¿Qué es la osteocondritis disecante?

La osteocondritis disecante es un problema articular doloroso. Es más común en niños y adolescentes que practican deportes. La afección se produce con mayor frecuencia en las rodillas, pero su hijo también puede tenerla en los codos, los tobillos y otras articulaciones.

La mayoría de las veces, mejora cuando se deja descansar la articulación durante un tiempo. Pero el médico puede recomendar... otras cosas que también pueden ayudar.

Causas

El problema comienza cuando el hueso que se encuentra bajo el tejido firme y grueso de una articulación, llamado cartílago, no recibe suficiente flujo sanguíneo. Esto puede hacer que el hueso muera. Cuando lo hace, el hueso y el cartílago pueden desprenderse. Esto puede ser doloroso y puede impedir que su hijo mueva muy bien esa articulación.

Los médicos no saben con exactitud cuál es la causa de que la sangre deje de fluir hacia una parte del hueso, pero muchos creen que ocurre después de que la articulación haya sufrido demasiada tensión. Los niños pueden padecer osteocondritis disecante tras una lesión o cuando pasan meses realizando actividades de alto impacto, como correr o saltar.

Síntomas

El dolor y la hinchazón son los síntomas más comunes de la osteocondritis disecante. Pueden rebrotar después de una actividad física, como subir escaleras o hacer deporte.

Otros síntomas pueden ser:

  • Debilidad en la articulación

  • No se puede enderezar la articulación

  • Se salta o se bloquea en un lugar

Cómo obtener un diagnóstico

Si el dolor articular de tu hijo no mejora o ya no puede mover la articulación en toda su amplitud de movimiento, debes pedir cita con su médico.

Le hará un examen físico y es posible que le pida una radiografía u otra exploración para ver el interior de esa zona.

Comprobarán si el fragmento de hueso se ha roto parcial o totalmente y si esa pieza se mueve dentro de la articulación o no.

Antes de acudir al médico de tu hijo, anota sus síntomas, cuándo empezaron y si podrían estar relacionados con una lesión.

Tratamiento

El objetivo del tratamiento es aliviar el dolor y conseguir que tu hijo vuelva a utilizar su articulación con normalidad.

En la mayoría de los niños y adolescentes con osteocondritis disecante, el hueso puede curarse por sí solo con reposo y protegiendo la articulación. Esto puede significar que tu hijo tenga que llevar una férula, una escayola o un aparato ortopédico o utilizar muletas durante unas semanas.

Otra opción es la fisioterapia para fortalecer la articulación y mejorar su movilidad.

Es probable que su hijo empiece a sentirse mejor después de 2 a 4 meses de reposo y terapia.

Sin embargo, algunos niños necesitan cirugía si:

  • El dolor no mejora

  • El fragmento de hueso se queda atascado en la articulación

  • El fragmento roto se desplaza en la articulación

  • El fragmento es mayor de 1 centímetro (algo menos de media pulgada), especialmente en los adolescentes mayores.

Muchos médicos querrán probar otros tratamientos durante 4-6 meses antes de recomendar la cirugía.

Cirugía para la osteocondritis disecante

Hay varios tipos de cirugía que pueden ayudar. Incluyen:

  • Perforación en el hueso de la articulación para crear nuevas vías para que la sangre fluya allí

  • Utilizar clavos o tornillos para mantener el hueso muerto en su sitio

  • Sustituir el hueso o el cartílago dañado por tejido nuevo, llamado injerto. Esto puede hacer que crezca el hueso sano.

Después de la operación, tu hijo tendrá que dejar descansar la articulación y luego hacer fisioterapia para fortalecerla y aumentar su rango de movimiento.

Muchos niños pueden volver a practicar deporte de forma gradual entre 4 y 5 meses después de la operación.

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