Dolor crónico: causas, diagnóstico y cómo afrontarlo

Del médico Archivos

Donald se siente como un hombre nuevo. Después de años de soportar un dolor de espalda debilitante, por fin se siente lo suficientemente bien como para entrenar al equipo de fútbol de su hija, llevar a sus hijos a pescar y a acampar, e irse de crucero con su mujer. Se despidió de las enfermedades, el mal humor, la almohadilla térmica, el sofá, la medicación sedante y las cirugías aparentemente ineficaces después de buscar los servicios de un especialista en dolor.

"Me ha cambiado la vida por completo", dice Donald, que ahora lleva un parche prescrito en la parte superior del brazo, que administra constantemente un medicamento analgésico.

Este enfermero de 40 años se ha resignado a la idea de que probablemente tendrá que tomar medicamentos el resto de su vida debido a los daños permanentes en los nervios. Sin embargo, se maravilla de su renovada fuerza y de su capacidad para pensar en otra cosa que no sea el dolor.

Donald es uno de los muchos que han recurrido a los expertos en el tratamiento del dolor para que les ayuden con los dolores interminables. La especialidad es relativamente nueva y aún adolece de conceptos erróneos, pero poco a poco se está ganando la aceptación y el respeto tanto de los profesionales de la salud como del público en general.

Con el reconocimiento han surgido las preguntas apremiantes: ¿Qué causa el dolor crónico? ¿Cómo se diagnostica? ¿Cómo se trata?

Desgraciadamente, las respuestas no son tan fáciles, ya que puede haber varias razones para la misma afección; no hay una sola forma de identificar y medir el malestar físico; y no hay una solución mágica para el tratamiento.

La buena noticia es que los médicos prestan ahora más atención al tema del dolor y, por tanto, hay más formas que nunca de abordar el problema.

Sin embargo, en el futuro próximo se vislumbra un panorama más sombrío: se espera que los baby boomers, que están envejeciendo, sufran por soluciones rápidas, más rápido de lo que el establecimiento médico puede proporcionar.

No obstante, la búsqueda optimista de razones y alivio continúa.

Definir el dolor

Muchos médicos definen el dolor crónico como un malestar físico que persiste al menos seis meses. Los especialistas en dolor entrevistados por el médico enumeran los dolores de espalda, cuello, cabeza y musculoesqueléticos como los más comunes. También se sabe que este incesante malestar afecta a personas con ciertas enfermedades, como la diabetes, y el cáncer.

Según el especialista de Donald, el doctor Sanford Silverman, de Comprehensive Pain Medicine en Pampano Beach, Florida, el dolor es la forma que tiene el cuerpo de advertir de una lesión mayor (como un pulgar dolorido cuando se golpea con un martillo), o de indicar que algo va mal (como el dolor de pecho por un ataque al corazón). Sin embargo, hay un punto en el que el sufrimiento se vuelve innecesario, como cuando una lesión se ha curado y los nervios dañados siguen bombardeando el cerebro con mensajes de dolor. En ese momento, el dolor es una condición médica en sí misma, un concepto poco reconocido.

"Hay mucha gente en la que el dolor es una enfermedad, y afecta significativamente a su vida; tienen que vivir con él todos los días", dice Silverman. "Para la mayoría de las demás personas, el dolor es algo pasajero".

El resultado de este desconocimiento: Muchos pacientes y médicos piensan que el sufrimiento constante es algo con lo que hay que vivir y, por tanto, se hace poco para intentar aliviarlo.

Otro error común: muchas personas, incluidos los médicos, creen que los analgésicos son adictivos, por lo que evitan utilizarlos. Cuando se utilizan de forma responsable, los analgésicos son una forma eficaz y segura de abordar el dolor crónico.

Diagnóstico del dolor

Puede ser obvio que alguien está sufriendo, pero medir el malestar físico está lejos de ser una ciencia exacta. A pesar de los esfuerzos por cuantificar el dolor, o por determinar su historia biológica, el hecho es que es subjetivo, y las personas tienen diferentes tolerancias a él.

"No hay una máquina a la que pueda conectarle que me diga absolutamente la cantidad de molestias que tiene", dice el Dr. B. Eliot Cole, director de educación de la Academia Americana de Control del Dolor. "Así que acabamos mirando las radiografías, las tomografías y las resonancias magnéticas en busca de evidencias [de enfermedad] que creemos que se correlacionan con la causa del dolor".

Entre las técnicas más novedosas se encuentran las imágenes musculares con ultrasonidos, que pueden localizar bandas tensas y puntos gatillo, y la EMG/NCS, un dispositivo que utiliza electrodos en la piel para identificar zonas problemáticas en músculos y nervios.

Por su parte, Silverman utiliza varios métodos para diagnosticar el dolor. Pide a los pacientes que den a sus molestias un número del cero al diez (el cero representa que no hay dolor y el diez es el peor) y que describan lo que sienten. Las palabras que utilizan los pacientes, como palpitante, punzante, punzante, caliente, frío y picante, le dan pistas sobre lo que ocurre. También utiliza sus propios ojos para detectar daños físicos aparentes y equipos de rayos X para detectar cualquier anomalía interna. Además, intenta averiguar qué otras cosas ocurren en la vida del paciente.

"Si [los pacientes] tienen un problema psicológico de buena fe -no a causa del dolor, sino que es una parte de ellos-, eso va a afectar a la forma... en que se percibe el dolor", dice Silverman, que señala que a algunas personas les resulta difícil separar el dolor físico de sus conflictos emocionales. Los problemas de un paciente con el trabajo, el matrimonio y el sexo, por ejemplo, pueden afectar a la capacidad de hacer frente a la angustia corporal.

Tratamiento del dolor

Penney Cowan recuerda muy bien lo mal que se sintió los primeros seis de los 30 años que lleva soportando la fibromialgia. "No funcionaba en absoluto", dice. "Tenía miedo, no sabía nada y avanzaba a ciegas esperando que alguien tuviera la bala mágica para mí".

Sin embargo, Cowan se dio cuenta de que no existe una solución perfecta para su dolor. Así que decidió aprender todo lo posible sobre cómo afrontar las molestias. Su participación activa no sólo alivió su sufrimiento, sino que también la inspiró a crear la Asociación Americana del Dolor Crónico, un grupo dedicado a educar a los profesionales de la salud y al público en general sobre el manejo del dolor.

Según su experiencia, Cowan afirma que las personas que adoptan un papel activo en su tratamiento tienden a tener una mejor calidad de vida, reducen su sensación de sufrimiento y se sienten más capacitadas. Las estrategias que recomienda para los alumnos activos incluyen la búsqueda de un especialista o programa del dolor bien cualificado y la búsqueda de información sobre la medicación y el tratamiento en fuentes fiables como The Cleveland Clinic.

Los expertos afirman que también es útil saber que el alivio puede provenir de una o de una combinación de estrategias, que pueden incluir medicación, fisioterapia, cirugía y/o terapia psicológica. Según los informes, acudir a un especialista en dolor es sólo una parte de una solución integral.

Hot