modo que no sentirá ningún dolor. Este tipo de anestesia le permite seguir despierta y ser consciente de lo que ocurre. El médico puede ofrecerte anestesia general, que te hará dormir, pero es poco probable en la mayoría de las cesáreas programadas.

El médico le colocará una pantalla en la cintura para que no pueda ver la operación. Le harán un corte en el vientre y otro en el útero. La anestesia no te permite sentirlos.

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Pero es posible que sientas que los médicos empujan o tiran de tu sección media mientras trabajan para extraer a tu bebé del útero. Puede que no sientas nada, o que sientas presión, pero no debería doler.

Debería poder oír y ver a su bebé una vez que haya nacido. El médico debería permitirte cogerlo en brazos una vez terminada la cesárea. Si piensas dar el pecho, también podrás intentar alimentar a tu bebé. Pero no todas las madres pueden coger a su bebé justo después de la cesárea.

A veces, los bebés que nacen por cesárea tienen problemas para respirar y necesitan ayuda de los médicos. Si este es el caso, deberías poder coger a tu bebé después de que el médico decida que está sano y estable.

Una vez que haya nacido el bebé, el médico le retirará la placenta y le pondrá los puntos de sutura. El procedimiento completo sólo debería durar entre 45 minutos y una hora.

Cesárea de urgencia

Durante una cesárea de urgencia, algunas cosas serán diferentes, incluyendo la velocidad y la urgencia de la cirugía. El médico puede hacer nacer al bebé unos 2 minutos después de hacer la incisión en el útero (durante una cesárea planificada, esto puede tardar 10 o 15 minutos).

La rapidez puede ser necesaria: Si tu bebé tiene problemas para respirar o sus latidos no son estables, los médicos quieren sacarlo rápidamente del útero y llevarlo al hospital, donde pueden recibir ayuda médica crucial para estabilizarlo.

Si te hacen una cesárea de urgencia, el anestesista podrá administrarte rápidamente un medicamento a través de la epidural para adormecerte, de modo que puedas estar despierta durante la intervención. Si no es así, puede recibir anestesia general y dormir durante toda la intervención. No sentirá dolor ni presión, ni verá ni oirá nacer a su bebé, ni podrá cogerlo en brazos justo después de nacer. Pero cuando pase el efecto de la anestesia, podrá ver, sostener y alimentar a su bebé.

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Por qué se realizan las cesáreas?

Es posible que se plantee realizar una cesárea debido a ciertos problemas de salud suyos o de su bebé:

  • Si ya has tenido una cesárea, es posible que no puedas dar a luz a tu próximo bebé por vía vaginal.

  • Las madres pueden transmitir al bebé algunas infecciones, como el VIH y el herpes activo, durante un parto vaginal.

  • Si tienes ciertas afecciones, como diabetes o hipertensión, puede ser más segura la cesárea.

  • La placenta puede estar bloqueando su cuello uterino.

  • Los partos múltiples pueden hacer necesaria una cesárea.

  • Su bebé puede ser demasiado grande o estar en una posición incorrecta para el parto vaginal.

  • Su bebé puede tener defectos de nacimiento que hagan más segura una cesárea.

  • Puede empezar el parto por vía vaginal pero cambiar a una cesárea si hay problemas.

  • Tu parto puede dejar de progresar.

  • El médico puede notar signos de angustia en su bebé, como un latido irregular.

  • El cordón umbilical puede enrollarse alrededor del bebé, o entrar en el canal de parto antes que él.

  • La placenta puede separarse del útero.

Riesgos de la cesárea

Una cesárea es un procedimiento común. Pero como con cualquier cirugía, existe la posibilidad de que algo salga mal. Los riesgos de una cesárea incluyen:

  • Infección

  • Sangrado abundante

  • Coágulos de sangre

  • Reacción a la anestesia

  • Daños en órganos como la vejiga o los intestinos

  • Lesión en el bebé

La cesárea puede dañar el útero y aumentar las probabilidades de tener problemas en futuros embarazos. Pero muchas mujeres tienen embarazos sanos y partos vaginales seguros después de una cesárea.

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