Estreñimiento por analgésicos opiáceos

Los medicamentos llamados opioides pueden eliminar algunos de los dolores más fuertes. Pero también pueden provocar estreñimiento. El problema no siempre empieza de inmediato. Puede ocurrir en cualquier momento en que se tome el medicamento.

Los principales síntomas del estreñimiento por opioides son:

  • Las heces pueden volverse duras y secas.

  • Es posible que no sienta la necesidad de ir al baño tan a menudo como antes.

  • Es posible que tengas que esforzarte mucho cuando vayas.

  • Puedes sentir que no sacas todo.

El estreñimiento puede ser algo más que una molestia. Si no lo tratas, puedes tener dolor y calambres en el intestino, y tu vientre puede sobresalir. A la larga, tus intestinos podrían bloquearse, lo que puede ser peligroso.

Lo mejor es tratar de evitar que el problema se produzca. Cuando tu médico te recete un opioide, pregúntale cómo puedes evitar el estreñimiento. Si se produce, pregunte a su médico sobre el tratamiento. Llámalos de inmediato si sientes un dolor intenso.

Cómo se produce

La gravedad del estreñimiento puede depender de la cantidad de opioides que estés tomando.

A diferencia de otros efectos secundarios de estos fármacos, como la sensación de sueño o las náuseas, el estreñimiento no desaparece al cabo de unos días de tomar la medicación. Los científicos creen que esto se debe a que el intestino no se acostumbra a los opioides como lo hace el resto del cuerpo. Cuanto más tiempo tomes el fármaco, mayor será la posibilidad de que te bloquee.

El medicamento puede alterar tu digestión de varias maneras:

Señales mezcladas.

Normalmente, los músculos que rodean los intestinos se aprietan y se sueltan para empujar las heces a través del intestino. Este movimiento, llamado peristaltismo, se produce en oleadas. Piensa en el ordeño de una vaca, donde se aprieta y se suelta.

Los opiáceos pueden ralentizar o detener el peristaltismo enviando mensajes a lo largo de los nervios del interior de los intestinos y la columna vertebral...

No hay salida.

Tus intestinos también tienen músculos redondos llamados esfínteres que separan una parte del intestino de otra, como el intestino delgado del intestino grueso. Los esfínteres funcionan como cordones. Cuando se abren, las heces pueden pasar.

Los opiáceos pueden tensar esos músculos del intestino para que no se abran, o para que se abran sólo un poco.

Secado.

Los intestinos absorben parte del agua de las heces a medida que éstas se desplazan por el intestino. Cuando todo va bien, absorben la cantidad adecuada de agua. Pero cuando los opioides ralentizan tu intestino, los residuos tardan más en pasar. Esto da tiempo a los intestinos a absorber demasiada agua, por lo que las heces se vuelven duras y secas.

El estreñimiento causado por los opiáceos es diferente del que se produce por los alimentos que te bloquean, por la escasez de fibra en tu dieta o por no beber suficiente H2O. A diferencia de estos otros tipos, una fibra en polvo hecha con psilio no suele ser suficiente para ponerte en marcha.

Habla con tu médico si empiezas a sentirte estreñido. Ellos pueden recomendarte tratamientos y otros hábitos que pueden aliviarte.

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