Ibuprofeno para niños y bebés: Dosis adecuadas y consejos de seguridad

Cuando su hijo enferma, usted quiere que se sienta mejor lo antes posible. Para hacerlo de forma segura, es importante seguir unas pautas cuidadosas para garantizar que reciben la medicación que necesitan.

Si no se utilizan correctamente, los medicamentos infantiles de venta libre pueden provocar complicaciones graves, incluso mortales. Estos consejos pueden ayudarte a evitarlo.

1. Lee la etiqueta de información sobre el medicamento cada vez que lo utilices.

Te dirá:

  • Los principios activos

  • Qué trata el medicamento

  • Qué cantidad debe dar a su hijo

  • Con qué frecuencia hay que dárselo

  • Posibles interacciones con otros medicamentos o efectos secundarios

  • Cuándo llamar al médico

Por qué debe leerlo si ya ha utilizado el medicamento antes? Las cosas pueden haber cambiado desde la última vez. Por ejemplo:

  • Su hijo puede haber crecido o aumentado de peso, por lo que la dosis adecuada puede ser diferente.

  • Hacen estar tomando otro medicamento que interactúa con este.

2. Busca el principio activo.

Esto es lo que hace que el medicamento funcione. Tienes que saber qué es y qué hace. Suele ser diferente de la marca comercial. Esto significa que dos medicamentos diferentes pueden tener el mismo principio activo. Es importante asegurarse de que no está dando a su hijo dos medicamentos con el mismo principio activo.

Los distintos principios activos también pueden hacer la misma cosa. Por ejemplo, tanto el paracetamol como el ibuprofeno tratan el dolor y la fiebre. Saber qué es lo que hace que un medicamento funcione y lo que hace también puede ayudarle a evitar dar a su hijo dos medicamentos que hagan lo mismo.

Es posible que quieras cambiar de uno a otro si no está funcionando correctamente.

3. Da la fórmula correcta.

Los medicamentos para aliviar los síntomas del resfriado y la gripe tienen fórmulas diferentes para niños y adultos. Nunca dé un medicamento para el resfriado de adultos a un niño, ni siquiera en una cantidad menor.

4. Siga siempre las instrucciones de dosificación.

Algunos utilizan el peso como guía y otros la edad. Asegúrese de hacer lo que dice el envase. En el caso de los que se basan en la edad del niño, es buena idea hablar con su médico si su hijo es muy ligero o muy pesado para su edad. De este modo, puedes estar seguro de que le estás dando la cantidad correcta de medicamento.

Nunca le des más de la dosis recomendada.

5. Utilice únicamente el utensilio de dosificación que viene con el medicamento.

No utilice nunca una cuchara de cocina o un vaso dosificador de otro medicamento para dar la medicación a su hijo. Las cucharas de cocina pueden variar de tamaño, al igual que los vasos dosificadores. Por lo tanto, no puede estar seguro de administrar la cantidad correcta. Si pierdes el dosificador que venía con el medicamento, habla con tu farmacéutico. Asegúrate de que las marcas del dosificador coinciden con la dosis indicada en el cuadro de información sobre el fármaco de la etiqueta del medicamento.

6. Conoce las abreviaturas de las medidas.

Cuando leas la etiqueta, asegúrate de que sabes distinguir entre una cucharada (tbsp) y una cucharadita (tsp), así como entre un miligramo (mg), un mililitro (mL) y una onza (oz).

7. No le dé a su hijo la medicina en la oscuridad.

Los niños suelen enfermar por la noche, así que no es raro que estén medio despiertos y buscando a tientas la medicina en la oscuridad. Tómate un minuto para encender las luces y ponerte las gafas para poder leer con claridad la etiqueta y el dosificador. Si tu hijo ya está enfermo, ten los medicamentos cerca si se los das después de que se ponga el sol.

8. Pregunta a tu médico o farmacéutico antes de dar más de un medicamento de venta libre.

Si su hijo tiene tos y dolor de cabeza, puede tener sentido darle dos medicamentos, uno para cada problema. Pero muchos medicamentos para el resfriado y la gripe tienen los mismos ingredientes que los analgésicos. Si le das los dos, puedes provocar una sobredosis accidental.

Leer la etiqueta puede ayudarte a detectar los mismos ingredientes. Aun así, debes consultar al farmacéutico o al médico antes de utilizar más de un medicamento de venta libre.

9. Tratar los resfriados sin medicamentos.

Los niños que tienen congestión nasal pueden utilizar gotas nasales salinas o spray nasal, líquidos y un humidificador de vapor frío en lugar de medicamentos de venta libre. La succión puede ayudar a la nariz congestionada.

10. No des medicamentos para la tos y el resfriado a niños menores de 4 años.

Según la FDA, los beneficios de estos no merecen los riesgos de los graves efectos secundarios que puede conllevar su uso excesivo en niños menores de 4 años.

Puede ser mejor evitar cosas como descongestionantes orales o nasales, antihistamínicos, expectorantes y supresores de la tos en niños menores de 4 años. Pero la miel puede ser útil para tratar la tos nocturna en niños de más de un año.

Llame siempre al médico si su bebé está resfriado o tiene fiebre.

11. No dé aspirinas a niños menores de 18 años.

Dar aspirina a un niño puede causar una rara afección potencialmente mortal llamada síndrome de Reyes. Nunca le dé a su hijo algo que contenga aspirina a menos que su médico se lo recomiende.

12. Sepa cuándo debe llamar al médico.

Si tu hijo lleva unos días resfriado y no mejora o empeora, llama enseguida a su médico. No le des ningún medicamento durante más tiempo del recomendado en la caja.

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