El dolor musculoesquelético es un dolor que afecta a los músculos, ligamentos y tendones, y a los huesos.
Qué causa el dolor musculoesquelético?
Las causas del dolor musculoesquelético son variadas. El tejido muscular puede dañarse con el desgaste de las actividades diarias. Los traumatismos en una zona (movimientos bruscos, accidentes de automóvil, caídas, fracturas, esguinces, luxaciones y golpes directos en el músculo) también pueden causar dolor musculoesquelético. Otras causas de dolor son la tensión postural, los movimientos repetitivos, el uso excesivo y la inmovilización prolongada. Los cambios de postura o la mala mecánica corporal pueden provocar problemas de alineación de la columna vertebral y el acortamiento de los músculos, lo que hace que otros músculos se utilicen mal y se vuelvan dolorosos.
Cuáles son los síntomas del dolor musculoesquelético?
Las personas con dolor musculoesquelético a veces se quejan de que les duele todo el cuerpo. Sus músculos pueden sentirse como si hubieran sufrido un tirón o un exceso de trabajo. A veces, los músculos se contraen o arden. Los síntomas varían de una persona a otra, pero los síntomas comunes son:
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Dolor
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Fatiga
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Alteraciones del sueño
Cómo se diagnostica el dolor musculoesquelético?
Su médico realizará un examen físico completo y una historia clínica. Además, su médico puede realizar estudios diagnósticos para confirmar el diagnóstico.
Cómo se trata el dolor musculoesquelético?
Para tratar a las personas con problemas de alineación de la columna vertebral se pueden utilizar diferentes tipos de terapia manual, o movilización. Para algunos dolores musculoesqueléticos agudos, estas técnicas han demostrado que aceleran la recuperación.
Para tratar la inflamación o el dolor pueden utilizarse medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
En pacientes con trastornos musculoesqueléticos como la fibromialgia, pueden recetarse medicamentos para aumentar el nivel de serotonina y norepinefrina del organismo (neurotransmisores que modulan el sueño, el dolor y la función del sistema inmunitario) en dosis bajas. Algunos de los medicamentos utilizados para conciliar el sueño son el zolpidem (Ambien), la eszopiclona (Lunesta) y el ramelteon (Rozerem).
Otros tratamientos pueden incluir:
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Inyecciones con medicamentos anestésicos o antiinflamatorios en los lugares dolorosos o alrededor de ellos
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Ejercicio que incluya el fortalecimiento y el estiramiento de los músculos
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Terapia física u ocupacional
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Acupuntura o acupresión
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Técnicas de relajación/biofeedback
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Manipulación osteopática (todo un sistema de evaluación y tratamiento destinado a conseguir y mantener la salud restableciendo el funcionamiento normal del organismo)
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Atención quiropráctica
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Masaje terapéutico